25 mayo, 2015
España: una guerra en la urnas con final abierto
El domingo se llevaron adelante las elecciones autonómicas y municipales en España. El tan esperado 24M fue vivido como una batalla previa a las decisivas elecciones generales que se llevaran adelante en los últimos meses del año.

Se votó en 13 de las 17 comunidades autonómicas y en todos los municipios del país. Los resultados generales de las listas que se presentaron en todos los municipios con el mismo sello partidario muestran que claramente los conservadores y los socialistas han obtenido poco más de la mitad de los votos en el país.
El Partido Popular (PP) logró hacerse con el 27% de los votos siendo la primera fuerza en nueve comunidades autónomas y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con el 25% ganando en otras dos. Podemos ha logrado buenos resultados consolidándose como tercera fuerza y Ciudadanos no ha cumplido sus expectativas.
Pero los resultados, así expresados, están muy lejos de mostrar el mapa real de la política española. En estas elecciones se demostró un retroceso muy grande de las dos fuerzas políticas que han gobernado desde el fin del franquismo. Aunque también es importante destacar que la crisis del bipartidismo está muy lejos de derrumbar a sus principales partidos.
El bipartidismo que sigue vivo
Si bien el PP puede jactarse aún de ser la fuerza más votada hasta los diarios más conservadores de España consideran que se trató del partido que ha sido derrotado en esta elección. El partido conservador ha sacado casi 2,5 millones de votos menos que en el 2011. En los territorios que no ha perdido ha ganado con una mínima diferencia que harán que sea muy difícil que pueda formar gobiernos. En todos los casos depende de pactos con fuerzas que han realizado sus campañas centradas en contra de Mariano Rajoy, las políticas de austeridad del gobierno o los casos de corrupción que envuelven a muchos dirigentes del PP.
Mejor suerte han tenido en esta oportunidad los socialistas del PSOE. Haber adelantado las elecciones en Andalucía que le permitieron ganar en marzo pero aún no conformar gobierno ya le había permitido «resucitar» en los últimos meses. Su objetivo parece estar cumplido: no han perdido el lugar como principal alternativa de «izquierda» al gobierno de «derecha» del PP. En estas elecciones se demostró que su estructura de poder territorial sigue siendo eficaz.
Su secretario general Pedro Sánchez dijo que buscarán acuerdos con Podemos para gobernar en Castilla-La Mancha, Aragón y la Comunidad Valenciana. Y si bien pudo destacar que el PSOE ha sacado 2 millones de votos más que en las últimas elecciones de 2014 para elegir eurodiputados no se animó a comparo el resultado con las últimas elecciones de estas características en el 2011 cuando habían sacado 700 mil votos más.
Sánchez destacó que: “Ganamos mucha fuerza municipal, que históricamente ha sido nuestro motor para afrontar mejor las generales”. También se animó a decir que las elecciones son «el principio del fin de Mariano Rajoy como presidente del gobierno» y que «el PSOE va a liderar ese cambio hacia la izquierda».
Otra víctima de la crisis del sistema bipartidista es actualmente Izquierda Unida (IU) que apenas ha obtenido el 4,7% del total de los votos. La tradicional fuerza de izquierda perdió 400 mil votos en comparación con 2011. En aquella oportunidad en las comunidades autonómicas había llegado a obtener 35 diputados y ahora solo tendrá ocho. IU no solo ha retrocedido electoralmente en lugares en dónde era fuerte como Madrid o Valencia sino que en esos lugares muchos de sus dirigentes ni siquiera apoyaron a su propia lista impulsada por su coordinador federal Cayo Lara. Muchos de sus votantes y dirigentes han optado por las listas de «unidad popular» impulsadas por Podemos.
El cambio crece pero no tanto
Desde que Podemos comenzó a encabezar las encuestas en octubre del año pasado sus dirigentes expresaron que aún faltaba mucho tiempo para las elecciones generales. La modestia que mostraron ante aquéllas encuestas se combinó con una preparación táctica para cada desafío electoral que se presentaba en el 2015. La nueva formación política había planificado conformar listas de unidad popular junto a otras fuerzas que expresen el cambio ante el bipartidismo en las elecciones municipales, presentar listas propias en las autonómicas y apostar con todo para triunfar en las generales de fin de año. Hasta ahora el plan se cumplió.
Las candidaturas de unidad popular conformadas por Podemos han sido sumamente exitosas. Así lo demuestran los casos de las dos principales ciudades del país que serán gobernadas por estas listas. En sintonía con esos resultados Pablo Iglesias al finalizar el recuento de votos destacó que «las grandes ciudades han demostrado ser motor de este cambio».
En Barcelona, que es el segundo municipio más poblado del país, Barcelona en Comunidad obtuvo el 25,2% de los votos. Allí desplazo como primera fuerza al partido nacionalista conservador CiU mientras el PP apenas obtuvo el 8% y el PSOE el 9%. Ada Calau ha triunfado y muy seguramente sea la próxima alcaldesa.
En Madrid, con la conformación de la lista Ahora Madrid la candidata Manuela Carmena quedó a apenas 44 mil votos de triunfar en el municipio con más votantes del país. Allí, el PP ha puesto a jugar todo su arsenal electoral con la candidatura de Esperanza Aguirre y la campaña ha sido impulsada por el ex-presidente José María Aznar. El PP con el 34% de los votos obteniendo solo un concejal más que Ahora Madrid que ha sacado el 31% y difícilmente los conservadores puedan continuar en el gobierno. Desde el PSOE ya han dado a conocer la posibilidad de un apoyo inmediato a Manuela Carmena para que sea la nueva alcaldesa de Madrid en caso de que para la Comunidad Podemos comprometa su apoyo al socialista Ángel Gabilondo que ha salido segundo detrás del PP.
Por otro lado, si bien Podemos ha tenido buenos resultados en algunas Comunidades no ha quedado con la posibilidad de gobernar en ninguna de ellas. En sintonía con esos resultados Pablo Iglesias declaró que «nos hubiera gustado que el desgaste de los grandes partidos fuera más rápido».
Otro dato destacable de la jornada fue que Ciudadanos, que ha venido avanzando en los últimos meses en las encuestas, apenas ha alcanzado el 6,5% de los votos. El nuevo fenómeno político conformado por ex-dirigentes del PP que ha sido pensado como un «Podemos de derechas» claramente no ha cumplido sus mismas expectativas.
Nada está definido
Si bien el PSOE y Podemos que salen fortalecidos de estas elecciones aún resta mucho por definir en los próximos meses de cara a las elecciones generales. El primer desafío que deberán asumir las dos fuerzas será qué clases de pactos llevaran adelante entre ellas o con otros partidos para sacar al PP en aquellos lugares en dónde han triunfado o han quedado cerca de lograrlo.
Además -de cara a las generales- resta tener en cuenta de que se tratarán de elecciones demasiado distintas. En esa ocasión el nivel de participación no sólo será superior al 64% como en esta ocasión, sino que tendrán una relevancia mucho menor partidos nacionalistas e independentistas que se llevaron un importante caudal de votos en esta ocasión.
Lucas Villasenin – @villaseninl
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