15 septiembre, 2014
Cuáles son los cambios en la primaria bonaerense
Las modificaciones en el nivel primario buscan adecuar la escuela a las características de la sociedad actual. Las críticas de la oposición y el debate sobre qué modelo de escuela es el apropiado. ¿Desaparecen los aplazos?
Las modificaciones en el nivel primario buscan adecuar la escuela a las características de la sociedad actual. Las críticas de la oposición y el debate sobre qué modelo de escuela es el apropiado. ¿Desaparecen los aplazos?
La nueva resolución elimina el 1, 2 y 3 como nota entre el cuarto y el sexto año de las escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires. Entre primer y tercer año la forma de evaluación se dividirá en regular, bueno y muy bueno.
De esta manera, el ciclo primario se conforma en dos bloques distintos tanto en escuelas públicas como privadas, donde el alumno podrá pasar de año aun teniendo algunas materias previas.
Estos cambios son los que dan origen al nuevo Régimen Académico del Nivel Primario y que despertaron la crítica de distintos sectores, como la defensa por parte de funcionarios públicos.
Alberto Sileoni, ministro de Educación, sostuvo a radio La Red que los cambios introducidos son los mismos que los aplicados en otros lugares del mundo, como en los países escandinavos. “Si la norma es para no exigir, no estamos de acuerdo, pero el espíritu de la norma no es éste sino ver cómo trabajamos con cada chico para que aprenda, para darle oportunidades de aprendizaje con esfuerzo. Y con eso sí estamos de acuerdo”, agregó el ministro.
Por su parte, Gustavo Iaes, director del Centro de Estudios en Políticas Púbicas argumentó: «Es un error creer que inclusión es generar todas las posibilidades para todos, sólo con el objetivo de garantizar la retención de los alumnos».
Los aplazos
Uno de los aspectos que más cuestionamientos recibió por parte de amplios sectores de la oposición fue la supuesta supresión de los aplazos.
En ese sentido, María Eugenia Vidal, vice jefa del gobierno de la Ciudad, afirmó: “En la vida hay aplazos y si los chicos no encuentran estas señales de que algo va mal y no aprenden lo que necesitan, después cuando vayan a la universidad o a buscar trabajo, igual los van a aplazar».
«Me cuesta creer que, con un esquema en el cual todos van a aprobar, estemos dando más posibilidades de futuro», sostuvo, por su parte, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri.
Por su parte el radical Ernesto Sanz, que hoy conforma el Frente Amplio UNEN, advirtió: «Quienes creen que la educación mejora facilitando pasar de grado, no hacen más que destruir la cultura del esfuerzo”.
La mayoría de las críticas apuntan contra un modelo educacional donde la repetición no es fundamental. Sostienen que de estar ausente esa condición se atenta contra la calidad educativa, ya que aumenta las facilidades y disminuye las exigencias.
Desde la vereda de enfrente, Sileoni afirmó a Télam: «No hay por qué pensar que la única forma de evaluar y de hacer un sistema educativo era el de hace 50 años”.
Nora de Lucía, directora general de Cultura y Educación de Buenos Aires, manifestó también a la agencia pública que “acá no es que no van a existir los aplazos. Lo que hace es que si un chico funcionó en todas las áreas menos una, por ejemplo, lo que hace ese chico no es promover el año sino pasar y tener desde el primer día de clases de marzo un maestro especial durante el tiempo que lo necesite hasta que incorpore todos los aprendizajes”.
Además, Sileoni explicó: “Tenemos que pensar que se ha complejizado la sociedad. En otra época el que no llegaba, se iba, pero tenía un destino afuera de la escuela. Hoy, ¿a dónde van? ¿A la esquina? Y entonces ahí tenemos otro problema: lo tenemos que tener en la escuela, pero no de cualquier manera. La escuela es un lugar para aprender, para aprender modales, respeto y el respeto al otro; pero en esa escuela tiene que haber oportunidades».
¿Cuál es la función de la escuela?
El debate gira en torno a las características que debe tener la escuela actual. Los que rechazan las modificaciones sostienen que hay que mantener el modelo educacional tradicional, con su carácter repetitivo para los alumnos. Esgrimen que de esta manera, los chicos se esforzarán por aprobar para así no repetir y que, en todo caso, si esto ocurre es parte de las reglas del juego.
Por otra parte, quienes defienden la nueva normativa afirman que la escuela debe mantener sus niveles de exigencia, pero también cumplir una función inclusiva o contenedora para los alumnos.
Este agregado que tiene que tener la escuela es inminente, sostienen, ante la desigualdad estructural de la sociedad, donde la escuela pública aparece como una de las pocas puertas abiertas para los hijos de los sectores más vulnerables.
Santiago Lecuna – @santirayado
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