África

18 mayo, 2015

Panorama Africano

Como todos los lunes Notas – Periodismo Popular acerca a las y los lectores el Panorama Africano para informarse y estar al tanto de lo que sucede en el continente negro. Esta semana con especial desarrollo del intento de golpe de Estado en Burundi.

Como todos los lunes Notas – Periodismo Popular acerca a las y los lectores el Panorama Africano para informarse y estar al tanto de lo que sucede en el continente negro. Esta semana con especial desarrollo del intento de golpe de Estado en Burundi.

Fallido golpe de Estado en Burundi

BurundiAunque para algunos medios fue novedad, la crisis de Burundi se viene perfilando hace varias semanas tal como relatamos en los panoramas africanos del 4 y el 11 de mayo. Desde que el actual mandatario Pierre Nkurunziza decidió postularse a un tercer mandato (lo que para varios sectores políticos es inconstitucional), las protestas y enfrentamientos en las calles han provocado muertos y miles de desplazados.

En este contexto el ex jefe de los servicios secretos de Burundi, el general Godefroid Nyombare, anunció el pasado día 13, mientras el presidente se encontraba fuera del país, que el gobierno había sido «disuelto» y el mandatario «destituido de sus funciones».

Allí comenzó la confusión ya que la información era contradictoria. Nkurunziza y sus aliados afirmaron inmediatamente que esto no era verdad, mientras miles de personas se manifestaban en las calles celebrando la caída del jefe de Estado.

Todavía desde Tanzania, donde había asistido a una reunión para tratar la crisis de su país, el presidente supuestamente depuesto dio un mensaje radial el jueves 14 de mayo: «Condeno a ese grupo de golpistas. Doy las gracias a los soldados que están poniendo las cosas en orden, y perdonaré a cualquier soldado que decida rendirse». Mientras se emitían sus palabras, la capital Bujumbura era escenario de enfrentamientos entre tropas leales al gobierno y quienes defendían la conformación de un nuevo gobierno que garantice el futuro proceso electoral.

«El presidente Nkurunziza ha vuelto a Burundi después del intento de golpe de Estado. Él felicita al ejército, a la policía y al pueblo», indicó un breve mensaje de la Presidencia el viernes 15. No obstante no apareció en público y no se indicó donde estaba «por razones de seguridad».

Sin embargo, horas después el general Godefroid Nyombare anunció el fracaso del golpe: «Hemos decidido rendirnos. Espero que no nos maten».

Ese mismo día fueron detenidos tres responsables de la intentona golpista: el general Cyrille Ndayirukiye, ex ministro de Defensa Nacional, el comisario Helmenégilde Nimenya, encargado de la planificación en la Dirección General de la Policía Nacional, y Zénon Ndabaneze, funcionario también de la Policía Nacional.

Finalmente este domingo 17 oficiales declararon ante la Fiscalía General para responder por su presunta participación en el derrocamiento de Nkurunziza. El portavoz presidencial, Gervais Abayeho, ratificó que entre los deponentes figuraron tres generales del Ejército y dos de la Policía.

En su reaparición pública, el presidente del país no habló de los acontecimientos recientes pero no descartó aplazar las elecciones. Al respecto El consejero de comunicación de la presidencia, Willy Nyamitwe, dijo que si «ocurrió en 2005, en 2010, ¿por qué no en 2015 si la Comisión (electoral) considera que se pueden aplazar (las elecciones) en dos o tres días, o una semana».

Durante los días de tensión y enfrentamientos tanto el Consejo de Seguridad de la ONU como el papa Francisco llamaron a la paz y estabilidad del pequeño país africano pidiendo que se eviten represalias que agudicen el conflicto.

Sudán del Sur no consigue estabilidad y el conflicto interno se agudiza

Sudan del SurLas Naciones Unidas dieron cuenta la última semana de lo difícil que se ha vuelto la situación en el país más joven de la tierra (declarado independiente el 9 de julio de 2011).

A comienzos de la semana pasada se llevaron a cabo enfrentamientos entre grupos de desplazados internos en diversas partes del país producto de la crisis interna pero también de la situación de miseria en la que se encuentra la población. Según el coordinador humanitario de la ONU en Sudán del Sur, Toby Lanzer, la organización «se vio obligada a repatriar a sus empleados por el deterioro de la situación de seguridad y la escalada de violencia en más de 80 sitios de este país».

En este marco el Consejo de Seguridad de la ONU amenazó con avanzar en las sanciones contra personas y entidades del país. «Estamos dispuestos a sancionar a quienes amenacen la paz, la seguridad y la estabilidad, en sintonía con la Resolución 2206, de 2015, y la postura fijada por la Unión Africana», advirtió el organismo.

Ante el renovado escenario de la posibilidad de sanciones, el embajador sursudanés en la ONU, Francis Deng, las consideró contraproducentes. «Ahora que ese régimen punitivo parece activo y próximo a ser operacional, reiteramos nuestro fuerte llamado a las posiciones constructivas», expuso Deng, quien pidió a Naciones Unidas no medir «con el mismo rasero a un Gobierno electo democráticamente y a sectores empeñados en derrocarlo por la fuerza».

El conflicto en Sudán del Sur se desató en diciembre de 2013 cuando efectivos de las fuerzas de seguridad se sublevaron, lo que el presidente Salva Kiir identificó como un intento de golpe de Estado. Desde entonces su ex vice, Riek Machar, ha comandado las fuerzas insurgentes. La guerra civil ha causado, de acuerdo a estimaciones de la ONU, dos millones de desplazados.

Un endeble acuerdo de paz en Mali

MaliEl viernes pasado se llevó a cabo en Bamako, capital de Mali, la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno, grupos armados pro-gubernamentales y algunos grupos rebeldes. No obstante el llamado Acuerdo de Paz y Reconciliación Nacional que busca poner fin a un conflicto de varios años no tuvo el respaldo de las principales organizaciones tuareg de la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA) que busca constituir un Estado independiente al norte del país.

La CMA ya había rechazado en marzo la propuesta gubernamental por considerar que no cumplía las expectativas respecto a la región del Azawad (donde buscan constituir el nuevo Estado) y se estancaron en abril por los choques entre separatistas y grupos armados leales al Ejecutivo.

Desde el mes pasado, el gobierno y representantes diplomáticos incrementaron la presión sobre los movimientos armados con la insistencia de firmar la paz para garantizar un frente común contra los grupos islamistas, que amenazan a la estabilidad maliense y de toda la región del Sahel.

Los tuareg encabezaron en 2012 una rebelión donde declararon la independencia del Estado de Azawad, en el norte Mali (que incluye las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao, declarada la capital). Esto provocó una intervención militar francesa para sostener la integridad territorial del país y la instalación de una Misión militar de la ONU, la Minusma. Sin embargo el conflicto no amainó y los tuaregs siguen luchando por su reivindicación territorial.

 

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas