27 mayo, 2014
Las moscas piensan
Un estudio reciente de la Universidad de Oxford demostró que cierto género de moscas “piensa” antes de actuar de determinada forma. La posibilidad de tomar decisiones y no moverse simplemente por instinto es una muestra de inteligencia antes desconocida en estos insectos.

Un estudio reciente de la Universidad de Oxford demostró que cierto género de moscas “piensa” antes de actuar de determinada forma. La posibilidad de tomar decisiones y no moverse simplemente por instinto es una muestra de inteligencia antes desconocida en estos insectos.
Investigadores del Centro para los Circuitos Neuronales y de Comportamiento de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, demostraron que la “mosca de la fruta” (cuyo nombre científico es Drosophila) razona antes de tomar determinadas decisiones. En concreto se pudo observar cómo, ante decisiones más difíciles, las moscas se tomaban más tiempo del habitual.
Los científicos realizaron experimentos en los que las moscas debían distinguir entre concentraciones de olor cada vez más cercanas. Previamente se las había preparado para rechazar una de las concentraciones, de esta forma se ponían cada vez más cerca dificultando la posibilidad de distinguir cual era la correcta.
De esta forma se pudo observar que las moscas, al tener más separadas las concentraciones reaccionaban más rápido que cuando estaban más cerca. El resultado, según los investigadores, demostró que los insectos acumulaban información antes de tomar la decisión.
«La libertad de acción de los impulsos automáticos se considera una característica de la cognición o la inteligencia», dijo el profesor Gero Miesenböck, en cuyo laboratorio se realizó la investigación. «Lo que nuestros resultados muestran es que las moscas de la fruta tienen una sorprendente capacidad mental que no se ha reconocido previamente», añadió.
Otro dato relevante de la investigación fue que los autores de este estudio rastrearon la actividad del gen FOXP en un pequeño grupo de alrededor de 200 neuronas de las 200.000 que tiene el cerebro de una mosca de este tipo. Este gen está involucrado en el proceso de toma de decisiones.
Los seres humanos tienen cuatro genes FOXP relacionados. Los FoxP1 y FoxP2 humanos se han asociado previamente con el lenguaje y el desarrollo cognitivo, así como con la capacidad de aprender secuencias de movimientos finos.»No sabemos por qué este gen aparece en diversos procesos mentales, como el idioma, la toma de decisiones y el aprendizaje motor. Una característica común a todos estos procesos es que se desarrollan con el tiempo», sostuvo Miesenböck.
Previamente a esta investigación se sabía que las moscas tienen un cerebro muy veloz capaz de decidir en 100 milisegundos (más rápido que una computadora) cómo escapar del peligro. Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de California demostró que cuando la mosca percibe una amenaza, su cerebro calcula su localización, un plan para escapar e idea una posición óptima para apartarse en dirección opuesta.
Según Michael Dickinson, uno de los científicos que ha realizó ese estudio “la mosca debe integrar información visual de sus ojos que le dice de dónde procede la amenaza, con información mecanosensorial de sus patas, que le dice cómo moverse para alcanzar la postura adecuada antes de emprender el vuelo».
Tanto este estudio como el de Oxford amplían el conocimiento sobre la capacidad cerebral de las moscas y demuestran que estos insectos son más inteligentes que lo que comúnmente se cree.
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