Nacionales

19 enero, 2015

La muerte de Nisman: Televisión y Twitter, la circulación de la noticia

Desde la 1 de la madrugada, en que los rumores empezaron a hacerse más fuertes, hasta las 3.30 am, hora en que un comunicado oficial confirmó el hecho, ni TN, ni C5N, ni Crónica, ni Canal 26 se animaron a poner en pantalla lo que en Twitter y algunos portales de noticias ya había sido confirmado.

Lunes, 2.48 am. El conductor del canal Todo Noticias, del Grupo Clarín, mantiene una conversación telefónica con uno de los cronistas estrella, Mario Massaccesi, que desde Puerto Madero balbucea lo que allí sucede. “Algo se supo, gracias a las filtraciones en Redes Sociales, pero no ha habido confirmación oficial”. Uno a uno, mientras llegaban los móviles, los periodistas siguen estirando el aire sin dar ninguna certeza.

El primero en confirmar la noticia en su cuenta personal fue Damián Patcher, un periodista del Buenos Aires Herald, y poco a poco otros colegas fueron sumándose. Sebastían Abrevaya, sub-editor de la sección política de Página/12, aseguró, a las 2.30 AM que el fiscal Alberto Nisman, había sido encontrado muerto en el baño de su casa, por un disparo de un arma de calibre menor.

 

Desde la 1 de la madrugada, en que los rumores empezaron a hacerse más fuertes, hasta las 3.30 am, hora en que un comunicado oficial confirmó el hecho, ni TN, ni C5N, ni Crónica, ni Canal 26 se animaron a poner en pantalla lo que en Twitter y algunos portales de noticias ya había sido confirmado.

Yo acuso

El pasado 15 de enero, Nisman, fiscal en la causa que investiga la voladura de la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) había denunciado al Gobierno Nacional por “negociar un plan de impunidad» y encubrir a los prófugos iraníes acusados de la voladura a la mutual judía y había pedido la indagatoria de la presidenta Cristina Fernández y el canciller Héctor Timerman.

Según el fiscal, dos años antes de la firma del acuerdo de cooperación entre Argentina e Irán ya había comenzado una negociación entre funcionarios de ambos países con el fin de encubrir a los responsables del atentado que se cobró 85 vidas y dejó 300 personas heridas. El fundamento de la presentación judicial se basaba en una serie de escuchas telefónicas en los que, de acuerdo a Nisman, siguiendo órdenes de Cristina Fernández, los distintos dirigentes habrían entablado un pacto en el que se negociaría la impunidad de los ex funcionarios iraníes a cambio de acuerdos comerciales.

Nisman iba a participar este lunes por la tarde de una reunión en el Congreso de la Nación donde se había comprometido a presentar evidencia que fundamentara la denuncia a la presidenta de la Nación y distintos funcionarios del gobierno de conspirar con el gobierno iraní para encubrir a los responsables del atentado a la AMIA. Además, Wikileaks reveló la semana pasada que el fiscal tenía vínculos con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en la Argentina.

De una pantalla a la otra

Hasta que la Fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein, declaró oficialmente que el cuerpo hallado en el departamento era efectivamente el de Nisman, y de confirmar además, como había adelantado Cristian Blicharski, el hallazgo en el lugar de un arma calibre .22, el uso del potencial, tan bastardeado cuando aparece en los títulos de los grandes medios, fue el único refugio que los productores encontraron para mantener la cordura.

Y si bien algunos periodistas y tuiteros celebraban el hecho de que la información haya llegado antes a una Red Social que a un medio, o mientras se hacían referencias a las series House of Cards y The Newsroom, la noticia pasaba de ser un simple off the record a tomar la forma de lo que es sin dudas el primer escándalo político del 2015.

La velocidad de respuesta de un noticiero no puede, por cuestiones de logística, ser el mismo que la capacidad de resumir, en 140 caracteres, algo que se rumorea. En la actualidad, los celulares son casi una segunda pantalla en la que el espectador tradicional puede encontrar, de forma actualizada, la información que por algún motivo los canales no pueden poner al aire.

Un estudio recientemente publicado por TNS, una consultora dedicada al estudio de tendencias de consumo, señala que el 48% de los espectadores se conecta a más de una pantalla por noche porque ver la televisión en exclusiva ya no es suficiente. El promedio de gadgets con los que suele contar el internauta ronda los cuatro dispositivos y, además, el aumento de contenido directamente por streaming ayuda a que la interacción sea diferente.

El fenómeno más claro en la actualidad se da cuando, de lunes a viernes por América, Santiago del Moro conduce Intratables, el programa que se ha convertido con el tiempo en el preferido de Twitter. Con un rating que para el canal en el que se emite es alto, este talk show hace que cualquiera prenda la computadora y, sin la necesidad de estar delante del televisor, se entere qué es lo que en el estudio sucede.

Alejandro Seselovsky, periodista de la revista Rolling Stone, publicó al respecto: “Las razones por las que ha triunfado el panel en la batalla de los formatos son básicamente presupuestarias. Llegará el día en que el capital de riesgo vuelva a la pantalla y entonces asistiremos a la extinción del panelismo, o por lo menos a la moderación de su uso como voz interpretativa. Mientras tanto, paneles y panelistas es lo que hay”.

Twitter es, entonces, un panel. Un panel en el cual todos podemos opinar, a riesgo incluso de hacerlo con liviandad sobre temas que merecen, al menos, un análisis mayor que el permitido por las limitaciones del microblogging.

 

Manuel Soifer – @tampocoestanasi

 

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