16 abril, 2015
A Fanatic By Choice: ¡Queremos a los Chili Peppers!
Notas entrevistó a Pablo Martínez Dutra, uno de los directores del primer documental argentino sobre los Red Hot Chili Peppers: A fanatic by choice. Rock, pasión y una vuelta al mundo desde la mirada de los fanáticos a un click de distancia.

Se estrenó el primer documental argentino sobre los Red Hot Chili Peppers. Con foco fundamentalmente en los fanáticos de la banda, el trabajo hace un recorrido alrededor del mundo siguiendo cómo viven el día a día los seguidores de una de las bandas más populares del rock. Notas – Periodismo Popular entrevistó a Pablo Martínez Dutra, uno de los directores. Rock, pasión y una vuelta al mundo a un click de distancia.
– ¿Qué significa para vos ser hincha de los Red Hot Chili Peppers?
– Creo que es algo que no se puede describir con palabras. Lo puedo abordar desde varios lugares: la música, la comunidad de amigos, etc. De ahora en más, puedo decir con orgullo que cada vez que alguien me pregunte esto, le voy a decir «mirá A Fanatic By Choice, ellos lo explican mejor que yo».
– ¿Qué repercusiones tuvo hasta ahora el estreno?
– Está siendo una locura. La película tuvo una excelente devolución por parte de la crítica especializada y la prensa. Pero principalmente los fans, que eran los que más nos importaba que se sientan a gusto con nuestro trabajo, son los que mejor reacción tuvieron. La gente se emocionó con la película, al punto del llanto, al punto de la risa y, lo más importante, al punto de la identificación. Eso es imposible no verlo como una misión cumplida.
– ¿Cómo nació la idea de hacer el documental?
– Con Andrés Medina (más conocido por Rana Fonk en el ambiente rockero) nos conocimos a fines del 2012, después de que él vino de seguir a la banda por más de diez shows en Europa. Una mañana nos juntamos a desayunar, intercambiamos regalos (él me dio unos setslist de shows que había ido, y yo un show multicam que edité sobre uno de los recitales en los que estuvo en Europa, y un dvd que hice del show de RHCP en Argentina en el 2011), y ahí él me dijo: «Algún día vamos a hacer una película sobre los Peppers». Ése día nació la idea y el resto se fue dando de forma natural. Él se descubrió como un muy buen narrador de historias y yo estudio cine, así que una cosa llevó a la otra.
– ¿Qué los llevó a decidir poner el foco en los fans aún más que en la banda?
– Porque nosotros somos fans comunes y corrientes, pero el sentimiento por la banda es inmenso. Hacer un documental enfocado en la banda suponía una serie de riesgos: 1) demasiada subjetividad, 2) dificultad para hacerlo viable y posible (presupuesto y, lo más importante, acceder a ellos). Pero más allá de esto, escribir o hablar sobre ser un fan de la banda es algo sobre lo que entendemos y nos sale natural, así que ¿quién mejor que nosotros para hacerlo? A los fans, me refiero. Algun día a alguien se le iba a ocurrir, jaja.
– ¿Qué recorrido hicieron para llevar adelante la construcción de A fanatic by choice?
– Muchas ideas que fuimos descartando, pero siempre sabiendo que los fans en todo el mundo iba a ser la idea base. Empezamos queriendo hacer la biografía de la banda, pero centrada en el punto de vista de los fans. Terminamos dejándolo de lado, aunque hay algo de eso al comienzo de la película. Los de la primera generación dan un contexto musical de cuando nació la banda. Después ya decidimos bien lo que queríamos hacer y nos pusimos a contactar a todos, que se coparon al toque.
– ¿Alguna historia de las retratadas en el documental te marcó más que otra?
– Las de Karina -de Buenos Aires- y Trevor -de Isle of Wight en Inglaterra- es imposible que no te marquen más que el resto, por el valor a nivel vivencia que tiene. Sin desmerecer las otras historias, Karina y Trevor dan un testimonio de vida. Un relato de supervivencia que tiene a la banda como un motor clave. Creo que eso no te hace más fan que el resto, ni mucho menos, pero no hay cantidad de discos coleccionados, shows vistos en vivo y años siguiéndolos que supere a usar la música como un refugio para seguir viviendo. El poder del arte en su máxima expresión.
– ¿Cómo articularon el laburo con Andrés Medina estando el en México y vos en Argentina?
– Mediante redes sociales y mandándonos audios casi todos los días por whatsapp. Suena imposible, pero lo hicimos. Yo edité la película, así que cada vez que avanzaba sobre una bloque considerable de la historia, se lo enviaba a México. Y ahí lo seguíamos trabajando, hasta que quedó el corte final. Todo eso, a través de la compu.
– A pesar de la gran difusión que vienen teniendo, no es un detalle menor que es una realización al costado de la industria ¿Cómo funcionó eso?
– Creo que hasta los que no saben de cine se deben imaginar que si uno quiere hacer esta película de forma profesional y, de alguna manera, industrial, es carísimo. Primero y principal, el presupuesto para viajar por más de 20 ciudades de todo el mundo. Imposible para sólo dos seres humanos: un padre de familia y un estudiante. No lo pensamos dos veces, así que la mayoría de los testimonios que ven de todo el mundo nos lo enviaron los fans desde sus ciudades, con la colaboración de un montón de gente.
Creo que, sin exagerar, en esta película terminaron laburando casi 50 personas. Pero ninguna vio un mango, y así queríamos que sea, porque este es un documental sin fines de lucro. No pretendemos ver un peso de todo esto, porque es una obra de pura expresión y sentimiento de devolver la inspiración que nos da la banda hace tanto tiempo.
– ¿Surgió la idea de continuar esto, ya sea siguiendo un poco más a los Peppers o con otra banda?
– La idea nace y muere con los Peppers. Si alguien quiere hacer algo parecido con otra banda, bienvenido, así conocemos a otros fans. Pero la idea de esta película también era mostrar que los fans de esta banda no son unos sacaditos que se les tiran encima gritando cuando los ven. Boludos así debe haber, pero por suerte son una fracción ínfima. La mayoría es parte de una comunidad hermosa que entendió que los Peppers son seres humanos comunes y corrientes. Unos fucking genios, pero seres humanos al fin.
– Los fanáticos argentinos, según grandes como Los Ramones o Megadeth, son especiales para el mundo de la música. ¿Sentís eso con los Red Hot?
– Sí, por lejos. Anthony Kiedis dijo una vez en el blog de la banda que el show que dieron en Buenos Aires en el 2011 tuvo el mejor público de la historia de la banda. Chad Smith le dijo una vez a unos brasileros que no hay como el público argentino y cuando se lo preguntaron por Twitter también lo afirmó. Flea en una entrevista con ESPN (sí, con ESPN) dijo que no hay como el público argentino. Y así tengo miles de ejemplos. Los tipos aman este país y a sus fans. Realmente no hay como el fan argentino. Rana viajó mucho en esta última gira de la banda y me dijo que en Inglaterra hay un muy buen público, pero no le llega al local.
– De acá en adelante, ¿qué recorrido va a hacer A fanatic by choice?
– Por ahora vemos la repercusión que tiene online. Después nos pondremos a regalar dvd’s o cosas así. Capaz haya alguna proyección para los fans en una sala, como se debe. Pero eso último está en tratativas todavía, no es seguro. Y después, a torrentearlo y esparcirlo por todos lados, como el germen pepper que nos hizo hacer esta película.
Iván Soler – @vansoler
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