22 abril, 2015
De colocaciones de bonos y fondos buitre
El gobierno nacional colocó en el mercado el Bonar 2024, obteniendo 1415 millones de dólares y superando el monto esperado inicialmente de 500 millones. Restricción externa, financiamiento, y la larga mano de los fondos buitre y la justicia norteamericana.

El Ministerio de Economía logró colocar este martes en el mercado el Bonar 2024, obteniendo por dicha colocación 1415 millones de dólares, muy por encima de lo esperado antes de salir al mercado, cuando el llamado a licitación indicaba que el monto inicial, ampliable, sería de 500 millones de dólares.
El resultado de la emisión de este bono fue dado conocer por el ministro Axel Kicillof, de gira por Rusia junto a parte del gabinete nacional y la propia presidenta Cristina Fernández, y detalló que la oferta recibida superó los 1800 millones de dólares, de los cuales se colocaron 1415.
Según el comunicado difundido desde el Palacio de Hacienda la oferta superó 3,76 veces el monto original licitado. El precio de corte para el mismo fue de 103 dólares por cada 100 dólares de valor nominal, con un rendimiento anual del 8,75%. Su vencimiento es en mayo de 2024, amortizado en seis cuotas anuales, siendo la primera en mayo de 2019. La tasa de interés devengada se paga semestralmente.
Al dar a conocer la noticia, Kicillof señalo que “esa subasta se dio en una de las peores crisis financieras internacionales, por el derrumbe del precio del petróleo”. El monto final de la colocación da cuenta según el titular del Palacio de Hacienda de que “la idea de los que decían que ‘Argentina está aislada del mundo’ queda totalmente sepultada”. Según indicaron desde Economía lo recaudado permitirá financiar obras de infraestructura y construcción de viviendas populares.
La utilización de este instrumento no es nueva, siendo emitido en mayo de 2014 para pagar la indemnización a Repsol por la estatización de parte del paquete accionario de YPF, su liquidez y tasa de retorno nominal lo llevaron a convertirse en una opción para importantes inversores.
Fondos buitres y financiamiento
La decisión de utilizar el Bonar para conseguir financiamiento llega luego de dos intentos fallidos que el equipo económico buscó llevar adelante en los últimos tiempos. Por un lado el canje del Boden 2015 por el Bonar 2024, ofrecido en diciembre del año pasado, que con un objetivo de tres mil millones de dólares solo obtuvo 286 millones. Por otro lado, el bloqueo de los fondos buitre y del juez Thomas Griesa, aliado a estos capitales especulativos.
A comienzo del año el gobierno intentó probar suerte mediante los bancos Deutsche y JP Morgan, pero apareció la mano del octogenario magistrado neoyorquino para cerrar esta vía.
El Bonar 2024 se encuentra lejos del alcance de la justicia norteamericana, operando bajo ley local, y excluidos del mismo todo tipo de intermediación financiera o agentes colocadores externos. Elemento destacado por Kicillof al comunicar los resultados de la colocación en el mercado.
Al momento de conocerse el llamado a licitación, el abogado del fondos buitre NML Capital de Paul Singer, Robert Cohen, señaló en un comunicado que todos aquellos que buscaran ser parte de esta emisión del bono, “deberían entender que parece tener todas las características de deuda externa, que está cubierta por nuestros derechos de pari passu”, y agregó que estaban “analizando de cerca esta transacción altamente inusual para determinar qué acciones son apropiadas”.
Kicillof también se refirió a esta cuestión y sostuvo que “estos fondos buitre buscan otra vez extorsionar para asustar a quienes quieren trabajar con Argentina”. Remarcó por otro lado que la emisión del Bonar se encuentra fuera del alance de los fondos buitre ya que opera bajo ley local.
Esta búsqueda de financiamiento, ahora mediante la utilización del Bonar, responde a la necesidad de la economía argentina de proveerse de dólares en un contexto de restricción externa. Si bien el frente externo hoy se presenta menos turbulento que tiempo atrás, los problemas estructurales persisten y continúan dando cuenta del carácter dependiente de la economía nacional.
Cerrada la posibilidad de tomar deuda en los mercados externos, bloqueados tras la orden judicial de Thomas Griesa que quedó firme al no entender en el caso la Corte Suprema de Estado Unidos, el equipo económico sondeó otras posibilidades y allí aparecieron principalmente el canje de monedas, Swap con China, sumado a lo recaudado en licitaciones de 4G o la emisión de este tipo de bonos.
Leandro Navarro – @navarro_lean
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