Europa

12 mayo, 2015

Deuda griega: Una reunión, un acuerdo por cumplir y pocas salidas

Este lunes hubo una nueva reunión entre el gobierno griego y el Eurogrupo para evaluar distintas medidas económicas y la posibilidad de habilitar el rescate financiero al país heleno para que pueda saldar sus deudas. Todavía sin acuerdo, la fecha límite se acerca. Syriza cuenta con un respaldo mayoritario en la población que no quiere nuevas medidas de austeridad.

A partir del acuerdo del 20 de enero, Grecia se había comprometido a presentar un listado que especifique qué medidas implicaban concretamente su compromiso con el Eurogrupo. Pero las diferencias que se mantienen hacen que ese «listado» aún no se haya presentado.

Sin esa información el Eurogrupo se niega a prorrogar el rescate de 7.200 millones de euros que el país heleno necesita para poder saldar sus deudas y el plazo de vencimiento para que el rescate se lleve adelante es el próximo 30 de junio.

El gobierno griego no acepta las reformas que buscan imponerle recortando el presupuesto fiscal afectando a los sectores más perjudicadas por la crisis económica que atraviesa el país. Así lo ha dejado en claro el comunicado emitido por el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, cuando destacó: «Nuestro Gobierno tiene otra percepción de lo que significan las reformas y que nuestras reformas no tienen relación alguna con las prácticas que contribuyeron durante décadas al subdesarrollo del país».

Este lunes, con ese mismo comunicado se anunció la reincorporación de 595 trabajadoras de limpieza al Ministerio de Finanzas. Esta decisión fue consecuencia de la aprobación de la ley de reforma administrativa que impone la reincorporación de trabajadores cuyos despidos han sido declarados inconstitucionales por el Tribunal Supremo de Justicia. Otra de las medidas sancionadas recientemente por el parlamento, y que va a contramano de las políticas de austeridad, es la reapertura de ERT -la televisión pública griega cerrada hace dos años-.

Mientras tanto, desde el Eurogrupo se exigen «garantías» al gobierno griego de que llevara adelante las «reformas» que ellos están exigiendo. Mientras tanto se continúa apelando al miedo que genera en el continente una posible salida de Grecia de la zona Euro.

El Eurogrupo y sus reuniones

Este lunes se llevó adelante una nueva reunión del Eurogrupo en Bruselas con el objetivo de encausar las diferencias y hacer posible la prórroga del rescate que Grecia necesita para afrontar los próximos vencimientos de deuda. Como habían anunciado previamente varios ministros no se anunciaron nuevos acuerdos pero se trato de un paso adelante en comparación con el encuentro precedente.

El último 24 de abril la reunión informal del Eurogrupo en Letonia había sido sumamente tensa y así lo reconocieron todos los que allí participaron. Esa situación llegó a que el gobierno griego modifique la composición del grupo negociador dando señales de que buscaba calmar la situación.

En este caso, tampoco se modificaron las líneas principales de la negociación. Luego de la reunión, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsslbloem, dejó en claro que «no habrá desembolsos mientras no haya una lista completa de de las reformas que debe hacer Grecia». Por su parte Varoufakis reconoció que «la situación de liquidez -de Grecia- es terriblemente urgente».

El dato significativo en esta reunión fue que a través del comunicado se expreso una «satisfacción en los avances logrados hasta el momento». También se confirmó que este martes Grecia pagará el vencimiento de deuda de 753 millones de euros al FMI.

Las salidas para la deuda griega

Atenas busca que este pago al FMI, así como su compromiso de honrar todas las deudas, sea uno de los «progresos» a tener en cuenta a la hora de continuar la negociación y que el Banco Central Europeo (BCE) no le restrinja la financiación. Para promover ese clima favorable, el portavoz gubernamental Gabriel Sakellaridis declaró este lunes que «el gobierno no está considerando ningún Plan B».

Los próximos vencimientos de deuda con el FMI son: en junio por 1.544 millones de euros; en julio por 452 millones; y en septiembre por otros 1.544 millones. Por otra parte Grecia debería devolverle al BCE 3.457 millones de euros en julio y 3.188 millones en agosto. La suma de las deudas a pagar al FMI y al BCE en lo que falta del 2015 llega a 13.386 millones de euros y 10.185 se vencen en los próximos tres meses.

Por el otro lado, desde las «instituciones» (Comision Europea, BCE, FMI) se apuesta a que Grecia tenga que continuar con las políticas de ajuste fiscal de la forma en que se han venido llevando adelante durante los últimos años. En caso contrario, apunta a restringir más el mecanismo extraordinario de liquidez que permite al país continuar pagando la deuda, así como también mantener bloqueados los 7.200 millones de euros del último rescate -que se acordó otorgarle en febrero- . Pero, su principal objetivo no está solamente en que el gobierno griego se vea acorralado ante sus compromisos externos.

La verdadera apuesta de quienes amenazan con la posibilidad de un «Grexident» (quiebra accidental de Grecia) no es muy distinta a la situación que se vivió en Argentina con la crisis del 2001. La imposición de un corralito cambiario o el pago de salarios y pensiones con pagarés sería la consecuencia inmediata de la insolvencia del país heleno. Esas serían, según los partidarios de las políticas de austeridad, las consecuencias de desafiar el status quo neoliberal en el continente.

El pueblo griego no quiere más austeridad

No obstante, la apuesta a debilitar al gobierno griego no parece estar teniendo resultados. Incluso hasta parecen tener que ceder a los argumentos que hasta hace pocos meses esgrimía Syriza para enfrentar a la «troika».

El ministro de Finanzas alemán Wolfganf Schäuble declaró este lunes que «si el Gobierno griego quiere celebrar un referéndum, entonces dejémosles celebrar un referéndum. Podría ser incluso una medida útil para que el pueblo griego decida si está dispuesto a aceptar lo que es necesario o si quiere algo diferente».

El funcionario alemán parece olvidarse que semejante propuesta para solucionar el problema de la deuda ya fue realizada por el ex-primer ministro griego Yorgos Papandreo en el 2011. En esa ocasión, desde la troika amenazaron con expulsar al país del Eurogrupo en caso de que el referéndum se llevara adelante.

A contramano de lo que buscan los gobiernos conservadores del continente, la principal fortaleza del gobierno griego se expresa en una reciente encuesta de MRB publicada en la edición dominical de Realnews. En ella se destaca que Syriza cuenta con el apoyo directo del 36,1% de la población, mientras que los conservadores de Nueva Democracia solo llegan al 20,9%.

Pero un dato más importante aún es que las principales orientaciones del nuevo gobierno coinciden con los deseos de las mayorías. En esa misma encuesta se destaca que el 85% de los griegos está a favor de permanecer en la zona Euro y que aproximadamente el 90% está en contra de medidas de austeridad como disminuir salarios y pensiones o aumentar el IVA. También un 72% de los griegos evalúa que se llegará a un acuerdo con el Eurogrupo a partir de concesiones por parte de ambas partes.

Para que se cumpla el rescate es necesario un acuerdo antes del 30 de junio y una nueva reunión del Eurogrupo se llevará adelante ese mes en Luxemburgo. Evidentemente, el drama de la deuda griega continuará.

Lucas Villasenin – @villaseninl

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