Fútbol

21 junio, 2014

Anatomía de Costa Rica, la revelación del Mundial

A los ticos les tocó el grupo más difícil del torneo pero dieron la sorpresa y se clasificaron a octavos tras vencer a Uruguay e Italia. Ante este equipo con buen juego y sin miedo, el mundo ahora mira con otros ojos al fútbol de Centroamérica.

A los ticos les tocó el grupo más difícil del torneo, con rivales con muchísima chapa. Parecían convidados de piedra, pero dieron la sorpresa y se clasificaron a octavos tras vencer a Uruguay e Italia. Ante este equipo con buen juego y sin miedo a nadie, el mundo ahora mira con otros ojos al fútbol de Centroamérica.

Los Mundiales nunca fueron tarea fácil para las selecciones centroamericanas. La primera en participar de uno fue El Salvador, en México 1970, para luego repetir en España 1982. En ambos finalizó en el último puesto tras perder los tres partidos que disputó, en los que recibió un total de 22 goles (¡promedio de 3,5 por partido!) y apenas marcó uno. En la copa en tierras ibéricas hizo su aparición Honduras, que, digamos, mejoró un poco la imagen, al empatar dos partidos y perder el restante. Luego volvería en Sudáfrica 2010, donde no anotaría y conseguiría solamente un empate, para llegar a su actual performance en Brasil 2014, con dos derrotas en igual cantidad de partidos.

Así llegamos al tercer, y hasta ahora último, equipo centroamericano en llegar a la fase de final de una Copa del Mundo: Costa Rica. Los ticos aprovecharon la descalificación de México por el llamado “escándalo de los cachirules” (la falsificación de la edad de varios integrantes de seleccionados juveniles), para obtener el pase junto a Estados Unidos al Mundial de Italia 90, superando a Trinidad y Tobago, Guatemala y El Salvador.

Fueron la gran revelación del torneo. Consiguieron dos victorias en la primera fase (la primera en el debut, ante Escocia, y la segunda, agónica, en la fecha final, frente a Suecia, luego de arrancar perdiendo) y una sola derrota, ni más ni menos que ante Brasil y solamente por 1-0. Con el arquero Luis Gabelo Conejo y el delantero Hernán Medford como grandes figuras, Costa Rica se convirtió en la primera selección centroamericana en llegar a octavos de final de un Mundial. Allí serían goleados 4-1 por Checoslovaquia, pero el hito ya estaba marcado.

Esa actuación no sería un hecho aislado, sino que modificaría definitivamente el mapa del fútbol de la Confederación del Norte y Centro América y el Caribe de Fútbol (CONCACAF). Luego de quedarse cerca de la clasificación en 1994 y 1998, volverían para Corea-Japón, donde tuvieron una dignísima actuación sumando 4 puntos, y solo quedando eliminados por diferencia de gol. En Alemania 2006, amagaron con dar la sorpresa en el partido inaugural donde pusieron en aprietos al anfitrión, aunque terminaron perdiendo 4-2. Luego quedarían eliminados tras caer en los otros dos encuentros.

De Sudáfrica 2010 también quedaron cerca. Y volvieron para Brasil. Y cómo retornaron. Encuadrados en el llamado “grupo de la muerte”, con tres ex campeones del Mundo (Italia, Uruguay e Inglaterra), los ticos parecían el convidado de piedra. Nada más alejado de la realidad. Superaron con merecimiento a Uruguay por 3-1, luego de arrancar perdiendo, y dieron el gran golpe el viernes al derrotar a uno de los cucos del torneo, Italia, con un solitario gol de Bryan Ruiz. De esta manera, ya se aseguraron el pase a octavos de final, decretaron la eliminación de Inglaterra y obligaron a Italia y Uruguay a disputarse el otro pase de ronda mano a mano en la última fecha.

Pero al margen de los resultados, importantísimos de por sí, Costa Rica juega bien. Merece estos resultados. No es un equipo timorato, que juegue de contraataque, como podría sugerir la humildad de su historia, especialmente con los monstruos que le tocaron como rivales. Sale a jugar los partidos, de igual a igual, sin miedo. A Uruguay lo maniató absolutamente, al margen de la victoria parcial de la Celeste gracias a un penal inexistente. Y a Italia, durante buena parte del partido, logró quitarle la pelota. En base a la presión, cortó los circuitos de juego y le impidió a Andrea Pirlo, cerebro de este equipo azzurro, desplegar todo su manejo del tempo del partido.

Y cuando las necesita, tiene algunas individualidades que marcan diferencias. La más notoria probablemente sea su arquero, Keylor Navas, del Levante, considerado por el ranking estadístico que elabora la Liga Española como el mejor arquero del campeonato. Tuvo un par de intervenciones clave frente al equipo de Cesare Prandelli. Luego, Joel Campbell, delantero cuyo pase pertenece al Arsenal de Inglaterra, aunque el último año lo jugó en el Olympiakos griego; puro vértigo, su habilidad puede complicar a cualquier defensa, aunque su irregularidad a veces hace que desaparezca. Y por último Bryan Ruiz, el autor del gol más importante de la historia tica, mediocampista del PSV Eindhoven holandés, hombre con clase y visión de juego, que controla los hilos del mediocampo y además pisa el área rival.

Costa Rica repite la historia. Vuelve a ser el que mantiene bien alto el nombre de Centroamérica contra la subestimación reinante, confirmada, es cierto, por la floja imagen que muestra, por ejemplo, su vecina Honduras. Pero este éxito ya lo lograron hace 24 años. Ahora deben seguir creciendo. No les sobra nada, pero tampoco les falta.

 

Nicolás Zyssholtz – @likasisol

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