1 julio, 2015

Argentina encontró su juego y está en la final de la Copa América

Finalmente se vio el partido que todos esperábamos, la selección argentina desplegó toda su capacidad ofensiva, buen toque de pelota y juego en velocidad para aplastar a un Paraguay que poco pudo hacer ante el despliegue de Messi, Di María, Pastore, Agüero y compañía. Fue 6 a 1 y ahora a la final contra Chile.

Finalmente se vio el partido que todos esperábamos, la selección argentina desplegó toda su capacidad ofensiva, buen toque de pelota y juego en velocidad para aplastar a un Paraguay que poco pudo hacer ante el despliegue de Messi, Di María, Pastore, Agüero y compañía. Fue 6 a 1 y ahora a la final contra Chile.

Con goles de Marcos Rojo, Javier Pastore, Ángel Di María (2), Agüero e Higuaín el equipo dirigido por Gerardo Martino derrotó a los comandados por Ramón Díaz que lograron descontar con el tanto de Lucas Barrios.

Aunque con algunas imprecisiones, Argentina salió a manejar la pelota como sabe hacerlo. Una falta sobre la izquierda a los 14 del primer tiempo permitió que un buen centro de Messi fuera peleado por Rojo en el área y de media vuelta la pusiera contra el palo de Villar. Rápido el combinado albiceleste se ponía en ventaja.

Unos minutos después, una muy buena contra manejada por el diez que se la dejó servida a Pastore terminó con un remate de zurda del volante ofensivo que cubrió muy bien el arquero paraguayo. Fue el aviso de lo que vendría a los 26 cuando Biglia recibió por derecha, tocó para el medio para Messi (quién si no) que lo vio a Pastore picar por el centro y entre líneas. Se la puso en el pie al mediocampista del Paris Saint-Germain que con un toque controló y después remató de derecha, cruzado y abajo. 2 a 0 y Argentina tranquila.

Todo parecía controlado y Paraguay iba de mal en peor. Ramón Díaz se vio obligado a hacer dos cambios por lesión antes de que terminé la primera mitad. Derlis Gónzales y Roque Santa Cruz tuvieron que salir. Pero por este último ingresó Lucas Barrios, autor del agónico empate 2 a 2 en el primer partido del torneo.

Fue el propio Barrios que, tras una mala salida de Otamendi que despejó corto y para el medio, recibió solo con una defensa abierta y fusiló a Romero. Iban 42 del primer tiempo y así concluyó la primera etapa.

Ni bien arrancó el segundo tiempo Argentina disipó muy rápidamente las dudas. Con un Pastore muy enchufado y un Messi que la pedía y encaraba, el partido se encaminó. Primero fue el ex Huracán que se la dejó servida a Di María y este tocó muy bien con la zurda ante la salida de Villar. Apenas iban dos minutos del complemento y Argentina extendía la ventaja.

Un rato después Messi recuperó en una salida de Paraguay, apiló a tres y se la dio a Pastore que la quiso picar por sobre el cuerpo del arquero, este alcanzó a desviarla pero le cayó nuevamente a Di María que definió con el arco vacío.

El resto del partido ya fue otra cosa. Con el equipo albiceleste relajado y los paraguayos sin demasiada intención (o capacidad) de ir a darlo vuelta. El «Tata» Martino decidió sacar a Pastore por Banega y a Mascherano -que si hubiera visto una tarjeta amarilla se perdía la final- por Gago.

Cuando se estaba por venir el tercer cambio de Agüero por Higuaín, Di María desbordó, tocó atrás para Gago que se la dio a Messi y este la devolvió para el ex Central. Como con la mano metió un centro donde Agüero madrugó a toda la defensa y de cabeza puso el 5 a 1. Ahora si, el cambio por Higuaín.

La última llegó después de una pared entre Messi y Banega en la medialuna del área donde el mejor jugador del mundo, marcadísimo como toda la noche, terminó tocándola desde el piso para que Higuaín le rompa el arco a Villar de un zurdazo.

Finalmente Argentina ganó, gustó y goleó como se esperaba de un plantel de esa jerarquía. Ya demostró que puede hacerlo, nada más y nada menos que antes de jugar el partido más importante del año.

El sábado 4 de julio a las 17 se verá las caras con Chile, la otra selección que ha demostrado tener un gran juego asociado y una enorme vocación ofensiva. Será en un Estadio Nacional de Santiago repleto donde el público intentará hacer pesar la localía.

Sin dudas será un partido apasionante donde los locales buscarán su primer título continental, mientras que los argentinos buscarán dejar de «comer mierda» en palabras de Mascherano y sacarse la espina de 22 años sin ganar un torneo a nivel de la selección mayor.

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