América Latina

19 junio, 2014

17 presas por abortar en El Salvador

Agrupaciones feministas y por la despenalización del aborto presentaron a la Asamblea Legislativa de El Salvador 17 solicitudes de indulto, una por cada mujer condenada por homicidio agravado con penas de hasta 40 años. La aplicación de la Ley Especial de Ocursos de Gracia con la aprobación de los tres poderes del Estado representa el último recurso: no hay otro camino porque se han agotado todas las posibilidades de defensa judicial por otras vías.

Agrupaciones feministas y por la despenalización del aborto presentaron a la Asamblea Legislativa de El Salvador 17 solicitudes de indulto, una por cada mujer condenada por homicidio agravado con penas de hasta 40 años. La aplicación de la Ley Especial de Ocursos de Gracia con la aprobación de los tres poderes del Estado representa el último recurso: no hay otro camino porque se han agotado todas las posibilidades de defensa judicial por otras vías.

Todas las condenadas son mujeres jóvenes, pobres, varias solteras y de baja escolaridad. La mayoría no tuvo acceso a controles prenatales, presentó problemas obstétricos en algún momento del embarazo. Muchas no tuvieron controles prenatales por sus circunstancias de pobreza, perdieron su embarazo o experimentaron partos sin asistencia médica o sanitaria. Llegaron desangrándose a hospitales públicos en busca de ayuda y, una vez allí, fueron denunciadas por el personal médico y enviadas directamente a la cárcel.

La Campaña “Una flor para las 17. No dejemos que sus vidas se marchiten”, apunta a la solidaridad y la participación de la mayor cantidad de personas, con el fin de que estas 17 mujeres recuperen su libertad, tengan la oportunidad de volver con sus familias y rehacer sus vidas. Al mismo tiempo, busca interpelar duramente a los poderes de un Estado que continúa violando sistemáticamente los derechos humanos más elementales de las mujeres.

Del hospital a la cárcel

La situación del aborto en El Salvador se ha convertido en un grave problema para las mujeres: desde que el Código Penal se reformó en 1998 la interrupción voluntaria de un embarazo está penalizada con prisión en todas sus formas. No se contemplan excepciones en caso de violación o de inviabilidad del feto, ni aún cuando está en riesgo la vida de la mujer gestante. Sin embargo, El Salvador no es una excepción, sino uno de los cinco países, junto con Nicaragua, Honduras, República Dominicana y Chile, donde el aborto está prohibido y penalizado de manera absoluta.

Las 17

En la última década alrededor de 129 mujeres fueron encarceladas luego de llegar a un hospital público con un aborto en curso o concretado. Morena Herrera, presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto afirmó en entrevista televisiva a Univisión que “los médicos las atienden, y sin tener certeza alguna de si el aborto ha sido provocado o espontáneo, las denuncian de todas maneras. Luego comienza un largo proceso penal donde las fiscalías cambian la tipificación del delito y los jueces las terminan condenando por homicidio agravado con condenas de entre 25 y 40 años”. Respecto de los motivos de este enseñamiento apuntó a los sectores más conservadores, “el fanatismo en El Salvador busca casos ejemplarizantes y estas son las mujeres más castigadas”. Un caso testigo es el de María Teresa Rivera, quien cumple una condena a 40 años de prisión a pesar de que un peritaje judicial estableció que su embarazo se malogró por razones naturales.

La criminalización es tal que muchas mujeres prefieren morir ante una complicación antes que concurrir a un hospital público y exponerse a ser enviadas directamente a la cárcel.

Violaciones a los derechos de las humanas

A fines de mayo, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas determinó a la penalización total del aborto en El Salvador como una violación de los derechos humanos de las mujeres. Cuestionó las injusticias y el sufrimiento que las mujeres salvadoreñas enfrentan y urgió al Estado a que “revise su legislación respecto a la total prohibición del aborto para hacerla compatible con otros derechos fundamentales como el de la salud y la vida de la mujer, así como con su dignidad”, además de dar prioridad a la calidad del tratamiento para aquellas que necesitan atención médica a causa de abortos inseguros/peligrosos y embarazos complicados y dejar de realizar enjuiciamientos penales al respecto.

Mientras tanto las acciones continúan. El pasado lunes diversos grupos feministas volvieron a marchar al Centro de Readaptación para Mujeres de Ilopango, donde las 17 están cumpliendo injustamente sus condenas.

Sumate a la Campaña de solidaridad internacional “Una Flor para las 17”, reclamando la libertad para las 17 mujeres presas por abortar en El Salvador para que puedan continuar con sus vidas:  

SPOT LAS 17 from las17 on Vimeo.

María Paula García – @MariaPaula_71

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