Cultura

10 diciembre, 2014

San Perón, el documental perdido

Durante las últimas semanas la noticia de un video hallado de casualidad por un turista en un viaje a Córdoba recorrió los medios. El objeto encontrado resultó ser un documental filmado en 1973 y provisoriamente nombrado como San Perón. ¿De qué se trata este arqueológico descubrimiento cinematográfico?

Durante las últimas semanas la noticia de un video hallado de casualidad por un turista en un viaje a Córdoba recorrió los medios. El objeto encontrado resultó ser un documental filmado en 1973 y provisoriamente nombrado como San Perón. ¿De qué se trata este arqueológico descubrimiento cinematográfico?

No es inusual el hallazgo, casi siempre sorpresivo, de míticas piezas audiovisuales en nuestro país. No mucho tiempo atrás, en Buenos Aires, la copia original de Metropolis de Fritz Lang que se consideraba perdida fue encontrada en el Museo del Cine de esta misma ciudad.

Quizá de menos valor para los cinéfilos del mundo, pero de mucha importancia para quienes entienden la cámara como una herramienta de transformación, fue la noticia de un documental casero encontrado en Córdoba. Su contenido es conciso: el testimonio de una madre de familia acerca de la inminente asunción de Héctor Cámpara a la presidencia tras las elecciones de 1973. El material fue entregado por un turista anónimo a Carlos Müller, el organizador del ciclo Dynamo, luego de comprar algunas cosas como un ventilador y un proyector en un viaje a la provincia mediterránea.

Entre esas cosas, una caja contenía un fílmico con una curiosa inscripción: “San Perón”. No pasó mucho tiempo antes de que Müller le pasara la copia de este peculiar retrato de época a Fernando Martín Peña, especialista de cine y conductor del ciclo Filmoteca de la TV Pública. Fue entonces cuando los fotogramas que componen la vida de Norma, jefa de un populoso hogar entrerriano, llegaron a los ojos de miles de espectadores por primera vez.

Las imágenes, poderosas, relatan la historia de Norma Teresa Cuevas de Aresta. De manera completamente observacional, el documental construye un relato en primera persona de esta madre de 17 hijos, quienes a lo largo de la jornada deben llevar la comida a la mesa de la manera que pueden: revolviendo residuos. El objeto a estudiar en el trabajo de estos realizadores anónimos, sin embargo, es otro: las expectativas de la mujer sobre el flamante gobierno de Héctor Cámpora en 1973.

En San Perón se logra ver al mayor de los hijos que en ese momento contaba con 18 años. Miguel Ángel Agresta, su nombre, cuenta 41 años después la importancia que cobra haber recuperado el material siendo la primera vez que vio a la familia entera. En diálogo con el portal de noticias Infobae contó que su madre «falleció cinco años después de realizado ese video, el 5 de febrero de 1978». Por eso la aparición del documental fue recibido por la familia «con asombro y alegría, mucha alegría. Tengo muchos sobrinos, muchos sobrinos nietos que no conocieron a su abuela y al ver el video todos se emocionaron. Ni contarte de mis hermanos».

Era común la producción de material audiovisual de carácter militante en ese momento. Sus exponentes más grandes fueron las agrupaciones Cine de La Base y Cine Liberación, dos maneras de pensar el vínculo entre el cine y la política de manera bien distinta pero con un objetivo en común: la revolución y la crítica al imperialismo.

De La Base, por un lado, fue encabezado por el director Raymundo Gleyzer y tomó cuerpo al momento de estrenar su película Los Traidores (1973). Aunque imperfecta, fue el puntapié para retratar en la ficción la trama de corrupción y vanidades más bajas en la burocracia sindical de una manera audaz.

Liberación, por otro lado, contaba con Pino Solanas y Octavio Getino como referentes políticos. Su monumental La Hora de los Hornos (1968) marcó un estilo de construir el relato documental. Ambos grupos mantuvieron distintas ligazones con las organizaciones políticas más importantes del momento como Montoneros y el PRT – ERP, produciendo sus documentales y filmando varias de sus acciones. Por supuesto es vasto el número de directores que entregaron su obra y hasta su vida para aportar a la lucha desde el cine.

Es difícil estabecer si San Perón tiene relación con alguno de aquellos grupos cinematográficos. Sin embargo la construcción es clara: mediante el testimonio retratado a los largo de 20 minutos, la intención es mostrar que había una opción entre los grupos sociales más pauperizados por la saliente Revolución Argentina: unirse alrededor del candidato del peronismo.

La cámara es hábil en este sentido, manteniendo cualquier explicación que no pertenezca al relato de Norma silenciada. Es su protagonista la que lleva adelante la historia, completamente personal. Sus palabras son fuertes: sus hijos salen a las 7 de la mañana para volver a las 12 y vuelven a salir una hora más tarde hasta las 4. De no conseguir la recaudación necesaria, salen de nuevo y vuelven a las 7 de la noche de cirujear.

Las imágenes son claras: mostradas de lo general a lo más cerrado del plano, 16 pares de manos trabajan cansinamente. La madre, con un bebé en brazos, explica que a pesar de que todos cuestionan su suerte de mantener tantos hijos nadie la ayuda con ellos. La conclusión de la robusta mujer es inequívoca: «Voté por Cámpora porque él era el único que iba a poder solucionar el problema de todo el país, principalmente que yo deseaba para mis hijos que tuvieran un bienestar mucho mejor de lo que estábamos teniendo».

Difícilmente Norma hubiera imaginado todo lo que pasaría el país pocos años después. Una cosa es segura, la cámara, poderosa herramienta que debiera ser puesta en favor de los desposeídos, retrató sus precisas palabras: “Porque somos pobres se creen a lo mejor que nos van a llevar por delante, pero están muy equivocados porque yo soy pobre y tengo lo poquito que tengo pero soy muy feliz. Y hay otros que son ricos y no son tan feliz como soy yo con tantos hijos y teniendo la felicidad que tengo».

 

Iván Soler – @vansoler

 

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas