6 octubre, 2014

Superclásico: Batallas bajo la lluvia

Bajo una persistente lluvia que azotó este domingo el Monumental de Nuñez, en un partido muy luchado y con poco juego, Boca y River empataron 1-1. Notas repasa la historia de los grandes clásicos jugados en condiciones climáticas adversas.

Bajo una persistente lluvia que azotó este domingo el Monumental de Nuñez, en un partido muy luchado y con poco juego, Boca y River empataron 1-1. Notas repasa la historia de los grandes clásicos jugados en condiciones climáticas adversas.

Quizá parte de la belleza del fútbol resida en la cantidad infinita de variables que pueden influir en el desarrollo de un encuentro. La lluvia, tal vez la más obstinada de éstas, le ha aportado a la historia de los superclásicos algunas de sus batallas más recordadas.

Este domingo, River logró empatar en el segundo tiempo un partido que se le había complicado mucho a raíz de las condiciones climáticas que entorpecieron el buen juego que viene demostrando en el torneo local. Boca fue Boca, dejó todo en la cancha y hasta pudo haberlo ganado.

Sin embargo, el protagonismo de la jornada se lo llevó la lluvia que, con cierto tino poético, no cesó hasta el empate del conjunto local a los 33 minutos del segundo tiempo.

Embarrado y con pelota dominada arrancó Ricardo Rojas desde mitad de cancha. Nunca imagino que esa tarde gris y lluviosa de 2002 lo consagraría para siempre en la memoria colectiva de los hinchas de River. El misionero encaró hacía el medio y terminó picando la pelota ante un atónito Abondanzzieri. Los Millonarios sentenciaban así un contundente 3 a 0 en la Boca. Con Ortega y D’ Alessandro como figuras, y un Cavenaghi goleador del campeonato, ese River terminaría campeón del Torneo Clausura. Boca terminaba tercero.

Otro de los encuentros más recordados lo tuvo a Diego Maradona como protagonista estelar. La sucesión es harto conocida pero no cansa: Una Bombonera embarradísima, el centro que cae desde la derecha y Diego que, primero la mata de zurda, luego desarma a Filliol y termina la obra de arte tomandosé un segundo más para empujarla, despacio contra el palo derecho. Los Xeneises terminaron por coronarse en un Torneo Metropolitano (1981) muy peleado, con Ferro como subcampeon a sólo un punto.

Maradona fue protagonista de otro superclasico inolvidable jugado bajo la lluvia. Fue en 1997 en el que significó su último partido en el fútbol profesional. Boca terminó ganando por la mínima diferencia con gol de un Martín Palermo platinado que comenzaba a transformarse en la bestia negra de su eterno rival.

Más recientemente, en 2010, la lluvia pudo más y el superclasico, que se iba a jugar en la Bombonera, debió suspenderse. Boca terminó ganado por 2 a 0 con una gran actuación del chileno Gary Medel.

La lluvia y el buen juego no se llevan bien, eso esta claro, sin embargo parece indiscutible la épica que le aporta a los grandes duelos futbolisticos que, lo sabe todo el mundo, se juegan menos con las piernas que con el corazón.

 

Nicolás Di Santo

 

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas