29 noviembre, 2014
Ajedrecistas argentinos en la cumbre
Los argentinos hemos llevado adelante importantes movimientos para participar de instancias internacionales: los enormes esfuerzos económicos, encontrar subsidios, tiempo y preparación generan que cuando la posibilidad de competir en un campeonato mundial se concreta, los niveles de auto-exigencia y concentración marcan resultados interesantes. Jugadores con talento y disciplina de estudio no faltan.

Un nuevo match por el campeonato del mundo tuvo término el fin de semana pasado y los resultados remarcaron que el noruego de 23 años Magnus Carlsen se quedó con el título por segunda vez consecutiva. Volvió a vencer a su mismo contrincante que en el 2013, el indio Viswanathan Anand, de 44 años, 6 veces campeón del mundo. Magnus encabeza hoy en día el primer puesto del ranking mundial con 2863 puntos de ELO. Su máxima puntuación fue de 2882 ELO en mayo del 2014, pero sus resultados anuncian una perspectiva de aumento. En una etapa del ajedrez mundial caracterizada por el desplazamiento de la histórica hegemonía soviética, Carlsen ha sabido incorporar a su juego el ascenso de una escuela globalizada, apropiándose de ideas y estilos de diversa índole y procedencia. Con un estilo práctico, especialista en obtener ventaja en posiciones “secas”, sin una gran preparación de aperturas, pero con una velocidad de visión táctica impresionante, Magnus reúne en su juego un conjunto de personalidades ajedrecísticas que han provocado que se le compare con excampeones como Capablanca, Smyslov y Karpov.
¿De dónde salió Carlsen? ¿Quién lo inventó? Hay que decir que fue entrenado por el mejor noruego, el G.M. Agdestein, y hasta pasó por las clases del mismo Garry Kasparov. Un jugador, eminentemente, de torneo. Juega desde los 8 años y desde entonces ha participado en un sinfín de competiciones, desde los campeonatos mundiales de su categoría, pasando por los magistrales y torneos cerrados de Europa hasta llegar a las competencias de elite de la actualidad.
Los argentinos hemos llevado adelante importantes movimientos para participar de este tipo de instancias internacionales: los enormes esfuerzos económicos, encontrar subsidios, tiempo y preparación generan que cuando la posibilidad de competir en un campeonato mundial se concreta, los niveles de auto-exigencia y concentración marcan resultados interesantes. Como veremos, jugadores con talento y disciplina de estudio no faltan.
En el año 2003 se disputó en Chalkidiki, Grecia, el Campeonato Mundial de la Juventud. En dicho torneo, en la categoría sub-14 (para menores de 14 años), el actual G.M. argentino Damián Lemos se cruzó con el noruego campeón del mundo, en ese momento un chico de 13 años con el título de M.I., de quien ya hablaban como una promesa. Una partida de alto nivel por parte de ambos competidores, en una india de rey el argentino consiguió un peón de ventaja pero no le alcanzó para vencer la partida, la cual terminó en tablas. Reproducimos a continuación la partida entre esos dos prodigios, y dejamos una posición crítica en la que las blancas omitieron una jugada con la que conseguían ventaja en aumento.
Blancas: Lemos, Damian (ARG) 2218
Negras: Carlsen, Magnus (NOR) 2450
Año 2003. Chalkidiki (Grecia).
Posición luego de la jugada 30,
Les toca jugar a las blancas. Aprovechando la actual descoordinación de las piezas negras… ¿qué deben jugar?
Solución del problema anterior:
Anand omitió que tras la jugada Rd2 de Carlsen, podía responder 1…Cxe5! 2Txg8 Cxc4+ 3Rd3 Cb2+! 4Rd2 Txg8, con buena ventaja para las negras.
En la partida del legendario match entre Bobby Fischer y Spassky, Bobby se apresuró y jugó 1… Axh2? . La partida continuó 2g3 h5 3Re2 h4 4Rf3 Re7 5Rg2 hxg3 6fxg3 Axg3 7 Rxg3 +-, etc.
Ariel Tokman, ajedrecista. Maestro FIDE.
@soytokari
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