24 octubre, 2014
La economía crítica como respuesta a la crisis económica
Con el objetivo de construir de manera colectiva las herramientas conceptuales que permitan desandar el camino de la formación ortodoxa dominante en los planes de estudios de las carreras de economía de todo el país, se desarrollaron la última semana en La Plata las VII Jornadas de Economía Crítica (JEC).

Con el objetivo de construir de manera colectiva las herramientas conceptuales que permitan desandar el camino de la formación ortodoxa dominante en los planes de estudios de las carreras de economía de todo el país, se desarrollaron la última semana en La Plata las VII Jornadas de Economía Crítica (JEC).
En esta edición, en las que participaron activamente estudiantes, especialistas y militantes de todo el país, la región y otros países del mundo, las JEC también contaron con la renombrada presencia de Gérard Duménil, Eric Toussaint, Eduardo Gudynas, Marcelo Dias Carcanholo, Xavier Arrizabalo Montoro y Martín Schorr.
¿Qué es la Economía Crítica?
Tras las reformas curriculares implementadas durante la hegemonía neoliberal en los años 90, todavía vigentes en una gran mayoría de las Universidades Nacionales de todo el país, la lucha sobre la reforma del plan de estudios y la incorporación de enfoques pluralistas en la enseñanza de la economía representó una de las principales demandas que unificaron a estudiantes de todo el país y los llevaron a construir este espacio de reflexión crítica e intervención política.
Frente a la hegemonía de la idiosincrasia neoliberal, tan cara a los sectores populares, resumida en el lema TINA («There Is No Alternative» – No hay alternativas-), las Jornadas de Economía Crítica representan desde 2007 un espacio de resistencia en la lucha por la pluralidad teórica y de enfoques frente a la idea de que existen leyes universalmente válidas y una sola manera de entender cómo funcionan el mundo y la economía.
Básicamente, la perspectiva crítica apunta a reconocer que existen distintas maneras de interpretar el mundo, que la propia puede no ser la correcta, y que la economía, lejos de ser una ciencia neutral con pretensiones de objetividad teórica y técnica, es justamente política porque está cruzada por las mismas relaciones de poder y de dominación que rigen el resto de las relaciones sociales. La apuesta por una economía crítica es entonces política: por la transformación de los planes de estudio, por la crítica a las repuestas políticas de los enfoques que, intentando imponer la postura de ver a la economía como una técnica neutral, perjudican a los sectores populares, y por la construcción de herramientas conceptuales que contribuyan al cambio social.
¿Cuál es la agenda de la economía crítica en la actualidad?
Sería imposible resumir todas las contribuciones que se realizaron en las Jornadas, pero sí se puede señalar que el hilo conductor ha sido la búsqueda de aquellos condicionantes coyunturales y estructurales que impiden a las mayorías populares conquistar definitivamente la promesa de justicia social.
Esta búsqueda se puede realizar desde diferentes perspectivas, niveles de abstracción y encarando el problema mediante distintos objetos. Desde una perspectiva internacional, se indagó en los efectos de la crisis mundial, la geopolítica internacional, los Organismos Multilaterales, el ¿nuevo? imperialismo y China, entre otros.
Con el eje puesto en la Argentina y los países de la región, se evaluaron las perspectivas políticas y comerciales, los problemas de la estructura productiva, la re-emergencia de la restricción externa, la conflictividad social y ambiental derivada del modelo productivo y la dificultad de profundizar el proceso de distribución del ingreso y reducir la precarización, la informalidad y la tercerización laboral, entre otros.
Por último, en un sentido estratégico, se postuló la importancia de una integración regional, la participación del Estado y las políticas públicas, la necesidad de controlar sectores estratégicos. El empoderamiento de la organización sindical y de Nuevos Movimientos Sociales se visibilizaron como mecanismos para mejorar la correlación de fuerzas en un panorama local, regional y mundial que no parece alentador.
En un contexto de crisis mundial como el actual, en el que se han resentido los principales indicadores económicos, sociales y laborales, posicionar en la agenda pública estos tópicos y debatirlos abierta y democráticamente, respetando los distintos puntos de vista, ya representa con certeza un avance importante. Sin embargo, es necesario que estos aportes contribuyan efectivamente a torcer el «destino manifiesto» del ajuste que ya están exigiendo en toda la región los principales conglomerados económicos y sus representantes políticos.
Mariano Treacy, economista, miembro de la Sociedad de Economía Crítica (SEC) y colaborador en el núcleo de Política Económica del Instituto de Política y Economía Siglo 21 (IPES21)
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