Fútbol

25 junio, 2014

El Maracana: la catedral del fútbol cumple años

Un 24 de junio de 1950 se jugaba el primer partido de la historia en el Maracaná. El partido inaugural del estadio luego bautizado como Jornalista Mário Filho fue entre Brasil y México y ganó el local por 4 a 0.

Las obras para construir el estadio de fútbol más grande del mundo comenzaron con tiempo para tenerlo listo para el primer mundial de Brasil, el 2 de agosto de 1948. Pero parece que es una tradición brasileña la de mantener la expectativa hasta el último momento. A sólo cinco semanas del partido inaugural de la Copa del Mundo de 1950, el Maracaná, el estadio de la Rua Professor Eurico Rabelo, en las afueras de Rio de Janeiro, aún estaba inconcluso.

El 24 de junio el partido entre México y Brasil fue el primero jugado oficialmente el Estádio Municipal do Maracanã, pero en muchas fotos aún pueden verse los andamios y zonas en obra. En ese partido, los locales se impusieron contra el seleccionado azteca por 4 a 0.

El nuevo estadio también fue la sede de la final mundialista entre Brasil y Uruguay, el famoso “Maracanazo” en el que los charrúas le arrebataron el trofeo a la verdeamarela al vencer por 2 a 1 ante casi 200 mil expectadores. En realidad fueron 199.854, para ser más precisos, cifra que aún perdura como récord de público en partidos oficiales de fútbol. En 1963 el clásico carioca Fla-Flu (Flamingo-Fluminense) consiguió el récord de asistencia de público en partidos de clubes, con 194.603 espectadores.

En 1992, después del derrumbe de parte de una de las gradas, que causó tres muertes, el estadio que durante muchos años se mantuvo como el más grande del mundo, fue reformado y su impresionante capacidad limitada a 130 mil personas. En 1999 sufrió nuevas reformas para el primer Mundial de Clubes de la FIFA de enero de 2000 (ganado por el Corinthians de São Paulo) y su capacidad pasó a 103.022 personas.

Maracana hoyFinalmente, se invirtieron 300 millones de dólares en el mítico estadio para recibir a la Copa Mundial de Fútbol de 2014. El proyecto de reforma implicó la demolición completa del anillo inferior para una nueva grada con mejor visibilidad, la mejora de las rampas y la sustitución de todos los asientos, además de la instalación de un nuevo techo.

La fachada, inventariada por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, permanece protegida. Los trabajos de renovación recomendados por la FIFA redujeron nuevamente su capacidad de 96.000 asientos a 78.838.

El 13 de julio de 2014, este auténtico templo futbolístico, por el que han pasado las mayores figuras del deporte más hermoso del mundo, añadió una nueva página a su mitología, cuando Alemania venció 1 a 0 a Argentina dando la vuelta olímpica.

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