Medio siglo de Beatles for Sale

Hace exactamente 50 años salía a la venta Beatles for Sale, el cuarto disco de estudio de la banda británica The Beatles. El álbum estuvo las primeras siete semanas en el puesto número 1 del ranking británico, lugar que ocuparía, con altibajos, durante once semanas en total.

Grabado en el medio de las giras, el disco incluyó varios temas de otros autores, lo que no había sucedido en el álbum anterior: A hard days night. Incluso Paul McCartney recordaría años más tarde que «grabar Beatles for Sale no nos llevó mucho tiempo. Básicamente era nuestro repertorio en directo, con algunas nuevas canciones».

Beatles for Sale incluyó seis versiones de temas de otros artistas, igual que sus dos primeros álbumes, y ocho canciones originales de Lennon y McCartney. La mayoría de las grabaciones se hicieron en un periodo de tres semanas, comenzando el 29 de septiembre de 1964.

Este disco tuvo influencia del género country en algunas canciones como I Don’t Want to Spoil the Party y I’m a Loser. Allí se pudo apreciar la influencia del músico Bob Dylan, generando un primer acercamiento entre el folk y el rock.

Por otra parte, influenciadas por el agotamiento de la banda tras el éxito y las giras, varias canciones tienen un carácter más sombrío que las diferencia del pop alegre que interpretaban hasta entonces. Eso se reflejó también en la portada del álbum, que muestra a los Beatles serios y cansados en una foto otoñal tomada por Robert Freeman en el Hyde Park de Londres.

En el comentario de contratapa, a cargo de Derek Taylor, se afirmaba: «Este es un disco cien por ciento 1965. De lo mejor que en este género pueda realizarse en el mundo en los momentos que corren». Y concluía: «He aquí, por lo tanto -y esa es la franca y sincera opinión de los cuatro Beatles John, Paul, George y Ringo- el mejor disco realizado por ellos hasta la fecha, desbordante exponente de todas las cualidades que los han convertido en la mayor atracción internacional de los últimos tiempos».