Fútbol argentino

15 diciembre, 2014

Huracán y la frutilla del postre

Después de obtener la Copa Argentina, Huracán logró el ansiado ascenso a la primera del fútbol argentino. En Parque Patricios la fiesta es completa.

1 de noviembre: Huracán pierde 3 a 0 con Sportivo Belgrano. A los 24 minutos del segundo tiempo el partido se suspende por incidentes. Huracán queda último en su zona. Lejos del los puestos de ascenso. Frank Darío Kudelka deja de ser el entrenador.

27 de noviembre: En San Juan, Huracán enfrenta a Rosario Central por la final de la Copa Argentina. En el banco está sentado Néstor Apuzzo, director técnico de las inferiores del club. El partido termina 0 a 0. Es el turno de los penales. Cuando la suerte parece estar echada, aparece uno de sus baluartes, el arquero Marcos Diaz, quien le detiene el penal al “Sapito” Encina. Huracán vuelve a ser campeón después de 41 largos años.

Domingo 7 de diciembre: El globo se juega la chance de lograr el ascenso, o al menos de disputar un desempate con Atlético Tucumán, que tiene la misma cantidad de puntos (26). Huracán vence, con claridad y contundencia, a Independiente Rivadavia de Mendoza por 4 a 0. El equipo tucumano hace lo propio con Sportivo Santamarina, y después de arrancar perdiendo, gana 4 a 1. Hay desempate.

Domingo 14 de diciembre: En Mendoza y sin público, Huracán y Atlético Tucumán definen el ascenso a la primera. Bajo un diluvio, el Decano se pone en ventaja a través de Cristian Menéndez. Sin embargo, unos minutos después, el defensor Mancinelli empata el partido para el equipo de Parque Patricios. Hay alargue.

Van 12 minutos del primer tiempo suplementario. Apuzzo manda al terreno de juego a Alejandro Romero Gamarra. El pibe en la primera que toca, la manda al fondo del arco. Huracán arriba 2 a 1. Después vendrían dos goles más. Primero, otro baluarte, el delantero y goleador, Ramón Wanchope Abila. El cuarto es de Torassa, de penal. Delfino, árbitro del partido, marca el final. Huracán vuelve a primera.

En Parque Patricios todo es felicidad. Si algún desprevenido que por allí pasase se preguntara por qué, habría que decirle que por lo lindo que es el fútbol. Porque hace menos de un mes y medio, todo parecía perdido para la gente del barrio y hoy es todo alegría. Como aquella que por el 73 dejó una huella imborrable para la historia del fútbol argentino. Porque regresa a primera el club donde Herminio Masantonio escribió páginas doradas; donde Houseman, Brindisi y Babington derrocharon, de la mano del flaco Menotti, talento y fantasía.

Parque Patricios está de fiesta. Huracán le puso la frutilla al postre.

 

Federico Coguzza – @Ellanzallama

 

 

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