1 octubre, 2014
Despenalización: «Las declaraciones de Molina son importantísimas»
Entrevista con Sebastián Basalo, director de la revista THC, acerca de las declaraciones de Juan Carlos Molina, titular del Sedronar, en el sentido de la no criminalización del consumidor de sustancias. «Estamos acercándonos a un cambio de paradigma en cuanto al modo en que el Estado aborda el consumo de drogas».

Entrevista con Sebastián Basalo, director de la revista THC, acerca de las declaraciones de Juan Carlos Molina, titular del Sedronar, en el sentido de la no criminalización del consumidor de sustancias. «Estamos acercándonos a un cambio de paradigma en cuanto al modo en que el Estado aborda el consumo de drogas».
En diálogo con el programa Llevalopuesto, de FM La Tribu, Sebastián Basalo, director de la revista de cultura cannábica THC, opinó que las declaraciones del sacerdote Juan Carlos Molina, titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), en torno a la necesidad de no criminalizar el consumo de substancias ilícitas son “importantísimas”.
En declaraciones radiales, Molina había planteado este lunes 29 “Yo habilitaría el consumo de todo y abriría centros (de contención y asistencia para adictos) pero estamos hablando de la no criminalización. Hay que legalizar lo que hoy es ley, una ley de hecho”. Y agregó: “Queremos que el consumidor no vaya preso sólo por consumir. Tengo tres argumentos para pelearlo. Hoy el Estado está presente, estamos trabajando para que aquellos que consumen tengan asistencia. El segundo es la no criminalización (del consumidor de drogas prohibidas), sacarle a la Policía y a los juzgados, que se le agarran con el más débil. Y el tercero es económico, para que los recursos vayan donde tengan que estar”.
Al respecto, Basado sostuvo: “Yo creo que son declaraciones muy importantes en el sentido de que plantean el acercamiento concreto a un cambio de paradigma en el modo en que el Estado aborda el consumo de drogas, y en general la política respecto de las drogas en la Argentina”. Y agregó: “Este cambio de paradigma que había comenzado con Aníbal Fernández allá por el 2008, que llegó en su momento a una discusión en el Congreso, luego un fallo de la Corte Suprema de Justicia en 2009, llegó a una discusión en el Congreso para reformar esta ley de drogas creada en 1989 a la medida de los deseos de los Estados Unidos que a nosotros nos condujo a un desastre en cuanto al aumento del consumo, de los daños derivados del consumo, el aumento del narcotráfico, la no asistencia por parte del Estado de los problemas asociados al consumo de drogas. En definitiva, una realidad que presentaba agujeros por todas partes”.
El director de THC sostuvo que en su momento la discusión no pudo avanzar en el Congreso “porque el oficialismo encontró límites en cuanto al avance de esta reforma, sobre todo en torno a los intereses creados por la actual ley de drogas, por el mantenimiento de la situación que generaba la actual ley de drogas por parte de fuerzas policiales, por parte de gobernadores, por parte de una iglesia que presionaba mucho desde lo moral”.
En cuanto a las posible “descriminalización”, Basalo sostuvo: “Ahora el Estado argentino de una vez por todas quiere borrar estos 25 años de vigencia de la actual ley de drogas (que se cumplieron el pasado 21 de septiembre) para iniciar una nueva etapa donde, no criminalizando al usuario de substancias, se pueda llevar adelante un abordaje serio, humano y más eficaz de las problemáticas que puede causar individual y socialmente el uso de substancias, como cualquier otro tipo de consumo. En este contexto creo que se enmarcan las declaraciones de Molina. Y creo que son importantísimas”. Y agregó: “Ahora habrá que esperar que se presente esa ley y que pueda discutirse adentro del Congreso con todo el peso que pueda tener que sea un proyecto oficial del gobierno para avanzar con esta discusión que se había trabado allá por el 2012.”
En cuanto a críticas como las del Padre Pepe respecto de la propuesta de Molina, Basalo opinó: “Es una angustia basada en falta de información. La primer herramienta para poder de incluir es dejar de criminalizar. Los usuarios tienen que dejar de sentirse criminales y a partir de esto sentirse sujetos de derecho y decir “nosotros tenemos este consumo, tenemos este problema”. Así tal vez puedan acercarse a pedir una ayuda en el caso de que tengan un problema efectivo. Y el Estado mismo se puede acercar a los mismos territorios haciendo un abordaje serio, no sacando a las personas de un lugar y metiéndolos en una quintita. No tiene efectividad alguna una política así, por más que vos quieras ir a los barrios y cambiar el abordaje que hacés de los problemas del consumo, si primero no dejás de mandar presas a las personas”.
Luego agregó: “Obviamente que la despenalización no es la solución definitiva y lejos está de serlo de los problemas derivados del uso de drogas, y del narcotráfico muchísimo menos. Pero es un punto de partida sin el cual es imposible perseguir seriamente el narcotráfico, porque la Policía seguiría estando autorizada a detener personas por consumir substancias. Es el punto de partida para poder abordar de una manera seria, eficaz y responsable los problemas asociados al uso de una substancia a partir de un Estado que en vez de acercarse a la persona con un patrullero se pueda acercar con un médico, con un psicólogo social, para empezar a ver qué problemas había detrás del consumo de esta substancia y no que substancia eligió para tapar esos problemas”. En este sentido, Basalo sostuvo: “El problema no es con qué substancia el pibe se está destrozando la salud sino qué problemas hay detrás de un pibe que tiene hambre, que no tiene un plato de comida en la mesa, que no tiene acceso al sistema, que no tiene educación, que no tiene futuro”
En cuanto a la experiencia de regulación del mercado de marihuana en Uruguay, Basalo planteó que en el vecino país la discusión al respecto viene de lejos y se encuentra mucho más avanzada: “Acá es importante hacer una salvedad. Lo que se está discutiendo en Argentina es descriminalizar, dejar de tratar como un criminal al sujeto, al usuario de substancias. Esto en Uruguay ocurrió hace 25 años. Uruguay descriminalizó el uso de drogas durante la dictadura. Por eso ellos pudieron avanzar en una discusión más profunda, que ojalá podamos dar nosotros como país dentro de unos años, que implica un escenario donde las personas no son criminales por hacer uso de substancias, donde se puede saber realmente cuál es la cantidad de usuarios, los problemas reales que tienen esos usuarios porque se acercan a los centros de salud, responden a las encuestas diciendo qué substancias consumían, etcétera”.
Luego explicó: “Lo que hizo Uruguay es decidirse a regular el acceso a las substancias. Empezó por la marihuana. Ahí sí es necesario diferenciar una substancia de la otra. En el momento en que estamos nosotros, no. Porque si dejamos de criminalizar a alguien por consumir substancias no tiene sentido diferenciar el paco de la marihuana. ¿Vamos a mandar preso al que consume paco y no al que consume marihuana, cuando el realidad el que consume paco es el que peores condiciones de salud tiene y es el que menos necesita que lo faje un cana o terminar encerrado en una cárcel como las de nuestro país? Entonces lo que hizo Uruguay fue resolver la siguiente pregunta: ¿Cómo esa persona puede consagrar este derecho que le dimos a hacer uso de este derecho que le dimos a consumir una substancia sin convertirse en un criminal recurriendo al mercado negro o teniendo que financiar ese mercado negro?”
Finalmente, Basalo concluyó: “Ellos empezaron por el caso del cannabis, crearon todo un sistema de acceso al cannabis que no viene al tema que estamos discutiendo ahora. Y ojalá que tengamos resultado en los próximos años para, a partir de estos resultados, ya no se hable de Holanda, España u otros países de otro continente, sino que con resultados cercanos podamos realmente evaluar la efectividad de estas políticas, qué cosas Uruguay tuvo que corregir para discutir cómo en Argentina vamos a regular el acceso a las substancias, empezando por la marihuana. Pero eso en nuestro país está bastante lejos. Acá hablamos de un paso muy anterior, que es la no criminalización. Por eso hay que diferenciar regulación del mercado de no criminalización de los usuarios”.
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