3 octubre, 2014
La puerta que no cierra
La segunda película de Natalia Smirnoff juega con los límites de lo real y lo fantástico en una historia ambientada durante los neblinosos días de abril de 2008. Paternalismos, amores, oficios y dos actores en plena vigencia.

La segunda película de Natalia Smirnoff juega con los límites de lo real y lo fantástico en una historia ambientada durante los neblinosos días de abril de 2008. Paternalismos, amores, oficios y dos actores en plena vigencia.
Un espeso humo cubre la Ciudad de Buenos Aires. El extraño fenómeno que deja con ojos llorosos y gargantas secas a los porteños cubre de excepcionalidad los hechos de cada día. Si una espesa niebla es capaz de cernirse sobre las calles de la ciudad durante tanto tiempo sin una explicación verosímil, todo es posible.
Esta premisa es la que le da sustento a El Cerrajero, la segunda película de la directora Natalia Smirnoff luego de su ópera prima El Rompecabezas y protagonizada por los hoy ultravigentes Esteban Lamothe (Guapas, El Estudiante) y Érica Rivas (Relatos Salvajes, Casado con hijos).
Sebastián es un joven en sus treinta y pico no más preocupado que por mantener a flote su cerrajería, involucrarse con dos o tres mujeres y desarrollar su hobby: la construcción de cajas musicales. El aire es espeso, una humareda invade la ciudad y los sucesos se enrarecen: Mónica, una de las chicas con las que Sebastián está saliendo, le dice que está embarazada y que el hijo puede ser de él. El joven cerrajero no sabe muy bien cómo reaccionar y, ante la duda, le comenta que conoce un médico con quien ella puede abortar.
Tome la decisión que Mónica tome, Sebastián empieza a enfrentar un nuevo y extraño problema relacionado con su oficio: al momento de tocar las cerraduras de sus clientes, es capaz de oír e inevitablemente recitar oscuros secretos de quien lo llame para un trabajo. Es así como saca a relucir lo más oscuro de un hombre que deja a su familia por su secretaria, un tipo engañando a su mujer y una empleada doméstica que se ve involucrada en el robo de la casa donde trabaja.
Ésta última, Daisy, intenta convencer a Sebastián de que lo que le sucede es a causa de un don y no una maldición como él cree.
Smirnoff es muy sutil al momento de construir este tipo de relatos. Con un estilo que revive el realismo mágico más cercano a la tradición cortaziana, le añade un acento al drama que refuerza con la medida interpretación de Lamothe a la hora de transmitir la angustia que le produce su peculiar superpoder.
Acá no hay malentendidos, enredos ni trazos gruesos. Los planos cerrados (cerradísimos) exaltan las revelaciones que saca a flote el protagonista así como los vaivenes emocionales reflejados en el siempre cándido rostro de Rivas y la camaradería inesperada de la flamante Yosiria Huaripata en el papel de Daisy. Mención aparte merecen Sergio Boris y Germán Da Silva, los laderos de Sebastián en este sinuoso camino.
Como ya lo dijera Marianela Santillán, no es casual que Smirnoff (responsable del guión además de la dirección) eligiera la cerrajería como el empleo de Sebastián. Así como también lo hacen los taxistas y los diarieros, los especialistas en el fino arte de las llaves tienden a lograr entablar una relación con los vecindarios y los problemas. Sebastián le presta más los oídos a quien no lo solicita que a sí mismo, generando así una arcada emocional que termina por exteriorizar problemas ajenos en lugar de hacer conscientes los propios. Smirnoff logra transmitir esto con su peculiar y femenina mirada, como ya lo hiciera años atrás en su ópera prima, El Rompecabezas, sólo que esta vez con un protagonista masculino.
Tomas largas. Planos inundados de los rostros de los personajes. Sutil sonorización privada de música y de cualquier elemento que exceda el universo en pantalla. El Cerrajero logra construir un relato que, entre tanques argentinos (de indudable calidad) en cartelera, devuelve al cine argentino a un lugar más íntimo e introspectivo. La apacible primavera vuelve a la pantalla.
Iván Soler – @vansoler
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.