Cuando agonice quiero que toquen cumbia

Cuatro años tardó Nafta Súper en saltar de las páginas de Kryptonita a la pantalla grande. Y fue demasiado, porque la redondísima novela de Leonardo Oyola es cinematográfica como pocas. Nicanor Loreti ya está rodando su versión conurbanera de La Liga de la Justicia, con un casting de grandes figuras que, sin embargo, seguramente despertará algunas polémicas entre los fanáticos.

Elseworlds fue un sello editorial de DC Comics que partía de la premisa de sacar a los héroes “de sus localizaciones habituales” para colocarlos “en épocas y lugares extraños, algunos que han existido y otros que no pueden, podrían o deberían existir”. Así pudo existir un universo en el que Batman era el dictador de una ciudad Gótica en la que intentaba erradicar al crimen instaurando un régimen de terror (uno de cuyos principales detractores era el héroe adolescente Anarky) u otro donde Superman cayó en Ucrania en vez de en Smalville y llegó a transformarse en el principal héroe soviético, portando la hoz y el martillo en el pecho en lugar de la famosa S.

Leonardo Oyola, autor de Siete y el tigre harapiento y Chamamé, en su octava novela parte de una premisa similar para imaginar un mundo en el que el último hijo de Kriptón hubiera aterrizado en un baldío de La Matanza. En realidad Kryptonita, editada por Mondadori en 2011, es un Elseworld para toda la Liga de la Justicia en el que el Pinino, alias Nafta Súper -hincha de Almirante Brown y habitué de Jesse James- conoce al resto de los Superamigos en los pasillos de la villa Los Eucaliptus, del populoso distrito de Isidro Casanova.

La Mujer Maravilla es Lady Di, una belicosa travesti; Flash es Ráfaga, un ratero veloz para los mandados; Linterna Verde es Faisán, un morocho que se besa el anillo antes de golpear; J’onn J’onzz, el detective marciano, es Juan Raro (en un homenaje al personaje de Stapledon), un ser introvertido y poderoso; la Chica Halcón es la paraguayísima Cuñataí Guirá y Batman es el Fede, un Señor de la noche del que no podemos adelantar más datos para no arruinar una de las grandes vueltas de tuerca de la historia.

La gran novela de Oyola describe la noche en que la banda de Nafta Súper ocupa el hospital Paroissien, donde ha recalado el hombre de acero matancero  tras ser herido a traición con un cristal verde por su archienemigo El Pelado. Buscan aguantar hasta que salga el sol y defenderlo de las huestes de una Policía Bonaerence cebada que quiere boletearlo de una buena vez. Kryptonita es, según dijo Oyola en alguna entrevista, una historia “de sitio”, al estilo de la clásica Asalto al precinto 13, de Carpenter.

Allí aparecerán otras maravillosas mutaciones de algunos enemigos clásicos del universo DC, como una versión policial de El Guasón conocida como Corona y una mole del grupo GEO que no cuesta demasiado relacionar con aquel Doomsday que lograra matar al hombre de acero en una célebre historia que Oyola parece recordar viñeta a viñeta.

Si había alguien en quien se pudiera confiar para trasladar esta mitología rea a la pantalla grande era Nicanor Loreti. Loreti, que tal vez muchos conozcan por su reciente buddy movie liviana y familiar Socios por accidente, ya tenía un prestigio ganado como documentalista gracias a La H, un documental de culto sobre Hermética, y sobre todo una pequeña pero fiel tribu de fanáticos gracias a esa gran película que es Diablo.

Como en ésta última, el protagonista principal de Kryptonita es el siempre solvente Juan Palomino. En este aspecto el casting es perfecto. El Superman de Oyola, además de ser un muchacho de barrio, ya está medio de vuelta. La elección de Carca como Juan Raro parece otra de las pegadas. Diego Cremonesi dará vida a Ráfaga, Sofía Palomino a la Cuñataí Guirá y Lautaro Delgado será Lady Di.

Nicolás Vázquez genera algo de preocupación como Faisán (que con la elección del actor de Casi Ángeles ya no será ese morocho amenazador que pintaba la novela, más John Stewart que Hal Jordan), mientras que, por más simpático que nos caiga, a priori cuesta imaginarse a Pablo Rago como un  Caballero Oscuro intimidante. Pero hay que tener en cuenta que Michael Keaton, el mejor Batman de la historia, no debía ser mucho más grosso que Rago. Así que aún confiamos en la magia del cine.

Las fotos que se han ido difundiendo de la filmación en curso ya han generado un hype para la hinchada que ya quisiera para sí la inminente Batman vs Superman.

El efecto fanatismo se refuerza por otro de los grandes aciertos de selección de actores, que es la designación del genial Diego Capusotto como la versión criolla del Joker. Sus fotos ya son un regalo. Si alguien podía darle cara a ese personaje desquiciado era él, no hay dudas. La película tiene prevista fecha de estreno para diciembre de este año. Las imágenes del rodaje apenas alcanzan a mitigar la ansiedad. No aguantamos más.

Pedro Perucca – @PedroP71