2 abril, 2015
Una victoria para conservar la ilusión
En el día de su aniversario número 107, San Lorenzo se regaló una victoria que lo mantiene con vida en el grupo 2 de la Copa Libertadores. Fue 1 a 0 al San Pablo. El gol lo convirtió Martín Cauteruccio.

En el día de su aniversario número 107, San Lorenzo se regaló una victoria que lo mantiene con vida en el grupo 2 de la Copa Libertadores. Fue 1 a 0 al San Pablo. El gol lo convirtió Martín Cauteruccio.
Hay cumpleaños y cumpleaños. Y este, el 107 de San Lorenzo, debía festejarse con globos, serpentinas y aliento, pero lo más importante para los dirigentes, jugadores e hinchas era lograr una victoria frente al San Pablo para conservar las chances de pasar la fase de grupos. Y el papel picado no se mojó, la piñata tuvo muchos juguetes y caramelos, y aunque la actuación del protagonista del cumple no fue brillante, fue suficiente para que todos vuelvan contentos a sus casas.
La dicha, que no es una cosa alegre, quiso que San Lorenzo comparta grupo con dos equipos brasileros y un uruguayo, lo que presume de por si una instancia compleja de ser superada. Y esta no parece ser la excepción. Por eso, con Corinthians con puntaje ideal (12 sobre 12) y seguro puntero del grupo, San Lorenzo y San Pablo disputaron un partido para ver cuál será el que ocupe la segunda plaza que otorga el grupo dos. Danubio cierra el grupo con cuatro derrotas en fila y está destinado a ser parteneire de lo que venga.
San Lorenzo, con la confianza de un juego que crece en el campo, desde una defensa que gana en solvencia, un medio que comienza a hacer pie y un Matos que demuestra con creces que los pingos se ven en la cancha y que en los micrófonos todo es soluble, recibió a un San Pablo que lo había vencido sobre la hora en Brasil y que lo aventajaba en la tabla por esa victoria.
Los primeros minutos del partido mostraron a un San Lorenzo presionando arriba, ganando las divididas y atacando por el bando derecho, con Bufarini, Mussis y Romagnoli como triángulo que finalizaba todas sus acciones en centros. Con el correr de los minutos, San Pablo comenzó a manejar la pelota, jugando casi a uno o dos toques, sin profundizar pero llevando a Mercier a pararse más atrás en el campo y con ello dejando sin apoyo a Blanco y Matos en el ataque porque el equipo de Bauza se retrasaba.
Apenas algunos centros mal despejados y córners fueron los acercamientos estériles de un San Lorenzo que en el segundo tiempo arrancó peor que como terminó la primera parte. San Pablo manejaba la pelota, con Centurión como sugerente peligro pero con la displicencia del caso. Al cambio obligado de Quignon por Kalinski, Bauza le agregó el ingreso de Villalba por Mussis para ganar en profundidad. Cuando el trámite del partido mostraba más de lo mismo, a la cancha Cauteruccio por Romagnoli.
Pero a los 26 del segundo tiempo y como siempre, Matos ganó de cabeza. La pelota le cayó a Cauteruccio quien luego de dominar tiró un sombrero a su marcador, lo superó en carrera y cuando entró al área definió con un remate fuerte, arriba de la cabeza de un Rogerio Ceni que nada pudo hacer ante el disparo del delantero uruguayo.
Los últimos 20 minutos de partido mostraron a un San Lorenzo replegado peligrosamente sobre su terreno pero a un San Pablo inexpresivo como casi todo el partido. El árbitro chileno Enrique Osses marcó el final y la gente de San Lorenzo pudo festejar el cumpleaños de su institución con una sonrisa dibujada en la comisura de los labios.
Quedan dos fechas y tanto San Lorenzo como San Pablo dependen de sí mismos. Ambos tienen 6 puntos y deben jugar un partido en casa y otro de visita. El miércoles festejó San Lorenzo, fue su cumpleaños. Cuando termine abril, se sabrá cuál de los dos se lleva el souvenir.
Federico Coguzza – @Ellanzallama
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