1 agosto, 2014
Un trabajador de FATE perdió la mano y denuncian a la empresa por falta de medidas de seguridad
El domingo pasado, durante la madrugada, Saúl Romero que es trabajador de la empresa FATE sufrió un accidente por el que luego tuvo que ser operado y le amputaron la mano. Los trabajadores denuncian a la empresa por falta de medidas de seguridad.

El domingo pasado, durante la madrugada, Saúl Romero que es trabajador de la empresa FATE sufrió un accidente por el que luego tuvo que ser operado y le amputaron la mano. Los trabajadores denuncian a la empresa por falta de medidas de seguridad.
El domingo pasado a las 00:30 horas Saúl Romero, trabajador de la empresa de neumáticos FATE, estaba armando un rollo de tela de goma en una máquina cortadora. Al inicio del proceso el guante se le enreda y el enrollador le atrapa la mano, le da varias vueltas y le impide accionar el botón de emergencia.
Otro trabajador que estaba cerca detiene la máquina y junto a la brigada de bomberos liberan a Romero. Luego es derivado de inmediato a la ART con la mano atrapada dentro del rollo. Horas después intervenido quirúrgicamente y debieron amputarle la mano izquierda.
A partir de estos hechos, la empresa intentó culpar al trabajador acusándolo de negligencia. Esta actitud generó el rechazo de los trabajadores que decidieron tomar medidas de fuerza, reclamar mejores condiciones de seguridad y pedir la renuncia de los gerentes responsables.
En diálogo con Notas, Marcelo Gallardo (delegado de la fábrica y trabajador del mismo sector que Romero) explicó cómo se fueron dando los acontecimientos. “Estamos esperando que resultado vamos a tener en cuanto a la política de seguridad de la empresa que debe ser resuelto en el plazo de 20 días”, comenzó Gallardo.
Luego de relatar los pormenores del accidente comentó que denunciaron “las condiciones inseguras y logramos que no se vuelva a usar la máquina hasta que pusieran las barreras ópticas de seguridad como tienen otros equipos de la fábrica”. En un principio la empresa “no quería poner las barreras de seguridad porque decían que los sistemas de seguridad del equipo eran suficientes (aunque el equipo era de una generación anterior a la mayoría de las máquinas)”.
Para Gallardo este planteo tenía que ver con la intención de los gerentes de FATE de “llegar a la conclusión de que había habido negligencia en la operación. Eso significa que el que tiene la culpa es el trabajador”.
Sin embargo, ante el reclamo de los trabajadores “logramos que el salto generacional durara diez horas porque eso fue lo que tardaron en poner la máquina nueva. Esto indignó más a los compañeros porque nosotros tenemos una pena muy grande que es no haber detectado la falla mucho tiempo antes”.
El delegado del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) también resaltó que lograron inspecciones del Ministerio de Trabajo de Provincia de Buenos Aires el día martes donde “comprobamos las deficiencias de seguridad”. Además se hicieron inspecciones en otras ocho máquinas del mismo sector donde “encontramos también irregularidades y la empresa fue sancionada”.
Posteriormente a la inspección se realizó una asamblea general de la fábrica y con los elementos que mostraban que no había habido negligencia de Romero sino de la empresa “los trabajadores resolvieron un paro de 32 horas (32 significa parar cada turno 8 horas) en repudio a la política de seguridad de la empresa y por la renuncia de dos gerentes”, el gerente de seguridad e higiene, Mario Zelaya, y el jefe del sector donde sucedió el accidente, Esteban Heisecke.
“Al declarar que fue por negligencia, en cuanto al tratamiento del accidente, la atención médica y el resarcimiento económico no hay muchos cambios” explicó Gallardo y pero aclaró que así “la empresa se evita denuncias, sanciones, etcétera. Trata de ganar políticamente la discusión a la organización gremial y los trabajadores para que no sigan exigiendo mejoras en las condiciones de trabajo”.
Ahora los trabajadores tienen por delante una audiencia en el Ministerio de Trabajo bonaerense el 15 de agosto donde se evaluará si la empresa cumplió con las normas de seguridad.
Finalmente, el delegado explicó que llevan siete años de “un proceso de recuperación sindical”. Porque anteriormente “ha habido muertes en el lugar de trabajo y no se vio ninguna inspección o denuncia. De alguna manera venimos generando un cambio muy importante y lo venimos haciendo pero no nos esperábamos un accidente de estas características”.
A la par de las mejoras generales en seguridad están “exigiendo que se resguarde el puesto de trabajo del compañero y se adecúe a sus nuevas condiciones. Afortunadamente Saúl está con el espíritu arriba para enfrentar esta situación y eso nos reconforta”.
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