Cultura

23 junio, 2014

Por qué cantar canciones de amor…

Desde que existe, el rock se ha encargado de cantarle al amor en sus múltiples formas. Y el primer EP de Las Edades no es la excepción: la banda presenta “5 canciones de amor” que, de alguna forma, de eso hablan justamente. Postales minimalistas de cualquier definición (posible) del amor.

Desde que existe, el rock se ha encargado de cantarle al amor en sus múltiples formas. Y el primer EP de Las Edades no es la excepción: la banda presenta “5 canciones de amor” que, de alguna forma, de eso hablan justamente. Pero el título, aunque concreto y directo, no debe confundir. No se trata de baladas, ni de promesas de eterna pleitesía sino de postales minimalistas que delinean todo lo que entra en cualquier definición (posible) del amor.

La voz y el bajo de Rodrigo Ottonello pulsando el vals down tempo “Las mañanas”, al que se suman las guitarras de Lea Franov, Nicolás Miranda y Fernando Palazzolo para terminar de darle forma, abre el disco que contó con Maxi Prietto en producción. Con una formación poco ortodoxa la banda consigue que la suma de 22 cuerdas (tres guitarras y un bajo) no sea un problema a la hora de los climas.

“¿Y si abandonara la extraña tarea de quererte”, pregunta Franov en “Espíritu Blanco”, y el minimalismo de las letras se completa con arreglos anclados en el post punk neoyorquino en los que cada instrumento se encarga de rellenar, amalgamados por la batería de Andrés Conte-Grand.

“Ana Conurbana”, el tercer track, es quizás la más clásica de todas las canciones del EP y el primero en el que Las Edades explota del todo narrando una relación casi de histeriqueo (“no me gustás mucho es cierto, sí y te voy a besar”, canta Ottonello), con una melodía en guitarras sincronizada con la batería y un final con piano extra que recuerda un poco a las canciones de Charly García.

Antes del cierre llega “Las máximas”, el único tema que canta Palazzolo, una canción en la que Las Edades muestra su lado más pop y es la batería de Conte-Grand es la que marca los climas a los que la voz, casi un recitado con ritmo, se acopla.

“Ayurveda surfer” cierra el disco, esta vez con la voz de Franov al frente y los demás acompañando, marcando cambios de ritmo en la melodía, que con cortes y arranques rítmicos canta el tema más #minitah de los 5 que completan el EP.

Estas “5 canciones de amor” hablan de eso y, además, son eso mismo: composiciones integrales de una banda que promete mucho, a la que vale la pena esperar y acompañar en su evolución. Como al amor.

 

Manuel Soifer – @tampocoestanasi

 

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