16 julio, 2014
Las vacaciones de Griesa, las negociaciones con Pollack y el lobby buitre
Mientras el juez Thomas Griesa regresa de las vacaciones que se tomó en su rancho de Montana, integrantes del equipo económico del gobierno nacional se reúnen con el mediador Daniel Pollack para dejar sentada la posición del país ante el fallo adverso en la pelea con los fondos buitre. El lobby de los holdouts y el destino de los fondos que se mantienen congelados en el Bank of New York.
Mientras el juez Thomas Griesa regresa de las vacaciones que se tomó en su rancho de Montana, integrantes del equipo económico del gobierno nacional se reúnen con el mediador Daniel Pollack para dejar sentada la posición del país ante el fallo adverso en la pelea con los fondos buitre. El lobby de los holdouts y el destino de los fondos que se mantienen congelados en el Bank of New York.
El litigio que enfrenta a la Argentina con los fondos buitre que no entraron en los canjes de deuda y recibieron un fallo favorable en la justicia norteamericana, luego de que la Corte Suprema de dicho país decidiera no entender en el caso, transita actualmente una instancia de negociación a partir de la designación del special master Daniel Pollack. Tras una ronda de encuentros concretados durante la semana pasada en las oficinas del mediador, esta semana no habrá reunión alguna. Mientras, el juez Thomas Griesa regresa de sus vacaciones y debe decidir sobre los fondos que Argentina destinó para afrontar sus compromisos de deuda, que se mantienen congelados.
El lunes de la semana pasada se habían abierto las negociaciones entre Argentina y los fondos buitre, a partir de la designación de Daniel Pollack como mediador por parte del juez del Distrito Sur de Nueva York, Thomas Griesa. Pollack mantuvo encuentros primero con Axel Kicillof, como figura central del equipo económico argentino, y días más tarde con el secretario de Finanzas, Pablo López, el secretario del área Legal y Administrativo del ministerio de Economía, Federico Thea, la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, y el subprocurador, Javier Pargament.
En el transcurso de los encuentros desde el Ejecutivo nacional se buscó sentar la posición que defiende el país y fijar los elementos para poder entablar un dialogo -Pollack mantuvo por separado reuniones con los abogados que representan a los fondos buitre-. Sin embargo, no existió durante estos primeros encuentros oferta alguna por parte de Argentina. Desde Economía destacaron, tras concluir la reunión del viernes, que la misma fue de “carácter eminentemente técnico” y que se buscó dejar en claro “las graves implicancias de la interpretación de la cláusula `pari passu’”.
Argentina le dio a conocer al mediador “material jurídico y financiero referido a los reclamos de los restantes tenedores de bonos que no ingresaron al canje, cuyos reclamos podrían totalizar más de 15.000 millones de dólares y a la llamada Cláusula RUFO (Derechos sobre Ofertas Futuras) de los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010 y que abarcan al 92,4 por ciento de la totalidad de los tenedores de bonos de la deuda soberana argentina”, indicaron desde el Palacio de Hacienda, mientras se apuntaba a la disposición de “continuar con un diálogo que permita encontrar una solución en condiciones justas, equitativas y legales para el 100% de los bonistas”.
En este sentido, la piedra de toque para cualquier acuerdo ulterior radica según defiende el equipo económico, en la reposición del stay (medida cautelar) por parte de Griesa, que permita cumplir con los compromisos de deuda, tanto los ya vencidos el día 30 de junio, referidos al bono Discount, como los próximos en septiembre, abriendo una instancia de negociación que habilite pagar luego de diciembre cuando vence la clausula RUFO.
En esta misma dirección apuntaba el periodista Carlos Burgueño, en dialogo con el programa Quemar las Naves, de FM Radio Sur 88.3, cuando sostenía que “la argentina tomo la decisión política de pagarle a los buitres, va a cumplir con el fallo de Griesa de agosto de 2012, el tema es como se les va a pagar”.
Para el periodista de Ámbito Financiero, una de las salidas radica en “un bono, que luego puede ser entregado a un banco como Morgan o Goldman Sachs, que lo compre cash a los fondos buitre, con una quita, y luego lanzar ese bono al mercado”, lo cual significaría una solución similar a la dada por Argentina en el caso Repsol, tras la expropiación de YPF. Esta solución, que implicaría un bono para 2027 por cerca de 15 mil millones de dólares y cerraría de manera definitiva el capitulo del default del año 2001, encuentra resistencia en el juez Thomas Griesa.
Burgueño sostiene que el problema radica en el magistrado neoyorquino, visiblemente molesto con la posición que Argentina defendió desde el inicio del juicio en 2006 y sobre todo con la faz discursiva que mostraron tanto la presidenta como los distintos funcionarios del gobierno nacional. “Hubo un tema desde lo discursivo, desde decir y criticar desde una tribuna, aun teniendo como en este caso razón Argentina, que no se paga un fallo negativo y no hay que someterse a la extorsión de los mismos. Esto leído por los jueces molestó, no fue inteligente lo que hizo Argentina”, indicó el periodista de Ámbito Financiero.
Mientras continúan las negociaciones, esta semana suspendidas, y ambas partes buscan una salida al pleito, los fondos buitre refuerzan el lobby, una de sus estrategias favoritas en la que están dispuestos a gastar, junto a los estudios de abogados, millones de dólares año a año. En el caso del “juicio del siglo”, durante el jueves de la semana pasada integrantes de la American Task Force Argentina (ATFA), el grupo encargado de llevar adelante el lobby a favor de los buitres, se reunieron en un “almuerzo de trabajo” con periodistas de La Nación, Clarín y Perfil, en el Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires. Allí los lobistas buscaron una vez más dejar sentada la posición de los fondos buitre NML y Elliot para quienes trabajan.
Luego de las vacaciones en su rancho de Montana, el juez Griesa debe regresar esta semana a sus labores como magistrado y seguir de cerca las negociaciones entre Argentina y los fondos buitre, pero también tomar una decisión sobre los fondos que el país giró hacia el Bank of New York Mellon (BONY) para el pago de sus compromisos de deuda, que se mantienen congelados.
Como señalábamos en una nota publicada el lunes de la semana pasada, desde Economía habían girado al BONY 823 millones de dólares, de los cuales 523 se rigen bajo ley neoyorquina. Griesa deicidió congelar esos fondos, aunque no llegó a embargarlos. Esta decisión trajo aparejadas críticas tanto de bonistas europeos, cuyo agente de pago es Euroclear, como de los bonistas que lo hacen bajo legislación de Estados Unidos. Ambos agentes fiduciarios (BONY y Euroclear) pueden enfrentarse a demandas legales por parte de tenedores de bonos y también de Argentina por incumplimiento de aquella labor para la cual fueron contratados, por lo que decidieron solicitarle a Griesa que defina que hacer con el dinero.
Los fondos buitre también se subieron a esta pelea y presentaron un escrito donde le exigen a Thomas Griesa que sólo permita el cobro de los bonos denominados en pesos, ya que la distinción para los holdouts no se basa en la legislación (Nueva York, Buenos Aires o Bruselas) sino que lo que les interesa es si la deuda fue emitida en pesos o divisas.
La decisión final, una vez más, la tiene el magistrado del Distrito Sur, cuyas consecuencias pueden, también una vez más, afectar no solo la cadena de pagos y la reestructuración de deuda Argentina, sino poner en crisis a Nueva York como plaza financiera y aguarle a Wall Street un negocio que reporta 25 mil millones de dólares anuales.
Leandro Navarro – @navarro_lean
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