2 septiembre, 2014

Absolvieron a Francisco Nuñez y recobró la libertad

El joven imputado por el homicidio de Jesús Vidal Barja en noviembre de 2012, en el barrio porteño de La Boca, recobró su libertad el lunes de la semana pasada.

Fotografía: Oriane Fléchaire

El joven imputado por el homicidio de Jesús Vidal Barja en noviembre de 2012, en el barrio porteño de La Boca, recobró su libertad el lunes de la semana pasada.

Se trata de Francisco Nuñez de 24 años, “víctima de una causa armada por las Fuerzas de Seguridad”, según había anticipado sobre el juicio el abogado defensor e integrante de la CORREPI Ramiro Gerber, en una entrevista a Notas. La sentencia del Tribunal Oral en Lo Criminal Nº 24, que se dio a conocer un día antes de la fecha prevista para el final del proceso, le generó “una alegría insuperable” a Omar Nuñez, el papa de Francisco que se expresó en nombre de sus familiares y amigos.

“La Fiscalía solicitó la absolución por encontrar que todo el marco probatorio que imputaba a Francisco era absolutamente irregular”, dijo Ramiro Gerber que integraba la defensa junto con otro miembro de la Asociación Gremial de Abogados, Eduardo Suárez. La acusación contra Nuñez se sustentaba en las declaraciones de tres testigos, ninguno presencial: uno de ellos fue descartado por encontrarse en Chile, otro dejó en evidencia “una cantidad importante de contradicciones”, según Gerber, y el testimonio del tercero que pretendía haber visto la escena del homicidio desde un sexto piso, quedó sin efecto después de que se comprobara que tenía la vista imposibilitada por un techo de chapa.

El día después de su liberación, Francisco se encontraba con sus padres, Omar Nuñez y Lucía Montiel, frente a los tribunales de Comodoro Py donde empezaba el juicio oral contra el policía federal acusado de asesinar a Jon Camafreitas. “Después de todo lo que hicieron por mí, es importante ayudar a quien más lo necesite y buscar que se termine con las causas armadas, el gatillo fácil, los desaparecidos en democracia”, dijo el joven a Notas. En ese sentido, Omar destacó el compromiso por la causa de Francisco de numerosas organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos: “Cuando iniciamos la lucha era algo impensable y sin embargo hemos tenido el apoyo constante de todo el país”.

La búsqueda de justicia no terminó para Omar y Lucía con el veredicto absolutorio de ayer. Todavía piden justicia por otro de sus hijos, Diego, que fue asesinado en un presunto caso de gatillo fácil. El chico cumplía 19 años la noche que fue baleado por Pablo Alberto Carmona, un policía de la Federal y miembro de la Interpol. Ocurrió en un edificio del barrio porteño de Caballito, en junio de 2012. Carmona, que pretende haber actuado en legítima defensa, se encuentra imputado en la causa pero no procesado y sigue en libertad. Los Nuñez aseguran que la lucha contra el accionar policial en el caso de Diego fue lo que llevó Francisco a la cárcel donde estuvo preso más de un año por un crimen que no cometió.

“No perdí fe en la justicia. Si pierdo fe, ya no queda nada. Estaríamos luchando en vano. Sé que la justicia es sabia y tiene que actuar”, dijo Francisco Nuñez que ya tiene la cabeza en sus próximos pasos: acomodar con su pareja la casa que dejaron sin terminar cuando cayó preso; recuperar el tiempo perdido con su hija de cuatro años, pronto cinco; acompañar a sus padres en sus actividades solidarias; estar con sus cuatro hermanas; seguir luchando.

Oriane Fléchaire

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