América Latina

5 junio, 2014

¿El fin del Diálogo por la Paz en Venezuela?

Venezuela vive un conflicto con actos de vandalismo y asesinatos impulsados por la oposición que buscan destituir al presidente. La posibilidad de reconstruir canales de discusión entre el gobierno y la oposición comenzó el 10 de abril con la primera reunión del Dialogo por la Paz, sin embargo el proceso parece haberse estancado.

En los últimos meses Venezuela fue el foco de la atención de los medios de comunicación del mundo entero. Las movilizaciones de febrero fueron sucedidas por actos de vandalismo, por las famosas “guarimbas” y por asesinatos selectivos. La posibilidad de reconstruir canales de discusión entre el gobierno y la oposición pareció surgir cuando el 10 de abril se llevó adelante la primera reunión del Dialogo por la Paz, sin embargo el proceso parece haberse estancado.

Luego de unas pocas reuniones entre el gobierno y la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), la discusión se estancó. Las demandas de la oposición de liberar a detenidos ligados a actividades terroristas durante los últimos meses, de amnistiar a figuras como Ivan Simonovis (juzgado por los asesinatos en el intento de golpe de Estado del 2002) y de dejar en “libertad” a Lepoldo López (impulsor de la campaña #LaSalida para terminar con el gobierno de Maduro), no fueron aceptadas como punto de partida de la negociación por el gobierno.

Desde hace semanas la UNASUR se sumo al intento del Vaticano de funcionar de mediadora para encauzar nuevamente el Diálogo. La delegación compuesta por los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador se ha reunido con ambos sectores por separado sin poder juntar a las dos partes.

El intento de encauzar la negociación también está marcado por la forma en que ha actuado Estados Unidos. Las amenazas de sancionar a funcionarios venezolanos y habilitar el financiamiento legal de la oposición avanzaron en pasos concretos con la aprobación de ese proyecto en el Senado de aquél país el último miércoles 28 de mayo.

En este escenario, importantes dirigentes de la MUD como María Corina Machado fueron denunciados públicamente por planes de magnicidio y de impulsar un nuevo intento de golpe de Estado. Los mails difundidos por el gobierno donde se mostraron las operaciones golpistas fueron definidos por la oposición como un “show” -en el caso de Henrique Capriles- y seguidos por el pedido de renuncia de Maduro –en el caso de las declaraciones de Corina Machado-.

La hostilidad creciente entre ambos actores llevo a que el último lunes hubiera una reunión del Alto Mando Político de la Revolución para discutir el tema en el Estado Barinas. Luego del encuentro, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, denunció que la oposición parece no estar dispuesta a continuar en el Diálogo aunque sostuvo que “no se ha cerrado y está dando buenos resultados” ya que el mismo no se puede reducir a actores políticos como la MUD.

La respuesta opositora no tardó en llegar y el día martes con un nuevo comunicado desde la MUD sostuvieron que “ha sido el gobierno quien no ha tomado el Diálogo con la seriedad debida”. En el comunicado se habla del Diálogo de Paz como un evento pasado que no se puede llevar adelante porque el gobierno estaría más preocupado en otros temas como el III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

En las últimas horas del martes, Maduro en su programa de televisión En Contacto con Maduro declaró: “La MUD acabó con el diálogo. Ahí está nuestra comisión para el diálogo (…), esperando a la MUD. Espérenla, síganla esperando. Pero no paren de trabajar”. En el mismo programa también acusó a Corina Machado de “asesina” por su plan de magnicidio y negó cualquier posibilidad de liberar a criminales juzgados por la ley como Simonovis.

El Dialogo por la Paz parece no encontrar camino entre la hostilidad con la que ha actuado la oposición continuando con acciones y planes desestabilizadores, y la firme decisión del gobierno de no pactar impunidad. Lo que podía parecer como una salida dialogada a la conflictividad, si bien puede no tener los resultados formales esperados, ha mostrado públicamente las verdaderas intenciones de los actores, con quienes se alía cada uno geopolíticamente y cuál fue el rol de cada cual en la violencia que viene padeciendo el país.

 

Lucas Villasenin – @villaseninl

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