30 septiembre, 2014
La aplicación que desafía los taxis europeos
La app móvil que conecta pasajeros con conductores que les ofrecen transporte a un costo menor que un taxi está desde hace un tiempo en la mira.

La app móvil que conecta pasajeros con conductores que les ofrecen transporte a un costo menor que un taxi está desde hace un tiempo en la mira.
Uber abrió un profundo debate: ¿es legal que conductores y pasajeros se organicen por celular burlando al sistema oficial de taxis? Esta pregunta aún flota por el aire y el único país que al momento dio un veredicto a favor sobre el tema es el Reino Unido, donde la app se puede utilizar en todo el territorio sin problema. Los taxistas de Londres no exigieron su prohibición, sino que pidieron una regulación que los proteja. En tanto, Bélgica fue el primer país en prohibir el servicio al sentenciar que los vehículos no poseían las autorizaciones necesarias para transportar pasajeros ni seguros para tal fin.
Los choferes, quienes se presentan como los principales damnificados en esta situación, habían demandado a Uber por competencia desleal al considerar que los vehículos particulares ofrecen precios más baratos y además no pagan licencias.
El 11 de junio pasado, miles de taxistas salieron a las calles europeas a protestar contra esta aplicación porque amenaza sus puestos de trabajo. Las movilizaciones, que tuvieron lugar en Londres, Madrid y Barcelona, París y Berlín, causaron grandes problemas de tránsito en aquellos días. Para darse una idea de la magnitud, en Barcelona fueron casi 4 mil los trabajadores que se sumaron a ese reclamo.
Por su parte, la empresa norteamericana respondió a través de un comunicado que esas marchas fueron “desmesuradas” y consideró que los taxistas pretenden mantener un “estado inmovilista y cerrar las puertas a nuevas alternativas para el consumidor”. Porque al fin y al cabo, ¿no es eso? ¿Una nueva opción para quienes se transportan?
El caso de Alemania fue el que más idas y vueltas tuvo, en un principio se inhabilitó la aplicación en dos de sus principales ciudades: Berlín y Hamburgo, donde amenazaron a quienes la utilizaban con multas de hasta 25 mil euros. Luego se extendió la veda al resto del país, pero recientemente se levantó y Uber pudo volver a operar después de que el Tribunal Regional de Frankfurt dio marcha atrás al recurso de urgencia dictado contra la start up estadounidense. Sin embargo aún no está todo dicho en el territorio alemán, el Tribunal dijo solamente que “no ve apuro” para decidir sobre la disputa que existe entre la compañía y los taxistas que se ven en desventaja.
¿Cómo funciona esta app?
Uber Se puede descargar en móviles con sistema operativo Android o iOS. Dos desconocidos pueden contactarse de diferentes puntos del mundo: una persona que necesita transportarse y otra que tiene un vehículo personal disponible para llevarlo, a cambio de un precio preestablecido.
El software está activo en más de 70 ciudades y proporciona a sus usuarios una red de transporte alternativo. La compañía asegura que Uber es la mejor opción en cuanto a “tiempo, valor y comodidad: puedes tenerlo todo”, con ese eslogan se lanza al mercado mundial que quiere conquistar.
Uber en su tierra natal
La cuna de esta start up se encuentra en San Francisco, California. Funciona en los Estados Unidos desde hace cuatro años como una alternativa para moverse en las ciudades. Pero ni en su propio territorio puede operar libremente. Allí esta modalidad de vehículos compartidos cuenta con el visto bueno del alcalde, pero la batalla sigue abierta para los servicios al aeropuerto, donde los conductores requieren de un permiso especial. Uber no quiere dar el brazo a torcer y los gestores aeroportuarios tampoco. Mientras tanto los usuarios siguen usando la aplicación.
En 2012 el gremio de taxistas de la ciudad californiana demandó a la compañía sin éxito. Según datos publicados en Fortune, en enero de 2014 un tercio de los taxistas ya habían empezado a trabajar con Uber.
Uber aún no llegó a nuestro país. Seguramente no tarde mucho en aterrizar en la Argentina. Entonces, ¿los taxistas también saldrán a reclamar con los mismos argumentos que sus colegas europeos? Es muy posible.
Uber, sí. Uber, no. Dos posturas que aún hay que evaluar y, probablemente, seguirán en debate durante un tiempo.
Por Nahir Di Tullio – @nndt
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