22 junio, 2015
¿Grexit?: Días definitivos
Luego de meses de negociaciones el tiempo se acaba. El pago de la deuda griega al FMI se muestra cada vez más como una extorsión para que el país heleno acepte un nuevo ajuste y el gobierno griego aún se mantiene firme en la defensa de su soberanía.
Luego de meses de negociaciones el tiempo se acaba. El pago de la deuda griega al FMI se muestra cada vez más como una extorsión para que el país heleno acepte un nuevo ajuste y el gobierno griego aún se mantiene firme en la defensa de su soberanía.
Grecia tiene tiempo hasta el 30 de junio para pagar 1.500 millones de euros al FMI. En este caso, a diferencia de los pagos anteriores, ya se postergó el pago de 301 millones que debía acreditar el 5 de junio. Y el gobierno griego ya expresó varias veces que si no se entregan los 7.200 millones de euros que son parte del programa de rescate en vigencia no podrá pagar.
Para efectivizar el pago de esa suma acordada en febrero desde el Eurogrupo exigen que se acuerde un programa de medidas cuyas negociaciones no han llegado a buen puerto desde entonces. La reunión del Eurogrupo llevada adelante el último jueves en Luxemburgo y que había sido anunciada hace un mes, no fue la excepción. También fracasó en sus objetivos. En este caso, el Eurogrupo no aceptó la nueva propuesta presentada por el ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis.
Fuga de capitales y ultimátum
Hace dos semanas el primer ministro griego Tsipras advirtió que «los acreedores quieren humillar a todos los griegos» e incluso llegó a hablar de una «responsabilidad criminal» del FMI. La respuesta nada inocente de los «mercados» se expresó en una enorme fuga de capitales de los bancos griegos.
Durante la última semana la fuga superó los 4.200 millones de euros. Y el viernes el gobernador del Banco de Grecia solicitó elevar en tres mil millones el límite de crédito que pueden solicitar los bancos nacionales con el mecanismo de asistencia a la liquidez ELA. El Banco Central Europeo (BCE), para que las entidades financieras puedan abrir este lunes, finalmente aceptó el pedido.
Esa presión sobre el sistema financiero griego es el resultado de la falta de acuerdos de su gobierno con el Eurogrupo. Uno de los principales puntos de negociación es el régimen de pensiones sobre el cual los acreedores exigen un ajuste. En Grecia actualmente el 16% del PBI se destina al pago de pensiones, los acreedores exigen que se reduzca un 1% y que en el 2016 el Estado griego «ahorre» para el pago de la deuda 1.800 millones. Desde el gobierno heleno proponen que sea solo del 0,5%.
También se exige desde el Eurogrupo un aumento en el IVA. Se plantea que se aumente el 10% en el suministro de electricidad y medicamentos.
Entre 2010 y 2014 se redujeron a la mitad los «gastos» sociales y de pensiones siguiendo las propuestas del FMI, la Comisión Europea y el BCE. Ahora, luego de la reunión fallida en Luxemburgo, la presidenta del FMI, Christine Lagarde, planteó que no habrá periodo de gracia si Grecia no paga. Y que entrar en default implicará inmediatamente la salida del país de la zona euro.
La titular del FMI declaró luego: «Sólo podemos llegar una solución si hay diálogos y por ahora andamos cortos. Sólo podemos llegar a ese diálogo y avanzar si hay adultos en la habitación».
Más serias y claras fueron las declaraciones del ministro conservador español, Luis de Guindos, que dijo que para llegar a un acuerdo «nos quedan unos días, no nos quedan ya semanas».
Rusia: ¿Un Plan B?
Este viernes Vladimir Putin y Alexis Tsipras se reunieron en San Petersburgo en el marco del Foro Económico Internacional. Se trato de la segunda visita de Tsipras desde que es primer ministro. Este encuentro se dio en un semana en la cual Rusia volvió a ser sancionada por la Unión Europea.
El principal tema a tratar en el encuentro fue el megaproyecto del gasoducto Turkish Stram para abastecer al sur de Europa. Con el acuerdo entre los dos Estados se creará una empresa conjunta y el proyecto costara unos dos mil millones de euros. Desde el gobierno griego se busca también evitar la contracción en las exportaciones a Rusia que se dio en los últimos años.
Esta situación empeoró para Grecia cuando Rusia declaró el embargo a los productos agrícolas provenientes de la Unión Europea en agosto del año pasado luego de haber sido sancionada por la crisis en Ucrania. Tsipras ya se ha pronunciado en contra de las sanciones como camino para superar esa crisis y se espera que se suavicen los embargos.
A pesar de que estos acuerdos pueden beneficiar al gobierno griego y fortalecerlo políticamente, tampoco se puede esperar un milagroso salvataje desde Rusia ante el posible fracaso de la negociación de la deuda en el marco de la Unión Europea. La economía de aquél país se encuentra en una etapa recesiva que se expresa en la devaluación de su moneda en los últimos meses de 2014 a partir de la caída de los precios del petróleo. A pesar de las especulaciones ambos gobiernos no vislumbran una salida semejante.
Con el apoyo para auditar la deuda
En la última semana el Comité de la verdad sobre la deuda griega que había sido creado por la presidenta del Parlamento, Zoi Kostantopoulou (Syriza), en abril mostró el resultado de su trabajo. Del comité participaron 15 expertos extranjeros (entre ellos el historiador belga Éric Toussaint y la economista brasilera María Lucía Fattorelli ) junto a 15 expertos griegos.
Luego de tres meses de trabajo se ha presentado un Informe de auditoria de la deuda pública griega que argumenta una verdad de sentido común para millones de personas: se trata de un caso más de deudas odiosas plagadas de ilegalidades. En el informe se concluye que «los Estados tienen el derecho de declararse insolventes unilateralmente cuando el servicio de su deuda es insostenible, en cuyo caso no se comete ningún acto ilícito y, por tanto, no se arrastrará ninguna carga de responsabilidad».
Este lunes, habrá una nueva cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona. Simultáneamente se hará una reunión extraordinaria de los ministros de economía de la Eurozona convocada por su presidente Jeroen Dijsselbloem.
En las últimas horas del viernes, luego de que sean anunciadas las reuniones, Tsipras emitió un comunicado en dónde destacó: «Los que invierten en la crisis y en escenarios de terror se verán refutados. Habrá una solución basada en el respeto de las normas de la UE y de la democracia que permita a Grecia volver al crecimiento dentro del euro».
Las negociaciones continúan, pero el tiempo se acaba y las posiciones desde el lado griego en no ceder a las presiones de sus acreedores muestran ser firmes. Pronto se demostraran los resultados.
Lucas Villasenin – @villaseninl
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