30 julio, 2014
De Sarandí a Zúrich: la trayectoria de Julio Grondona
Su carrera de dirigente comenzó fundando en su barrio el club Arsenal, junto a su hermano Héctor. De allí pasó a ser presidente de Independiente y, rápidamente, a conducir la AFA. Mano derecho de Havelange y Blatter, manejó durante años la caja de la FIFA, lo que le convirtió en uno de los hombres más poderosos del fútbol mundial.

Su carrera de dirigente comenzó fundando en su barrio el club Arsenal, junto a su hermano Héctor. De allí pasó a ser presidente de Independiente y, rápidamente, a conducir la AFA. Mano derecho de Havelange y Blatter, manejó durante años la caja de la FIFA, lo que le convirtió en uno de los hombres más poderosos del fútbol mundial.
El inicio fue realmente humilde. Es cierto que una vez fue «el ferretero de Sarandí». El 11 de enero de 1957, a los 25 años, Julio Humberto Grondona decidió fundar, junto a su hermano Héctor y amigos del barrio, el Arsenal Fútbol Club. La camiseta fue una prenda de paz: la franja diagonal, como la del tricampeón de aquel momento, River Plate; el celeste de fondo, color principal de uno de los clubes de Avellaneda, Racing; y la franja, roja, como el otro, Independiente.
Fueron 19 años al frente del equipo del Viaducto, que debutó en 1961 en la categoría Aficionados (actual Primera D). Cuatro años y dos ascensos después, lo puso en la Primera B, donde se mantuvo ininterrumpidamente hasta 1984. Con ese logro en el bolso, y varios contactos ya anotados, llegó a la presidencia de Independiente, en 1976. En el Rojo, que venía de ser tetracampeón de América entre el ’72 y el ’75, ya había presidido la subcomisión de fútbol desde 1962. Durante su paso, el equipo de Avellaneda ganó los Nacionales del ’77 y el ’78.
Llegó a la Asociación del Fútbol Argentino en 1979. No fue electo. Fue designado por el nefasto Almirante Carlos Lacoste, hombre fuerte de la Junta Militar en el fútbol, y presidente del igualmente oscuro Ente Autárquico Mundial ’78 (EAM78). Si bien inicialmente mantuvo el statu quo, con César Luis Menotti -reciente campeón del Mundo- como técnico de la Selección, y la estructura de Metropolitanos y Nacionales que funcionaba en el fútbol argentino desde 1967, con los años comenzó a darle su impronta.
Luego del fracaso de España 1982 y la salida de Menotti, dio un giro de 180 grados en el banco de la Selección: contrato al gran rival ideológico del Flaco, Carlos Salvador Bilardo, que acababa de salir campeón con Estudiantes. En 1985, se unificaron las dos primeras categorías del fútbol argentino: se creó un torneo largo de 20 equipos para la «A», y el nuevo Nacional «B», formato que más allá de las modificaciones se mantiene hasta hoy. Luego vinieron los torneos cortos, y su última creación, que no llegó a ver puesta en práctica: el torneo de 30 equipos.
El ferretero de Sarandí se fue bañado en poder. Como el hombre más importante del fútbol mundial. Cambió para siempre la historia del fútbol argentino. Influyó decisivamente en la FIFA. Ya no está más. Y nada será igual.
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