20 junio, 2014
Las mentiras sobre Fidel
Hace poco más de un mes se presentó en Francia “La vida oculta de Fidel Castro”. Esta obra cuenta la supuesta vida de lujo del líder de la Revolución Cubana a través de las palabras de un ex custodio. Varios medios se hicieron eco de esta publicación difundiendo una enorme cantidad de mentiras.

Hace poco más de un mes se presentó en Francia “La vida oculta de Fidel Castro”. Esta obra cuenta la supuesta vida de lujo del líder de la Revolución Cubana a través de las palabras de un ex custodio. Varios medios se hicieron eco de esta publicación difundiendo una enorme cantidad de mentiras.
La Vie Cachée de Fidel Castro (La vida oculta de Fidel Castro), relata a través de sus páginas la aparente vida de lujo que lleva adelante el líder revolucionario. Los testimonios que recopiló el periodista francés Alex Gyldén corresponden a Juan Reinaldo Sánchez, hombre que trabajó durante 17 años en la custodia del ex presidente cubano.
Según difundieron distintos medios, Fidel vive en la isla privada de Cayo Piedra donde “construyó un Jardín del Edén”. Para trasladarse utilizaría un lujoso yate, “construido con madera importada de Angola y cuatro motores obsequiados por Leonid Brezhnev”, ex presidente de la Unión Soviética. También se destaca que suele trasladarse en un Mercedez-Benz y que en La Habana tiene una mansión, que incluye un bungalow con puerto, un centro médico, cancha de baloncesto y “hasta una pista para jugar a los bolos en la azotea”.
Para completar se comenta que se traslada con una custodia de 10 personas, bebe Whisky muy caro y fuma los mejores habanos. Para el ex custodio Fidel se consideraba “amo” de Cuba “a la manera de un terrateniente del siglo XIX». Y recordando que guardaba cientos de diamantes en una caja de cigarros Cohiba, agregó: «Por momentos, Fidel tenía la mentalidad de una pirata del Caribe».
Hasta aquí el “relato” de este libro bien pensado para venderse en las librerías pero carente de toda rigurosidad.
“Si demuestran que tengo un dólar, yo renuncio”
Antes de responder las barbaridades del libro de Alex Gyldén, vamos un paso más atrás. En el año 2006 la revista de negocios estadounidense Forbes, puso a Fidel Castro en su lista de los multimillonarios del mundo. Se le asignó una fortuna más grande que la de la reina de Inglaterra.
El dirigente revolucionario no dudo un instante. “Les desafío a que lo prueben. Y si lo prueban, no hace falta que preparen más planes ni transiciones ni tonterías de esas. Si prueban que yo tengo una cuenta en el exterior de 900 millones, de un millón, de 500.000 dólares, de 100.000, de un dólar, yo renuncio al cargo y a las funciones que estoy desempeñando. Vean. Los desafío”, sostuvo Fidel.
La respuesta de Forbes nunca llegó. En 2007 y los años subsiguientes el líder cubano desapareció de su lista de multimillonarios. Aparentemente dilapidó toda su fortuna de un año a otro ¿o será que nunca la tuvo? Resulta difícil creer que Fidel tuvo la capacidad de ocultar sus dólares y lujos a la potencia más grande del mundo, con el mejor ejército, con el mejor servicio de inteligencia y siempre dispuesta a desprestigiar al líder cubano.
El libro que tiene una sola fuente
Ahora si llegamos a La Vie Cachée de Fidel Castro. El tan popular libro que se presenta como una incontrastable prueba de la hipocresía del líder revolucionario cuenta como fuente de todo dato y referencia los testimonios de un ex custodio. Ni una sola prueba más presenta el libro que “desenmascara” la vida de lujos y nos cuenta “la historia que ningún idealista quiere escuchar”. Pero vayamos punto por punto.
La supuesta casa lujosa de Fidel en la isla de Cayo Piedra es una residencia del Estado cubano donde se reciben a personalidades políticas y diplomáticas. Esta “confusión” entre bienes públicos y privados fue la misma que utilizó la revista Forbes en el caso mencionado anteriormente.

El magazine empresarial reconoció que «la estimación de estas fortunas es un asunto muy complicado» y, al no tener dato alguno, aplicó un porcentaje del producto interior bruto del país como su propiedad. Además en sus páginas se pudo leer: «Asumimos que el dictador tiene el control de una red de compañías estatales que incluye el Palacio de Convenciones, Cimex y Medicuba». En fin, sigamos.
El libro habla también de otras casas a lo largo de la Isla. Medios cubanos reseñan, y así figura en los datos oficiales, que Fidel Castro ha cambiado de residencia tres veces desde que asumió el gobierno de Cuba en 1959. Siempre teniendo un solo domicilio legal.
Se puede pensar que esta no es una prueba muy contundente. Cierto, por eso es mejor remitirse a las propias pruebas que los medios anti cubanos nos dan. Dashiell Torralba, ex pareja de uno de los hijos de Fidel, mostró hace unos años en la televisión de Miami un video con imágenes de la residencia del mandatario. Fue una decepción: lejos de visibilizar sus “lujos”, se vio la sencillez de sus condiciones de vida.

¿Podemos seguir? Vamos a sus medios de transporte. Fidel tiene un supuesto yate de lujo: ¿las pruebas? Una foto de plano corto en un barco de pesca (una de las conocidas aficiones del líder cubano). Su otra forma de trasladarse: un lujoso Mercedez Benz. Efectivamente, es el que se ve en la película de Oliver Stone “Comandante”. Un auto blindado, modelo antiguo, baja gama y sin ningún lujo en su interior. Es el auto oficial del presidente.
Otra cuestión que se le imputa como un “derroche” de su fortuna es el hecho de trasladarse con diez custodios. ¿Curioso que la seguridad de un líder mundial que ha sufrido 634 atentados con sello de la CIA (muchos reconocidos en documentos desclasificados) y de los grupos de ultraderecha de Miami tenga diez personas? Cuando el presidente de Estados Unidos George Bush vino a la Cumbre de las Américas de Argentina en 2005 ¿no se quedó en un portaviones a varios kilómetros de la costa? El famoso doble estándar.
Y justamente hacia Bush dirigía Fidel el final de su discurso cuando en 2006 desafió a la revista Forbes (que nunca pudo probar nada, como tampoco lo hace el libro de reciente publicación): “Tengo el honor de poder decir que no poseo ni cuento en mi haber con un solo dólar. Toda mi fortuna, señor Bush, cabe en el bolsillo de su camisa. Desafío a la CIA, a los 33 organismos de inteligencia de Estados Unidos, a los miles de bancos que hay en el mundo a que prueben que tengo aunque sea un solo dólar”. Seguimos esperando la respuesta.
Santiago Mayor – @SantiMayor
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