América Latina

5 febrero, 2015

Maduro pide apoyo a Unasur ante amenazas golpistas desde EE.UU.

El miércoles 4 de febrero, el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, visitó Caracas para reunirse con Nicolás Maduro. En el encuentro, el presidente de Venezuela le entregó información confidencial sobre el intento de golpe que, según aseguró, se promueve desde Estados Unidos.

El miércoles 4 de febrero, el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, visitó Caracas para reunirse con Nicolás Maduro. En el encuentro, el presidente de Venezuela le entregó información confidencial sobre el intento de golpe que, según aseguró, se promueve desde Estados Unidos.

Las tensiones entre EE.UU. y la República Bolivariana de Venezuela no son nuevas, pero en los últimos días han alcanzado dimensiones significativas.

Durante todo 2014, el Departamento de Estado apoyó explícitamente la campaña #LaSalida, legitimando a los graves hechos de violencia como “protestas pacíficas” y acusando al gobierno de Maduro de violaciones a los derechos humanos.

Las acciones violentas, que se extendieron durante varios meses, culminaron con 43 personas asesinadas y más de 800 heridos. Entre otras personas, ocho efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana fueron asesinados por disparos de francotiradores expertos, en un despliegue logístico que mostró gran preparación y disponibilidad de recursos, lo cual desmiente la idea de “protestas estudiantiles espontáneas”, como aún las presentan la mayoría de los medios privados internacionales.

En este marco, desde el secretario de Estado John Kerry hasta el propio Obama -pasando por muchos otros funcionarios de alto rango- presionaron por la liberación de Leopoldo López, el dirigente de extrema derecha que encabezó el llamado a derrocar al gobierno.

Hacia el final del año, las presiones tomaron la forma de sanciones contra referentes chavistas, a quien se los incluyó en una lista negra que les prohibe el ingreso al país. Estas medidas, que habitualmente crean un clima preparatorio de ofensivas mayores, son fogoneadas por los sectores más conservadores del bipartidismo nortamericano, entre los cuales se destacan legisladores como Marco Rubio e Ileana Ross Lehtinen.

Un 2015 más enrarecido

La semana pasada, al volver de la Cumbre de la CELAC celebrada en Costa Rica, Maduro denunció públicamente que el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, se reunió en enero con presidentes y primeros ministros de países caribeños, presionándolos para que se retiren de Petrocaribe -alianza energética que promueve Venezuela en la región- y asegurándoles que el presidente bolivariano sería derrocado en los próximos meses.

El martes 2 de febrero, la escalada continuó con las declaraciones del general Vincent Stewart, director de la Agencia de Inteligencia del Departamento de Estado, ante la Comisión de Asuntos Militares de la Cámara de Representantes, sobre las “amenazas internacionales” a EE.UU.

Allí, Stewart aseguró que durante 2015 continuaría la desestabilización en Venezuela. “En este año -aseguró- nosotros anticipamos que las organizaciones estudiantiles y la oposiciòn política van a organizar protestas en los meses previos a las elecciones legislativas”. Stewart, además, relacionó a la elecciones con “lo que eso podría significar en términos de violencia y los derechos humanos”. En otras palabras, esto significa que la nación del norte apuesta por nuevas guarimbas de los grupos derechistas que cuentan con su apoyo, apenas disimulado.

El mismo día, en su programa de radio y televisión, Maduro anunció que se reuniría con Samper, a quien le solicitó que desarrolle gestiones diplomáticas para buscar un mecanismo de diálogo con el gobierno de EE.UU.

El mandatario venezolano aseguró que detrás del golpe se encuentra la “mafia mayamera”, grupos de derecha “vinculados al negocio de lavado de dinero, que desde Miami hacen públicos videos para dividir a las Fuerzas Armadas, para que enfrenten al pueblo y derroquen al gobierno”. También informó que le enviará una carta al presidente Barack Obama, en la que “reflejará la posición de dignidad de la Venezuela bolivariana, alertándole de lo que hace su embajada en Venezuela y de toda la información que tengo de la conspiración del Departamento de Estado y de la CIA”. También señaló que “Biden no ha desmentido mi denuncia. ¡Es su vicepresidente, presidente Obama!”, exclamó.

El mismo martes, la Cancillería venezolana emitió un duro comunicado, en el que recuerda que “la reiteración de medidas coercitivas unilaterales contravienen la voluntad de todos los gobiernos y los pueblos de América Latina y el Caribe”, expresada en la reciente declaración de la Cumbre de la CELAC y en sendos pronunciamientos de Mercosur y Unasur. Tomando palabras de Chávez, el texto también señala que “Venezuela no será una colonia norteamericana nunca más” y ratifica su independencia y soberanía: “No reconocemos bajo ningún concepto la pretensión imperialista de imponer una jurisdicción extraterritorial ni injerencia de ningún tipo por parte de potencias extranjeras”.

Pocas horas después, Maduro dijo que “Stewart lee un guión de guerra sucia contra Venezuela” y le recomendó estar pendiente de las violaciones a los derechos humanos en EE.UU.

Respaldo de Unasur

Con una velocidad inusual, lo cual expresa el nivel de gravedad de las informaciones confidenciales que maneja el gobierno venezolano, Ernesto Samper acudió a la solicitud de Maduro. Durante la tarde del miércoles 4, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas se reunió en Miraflores con Maduro durante casi dos horas.

Al culminar la reunión, Samper y Maduro anunciaron que la próxima semana habrá una reunión de la CELAC, que será acompañada por el órgano ejecutivo de la Unasur, donde se tratará el tema.

“Le di detalles de elementos muy preocupantes de las amenazas de EE.UU. que se ciernen sobre Venezuela”, señaló Maduro. “Pedimos respeto por parte de EE.UU. y hemos pedido el apoyo de Uasur para que despeje el camino”.

Ernesto Samper señaló que “la posición de Unasur está en su Carta constitutiva. Cualquier intento de desestabilización que se produzca contará con el rechazo unánime de los países del organismo”. El ex presidente colombiano, electo el año pasado en el cargo de secretario general de Unasur agregó que democracia, paz y derechos humanos forman la trilogía en la que se asienta la integración de Sudamérica.

Fernando Vicente Prieto, desde Caracas – @FVicentePrieto

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