Nacionales

30 octubre, 2014

Embarrar la cancha: clubes de Rosario denuncian robos y amenazas

Dirigentes de dos clubes rosarinos que realizan trabajo comunitario con niños, jóvenes y vecinos de su barrio denunciaron una serie de amenazas, robos y ataques con armas de fuego. Responsabilizaron a “grupos minoritarios” vinculados al negocio inmobiliario y el narcotráfico.

Crédito: Javier García Alfaro – Redacción Rosario

Dirigentes de dos clubes rosarinos que realizan trabajo comunitario con niños, jóvenes y vecinos de su barrio denunciaron una serie de amenazas, robos y ataques con armas de fuego. Responsabilizaron a “grupos minoritarios” vinculados al negocio inmobiliario y el narcotráfico.

Referentes de los clubes El Luchador y Federal realizaron un acto y conferencia de prensa, en la que describieron una seguidilla de agresiones que vienen sufriendo desde diciembre del año pasado. Ingresaron en la casa de dirigentes y en la sede de los clubes y robaron material de estudio y deportivo, instrumentos musicales, banderas y documentación interna.

Sin embargo, el hecho más grave se produjo el último domingo. Alrededor de las seis de la tarde Nicolás Rigatuso y Daniela Giménez, dirigentes del Federal, llegaron a su casa y encontraron roturas en un vidrio, las cortinas y una pared. Luego encontraron la causa: un proyectil de plomo.

Los ataques buscan instalar el miedo y detener el proceso de participación social que se desarrolla en los clubes, indicaron en el documento conjunto que leyeron ayer en el acto. Participaron de la conferencia realizada en el Federal unas 300 personas, entre socios de los clubes, vecinos del barrio La República y representantes de organizaciones sociales y políticas, que se acercaron para solidarizarse con estos dos clubes recuperados por jóvenes de la zona desde 2007 y 2008.

Son las “balas contra la pelota y la guitarra”, sintetizaron.

Luego del acto, Notas dialogó con Nicolás Rigatuso. El referente planteó la existencia de dos proyectos antagónicos en el barrio y destacó el lugar de los clubes como ámbitos de construcción colectiva. Agradeció también la solidaridad recibida pero cuestionó la falta de apoyo estatal.

– ¿Cuáles les parece que son las causas de estas agresiones hacia los clubes?

– Están dirigidas a disminuir la capacidad de organización del barrio. Hay en disputa dos modelos de pensar y vivir el barrio. Uno tiene que ver con el terror, el miedo, la dominación, el silencio. El otro, con la alegría, encontrarse con el otro, organizarse.

– Hacen mucho hincapié en la situación del club antes de su recuperación en 2008, ¿Qué pasaba entonces en El Federal?

– Post dictadura el club se vacía. Empieza un proceso de quince años de desintegración institucional. Desaparecen los papeles legales, los libros de socios, la participación, la vida social del club. En los años noventa se consolida ese proceso de vaciamiento, hasta que 2007 y 2008, cuando algunos empresarios de la zona intentan adquirir la propiedad del club para construir un edificio.

– ¿Cómo se produjo el cambio?

– Rescatamos todos los instrumentos legales para recuperar el club institucionalmente. Nos dedicamos a construir la identidad del espacio, la vida social. Lo fuimos desarrollando en principio a través del deporte, después mediante el arte. Hay fútbol, vóley, patín y una escuela de iniciación deportiva. También se consolidó el proyecto de la Universidad de Arte Popular Rosario Oeste.

Además, como estos espacios se limitan al bolsillo del laburante, tenemos limitaciones. Manejamos una cuota societaria de cinco pesos para que pueda tener un carácter más universal. Nos lleva a una economía con pocos recursos, pero a la vez es participativa, consciente, disciplinada. Empezamos a entender cuáles son nuestros conflictos sociales, políticos y económicos a nivel estructural.

– Se vio en el acto una gran solidaridad de organizaciones populares, de vecinos y socios del barrio, ¿Tuvieron algún llamado de respaldo de funcionarios de los gobiernos municipal, provincial o nacional?

– El estado está totalmente ausente. Nos encantaría que aparezca, para dar respuesta de la manera que nosotros creemos que hay que enfrentar este tipo de hechos.

Lo que nos enorgullece y nos motoriza, es la participación de la gente. Que el barrio salga a la calle, que no tenga miedo. Entiende que de esos dos modelos en disputa uno tiene que ver con la felicidad, y el otro con liquidarnos a nivel humano, con desarmar el entramado social. El apoyo que hoy tuvimos de organizaciones sociales que vienen construyendo poder popular en los distintos territorios y el apoyo de nuestro barrio para nosotros es suficiente. Eso es lo que nos va a garantizar la defensa de este espacio.

 

Mariano D’Arrigo, desde Rosario – @mdarrigo

 

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