19 marzo, 2015
Renunció el vicerrector de la UBA ligado el ex agente de inteligencia Stiusso
Darío Richarte, vicerrector de la UBA presentó su renuncia este miércoles, mediante una carta al rector Alberto Barbieri. Si bien alegó «motivos personales», desde que asumió venía siendo denunciado por su ligazón con los servicios de inteligencia.

Darío Richarte, vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA) había pedido licencia por 90 días hace dos semanas. Este miércoles, mediante una carta al rector Alberto Barbieri, presentó su renuncia. Si bien alegó «motivos personales», desde que asumió venía siendo denunciado por su ligazón con los servicios de inteligencia.
«Razones personales me hacen tomar esta decisión que es muy ajena a lo que oportunamente imagine cuando hace casi un año el Consejo Superior me designó para tan importante cargo», comienza el texto de Richarte donde desarrolla los motivos de su renuncia.
Luego realiza un repaso por su trayectoria dentro de la UBA como estudiante y docente, donde ejerció distintos cargos: desde presidente del Centro de Estudiantes de Derecho, pasando por subsecretario académico de la Universidad, hasta su actual puesto de vicerrector. Allí también agradece a quienes lo «defienden cotidianamente de los ataques» y les pide que no lo hagan más, ya que él asumirá su propia defensa.
Finalmente plantea que «en el actual estado de cosas» no es bueno para la Universidad «que su repercusión pública esté relacionada con una discusión acerca de las características personales de una o varias personas». Acto seguido agrega: «La universidad tiene que trascender socialmente por la expresión de sus funciones primordiales de docencia, investigación y extensión y no por falsos debates impulsados por minorías apadrinadas».
Este final puede parecer confuso ya que Richarte no explica a que se refiere. Sin embargo, para la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y la mayoría estudiantil en el Consejo Superior, la situación es bastante más clara.
«Un servicio de inteligencia no tiene nada que ver con la universidad pública»
Desde que asumió su cargo como vicerrector, la FUBA (que nuclea a los 13 centros de estudiantes de la UBA) inició una campaña de denuncia en su contra. Es que Richarte, además de su amplia trayectoria en la Universidad pública, también tuvo incursión en la política y el ámbito privado.
En el año 2001, durante la represión del 19 y 20 de diciembre, oficiaba como número dos de la Secretaría de Inteligencia (SI). A su vez, el estudio de abogados que dirige tuvo como clientes al vicepresidente Amado Boudou y al ex encargado de controlar los peajes Claudio Uberti, echado del Gobierno luego del episodio de las valijas del ciudadano venezolano Guido Antonini Wilson.
Este prontuario fue el que llevó a los estudiantes a denunciar su participación en el gobierno universitario y exigir, desde un comienzo, su renuncia.
Cuando presentó su pedido de licencia desde la FUBA aseguraron que se debió a “los efectos del caso Nisman donde quedó expuesto como un hombre de Stiusso, lo que no sólo le valió la licencia en la UBA sino que también debió renunciar de su rol como abogado defensor de Boudou en la Causa Ciccone”.
De esta forma desmintieron la posibilidad de que su renuncia tenga que ver con motivos personales. Así lo explicó el presidente de la Federación, Adrián Lutvak: “Richarte en su carta de renuncia argumenta que lo hace para que se deje de debatir sobre su figura y que se ‘vuelvan a debatir los verdaderos ejes de discusión’, para nosotros eso es una clara muestra de que no pudieron esconder la gravedad de nuestra denuncia bajo el tapete”.
El dirigente estudiantil y militante de la agrupación La Mella añadió que «la situación del vicerrector se había vuelto insostenible desde que a raíz de la muerte de Nisman la SIDE y sus manejos oscuros se volvieron el centro del debate”.
«Lo consideramos un triunfo porque hace un año venimos encarando la campaña por su destitución, señalando que nada tiene que ver un ex funcionario de la SIDE con la universidad pública, y hoy efectivamente tiene que renunciar porque las campaña ha crecido enormemente y ya no pueden sostener la figura de Richarte públicamente», apuntó Lutvak.
También explicó que esto fue impulsado por una parte del movimiento estudiantil, por las organizaciones de izquierda que conducen la FUBA y tienen la mayoría de la representación estudiantil en el Consejo Superior. Sin embargo «en la vereda de enfrente los consejeros de Nuevo Espacio-Franja Morada votaron y defendieron todo este tiempo a un ex integrante de la SIDE».
Los estudiantes informaron que, a pesar de tener representantes en el Consejo Superior, se enteraron de la noticia a través de los medios de comunicación. «El Rectorado no se comunicó con nosotros porque va a querer hacer pasar esto como una mera renuncia por cuestiones personales para no pagar el costo político que implica tener que hacer renunciar al vicerrector electo hace un poco más de un año», concluyó el presidente de la FUBA.
Este jueves, a las 10 de la mañana los estudiantes realizarán una conferencia de prensa en la sede de la FUBA ubicada en Uriburu 950.
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