5 junio, 2015
Violencia de género en CABA y el vaciamiento de la Dirección General de la Mujer
Una trabajadora de la Dirección General de la Mujer cuenta los pormenores del funcionamiento de las políticas desarrolladas por esa entidad, los problemas presupuestarios y de condiciones laborales. Además, revela que a raiz de la convocatoria Ni Una Menos, aumentaron los llamados al 0800-66-MUJER un 40%.
Mientras Horacio Rodríguez Larreta presentaba una Brigada contra la Violencia de Género de la Policía Metropolitana y hace pocas semanas se conocían los resultados de una encuesta realizada por el ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en las que se indicaba que 6 de cada 10 porteñas sufre alguna forma de violencia de género, las trabajadoras de esa dependencia denuncian vaciamiento y falta de integralidad de las políticas públicas contra la violencia de género en la capital del país.
Una trabajadora de la Dirección General de la Mujer (DGM) (cuya identidad mantenemos en reserva por resguardo de su fuente laboral, a la que llamaremos «Pérez») dialogó con Notas sobre el funcionamiento de la Dirección dependiente de Desarrollo Social y la realidad de las políticas impulsadas por el macrismo.
Además, contó que el 3 de junio, mientras centenares de miles de personas se movilizaban en el país para gritar “Ni Una Menos, basta de femicidios”, en el 0800-666-8537 recibieron un 40% más de llamadas que otros días. Muchas eran de mujeres pidiendo asesoramiento. Pero también decenas de varones violentos, desde la madrugada, se comunicaron para amenazar e insultar a las trabajadoras del callcenter. “Decían que las mujeres que las habían denunciado eran unas hijas de puta, que las que atendían el teléfono eran unas putas y que todas las que iban a ir a la marcha eran unas putas”, contó “Pérez”.
Esta trabajadora ahondó en el funcionamiento del 0800, de la DGM y en general de las políticas del gobierno porteño hacia las mujeres.
“El 0800 es de orientación y derivación. También llaman personas que en el momento no deciden hacer la denuncia, que recién están empezando a ver que forman parte de una relación violenta o que son violentadas”, contó. “Se las escucha, se las contiene, pero no se hace asistencia. Se orienta, se deriva o contiene. Llama gente que quizás está horas hablando”.
“Pérez” también explicó que a la línea llama gente de la ciudad pero también del conurbano y otras provincias y se las orienta “en base a los recursos que hay en los lugares de donde llaman”. “El problema que tiene el callcenter es que nunca se sabe cuál es el porcentaje de personas que efectivamente llegan a los lugares donde se las deriva. Sí lo sabemos de los Centros Integrales de la Mujer porque hacemos la conexión directa, les decimos ‘te va a atender tal profesional’, pero no hay estadísticas de llegada al recurso efectivamente”, analiza.
Agrega también que no es un teléfono donde se pueda denunciar, “eso es una falencia”.
“Las políticas de la DGM son políticas paliativas muy deficientes”, afirma “Pérez”, “y hay pocos recursos en los hogares”. Según analiza, hay poco trabajo para ayudar a la mujer a salir de la situación de violencia. “Se trabaja muy poco lo que es reinserción laboral y social. Eso es muy complicado para las mujeres y su capacidad de salir de la situación de violencia, encontrar un trabajo, un hogar nuevo”.
Vaciamiento de la Dirección General de la Mujer
En el programa Noviazgos Violentos hay una sola persona trabajando. En Todas, que trabaja con personas migrantes, hay tres trabajadoras. “Falta muchísimo personal y no hay casi ningún vínculo con organizaciones de la sociedad civil”, cuenta “Pérez”.
Desde su óptica, la DGM está sufriendo un proceso de vaciamiento. “En toda el área de capacitación que antes trabajaba con mujeres y estaba interconectada con los hogares se recortó personal y se le quitaron tareas a las compañeras”. Por ejemplo, el área Mujer y Trabajo directamente se suspendió y fue eliminado. Las trabajadoras pasaron a otra área que es dar talleres en escuelas de salud sexual y reproductiva.
De hecho, de acuerdo a datos elaborados por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, el presupuesto de la DGM en relación al total del ministerio de Desarrollo Social, con Carolina Stanley a la cabeza, disminuyó de un 2,6% en 2003 a un 1,6% en la actualidad. De todas las áreas del ministerio, Mujer es la segunda con menor cantidad de presupuesto. Sólo tiene menos la subsecretaría de Acción Social.
El mismo informe de la Defensoría relevó que hay solo dos trabajadoras sociales para toda la ciudad dependientes de la DGM.
Sobre el funcionamiento de otras áreas de la DGM, la trabajadora que dialogó con Notas comenta que, por ejemplo, hay un centro estadístico en la Dirección General de la Mujer que “funciona muy mal”. “Se dibujan muchísimo las estadísticas. Se da información parcial”. Por ejemplo, contó que se hizo una investigación sobre adolescentes madres y “no se la quiso publicar porque los números no les gustaron”.
En relación a las condiciones de trabajo adentro de la DGM, destacó dos cuestiones: la precarización y los aprietes.
“La mayor parte de las trabajadoras son contratadas, lo cual hace que sea una tarea muy rotativa cuando se necesita personal más estable, que pueda y sepa trabajar el tema. El rotar tanto hace que muchas veces no se llegue a formar a los y las trabajadoras”, cuenta.
En los hogares, según la Defensoría, trabajan 69 personas bajo la modalidad de contrato de locación y 25 en planta permanente.»Especialmente alarmante es la situación del Hogar Eva Duarte, con 29 personas contratadas y una de planta permanente. Así como la del Refugio Mariquita Sánchez, donde sobre un total de 30 empleados/as, 22 son contratados/as», indican.
“También sufrimos aprietes de parte de las autoridades”, cuenta «Pérez». Para la concentración del 3 de junio les impidieron movilizarse como “trabajadoras de la Dirección General de la Mujer del GCBA”. Pusieron entonces en la bandera el 0800 para ser identificadas. “Pero no es lo mismo”, dice. La DGM, además, no sacó ni una adhesión ni una convocatoria al #NiUnaMenos. “Eso es terrible”, opina.
La violencia de género en la Ciudad de Buenos Aires
De acuerdo a un estudio realizado por la propia DGM seis de cada diez mujeres dicen haber sido víctimas de violencia psicológica en su vida. La línea telefónica de atención inmediata 0800-666-8537 recibió el año pasado 10 mil consultas. Además, dos de cada diez mujeres denuncian haber sido víctimas de violencia física: golpeadas, arrastradas, empujadas, arrinconadas, quemadas. Y se da también se da en situaciones de intimidad, cuando están a solas.
Además, según los datos de La Casa del Encuentro (no hay estadísticas oficiales al respecto), de los 277 femicidios ocurridos en 2014 en la Argentina, 10 ocurrieron en la Ciudad de Buenos Aires.
Los centenares de miles de personas que se movilizaron en todo el país el pasado 3 de junio sin duda marcarán un antes y un después en la conciencia social sobre la violencia de género. Queda por verse si desde el Estado en general -y particularmente desde el gobierno porteño- tomarán nota y empezarán a diseñar y aplicar políticas públicas acordes a esta situación de emergencia social.
Para asistencia en casos de violencia de género en la Ciudad de Buenos Aires se puede recurrir a:
– 0800-66-MUJER (68357) (opción 1)
– Centro Único de Coordinación y Control de la Policía Metropolitana (línea 103)
– Brigada Móvil de Atención a Víctimas de Violencia Familiar, Defensoría General de la Nación (línea 137)
Julia de Titto – @julitadt
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