11 octubre, 2014
La jugada de Sherlock
Primera entrega de una serie de problemas de ajedrez, a partir de este, todos los sábados en Notas. En esta ocasión, una jugada que solo logró resolver el célebre detective británico creado por Arthur Conan Doyle.

Primera entrega de una serie de problemas de ajedrez, a partir de este, todos los sábados en Notas. En esta ocasión, una jugada que solo logró resolver el célebre detective británico creado por Arthur Conan Doyle. La resolución, el próximo fin de semana.
El siguiente es un problema de ajedrez que tiene la peculiar característica de que le puede resultar igual de sencillo para resolver a un principiante que a un jugador de vasta trayectoria. No tiene trampas, sino sólo el desafío de concentrarse un rato con la posición y usar algo de pensamiento lateral. Se trata de una posición acompañada de un relato:
En un lúgubre bar de Londres ingresa un profesor de ajedrez. Elige una mesa, se sienta y despliega sobre la misma el tablero que guardaba en su maletín. En lugar de acomodar las piezas para iniciar una partida, construye una posición, la cual, por la velocidad con la que las piezas son ordenadas, se reflejaba que ya formaba parte de la consideración de sus estudios. Esa imagen casi que inmediatamente convocó la atención de muchos de los allí presentes, quienes se acercan a la mesa del ajedrecista a observar la posición formada. El diagrama que se veía en la mesa era el siguiente:
Ya con la atención del público, el profesor anunció en voz alta la consigna: “Juegan las blancas y hacen jaque mate en dos (2) jugadas”.
A partir de allí comenzaron los aportes. Un militar, algo ansioso por eliminarle todas las tropas a las negras, propuso jugar 1. Db7, para amenazarle la torre y comerle luego todos los peones posibles, el jaque mate llegaría después. El médico, con un estilo más sutil, planteó hacer 1. Dc6+, para que frente a Rd8 poder terminar la partida con Dd7++, a lo que muchos de los allí presentes mencionaron que ante el jaque, el rey negro podía apartarse al flanco contrario, evitando así el jaque mate en dos jugadas y salvando la partida.
Luego de que la mesa del ajedrecista haya pasado a estar rodeada por el público, y tras nuevos intentos fallidos, en el bar comenzó a sentirse una atmósfera de resignación. En ese momento, desde una mesa lejana, otro hombre, Sherlock Holmes, bien conocido en la ciudad, se sumó a la trifulca para ofrecer un “cambio de enfoque”. Luego de su aporte, recibió murmullos de exclamación del público, además de las felicitaciones del ajedrecista.
¿Cuál fue la secuencia de jugadas que aportó Sherlock?
Consigna: Juegan las blancas y hacen jaque mate en dos jugadas
M.F. Ariel Tokman – @soytokari
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