Argentina, sufriendo hasta el final, ya está en octavos

En un partido complicadísimo contra Irán, que dio por tierra con todos los pronósticos de los que nada saben de fútbol y anticipaban un paseo, Argentina ganó sobre la hora 1 a 0. Messi, que no tuvo un buen partido, demostró porque es el mejor del mundo y cuando nadie lo esperaba sacó un remate de afuera del área que se clavó al lado del palo.

Argentina salió a jugar con el mismo equipo que en el segundo tiempo con Bosnia: Romero; Zabaleta, Fernández, Garay, Rojo; Gago, Mascherano, Di María; Agüero, Higuaín y Messi. El 4-3-3 del que tanto se habló en la semana fue la táctica elegida por el técnico Sabella.

De entrada el combinado nacional demostró mayor movilidad e intención que en el primer tiempo contra Bosnia generando algunas jugadas de peligro ante un Irán que se defendió con los once y no apostaba ni a la contra. Con el correr de los minutos y ante la imposibilidad de encontrar el gol los argentinos se fueron impacientando. Así terminó el primer tiempo con dominio absoluto albiceleste pero sin poder penetrar la férrea defensa persa.

El segundo tiempo arrancó igual pero Irán se animó un poco más. El único punta, Reza, y el volante por izquierda, Dejagah, generaron peligro. El primero mediante un dos cabezazos que sacó muy bien Romero y el segundo con varios piques en profundidad. Entre ellos uno que derivó en una falta de Zabaleta adentro del área que el árbitro no cobró.

Cuando todo parecía encaminarse al empate, Messi la recibió por derecha, engancho hacia adentro para su perfil y sacó un tiro al palo opuesto. Golazo y grito argentino en el Mineirao. Sufriendo y gracias a Messi, Argentina se clasificó a Octavos de Final.