A falta de tampones buenas son «moon cups»

La falta o la «corrida» de tampones adquirieron un curioso estado público en nuestro país. El tema empezó a circular por los principales medios de comunicación y motivó una conferencia de prensa del secretario de Comercio, Augusto Costa y del ministro de Economía, Axel Kiciloff para explicar su faltante.

Cierto es que para las actividades del verano, el tampón resultó una solución superadora frente a la incómoda, irritante y anti-higiénica toallita. Se calcula que una mujer utiliza como mínimo 11 mil tampones o toallitas durante su vida. Con ese número en la cabeza uno podría calcular el gastó monetario y la cantidad de residuos generados por estas prácticas.

Hace algunos años y de manera soterrada, empezó a circular entre algunos círculos femeninos un articulo superador del tampón en los aspectos antes mencionados. Este articulo se llama «moon cup» (copa de la luna). Esto es una copa suave de silicona con forma de embudo que se usa internamente y funciona como recipiente para la menstruación, es decir que en vez de absorber el flujo menstrual lo recoge. La «copa» una vez llena se vacía, se lava y se reutiliza.

Sonia, bióloga, que consiguió la copa de una amiga que la trajo de Inglaterra, considera que este producto es superador al tampón no solo por los costos ambientales de los residuos que genera, sino también en costos monetarios. Según explicó, en el primer año ya recuperó la inversión inicial de la moon cup.

Y es que, aunque su precio puede variar, se puede conseguir por 500 pesos lo cual, con el tiempo, significa una importante amortización de los gastos.

También sostiene que, a diferencia de lo que puede parecer, no resulta incomoda una vez colocada, y es más higiénica que los otros productos.

Felix Cariboni