26 mayo, 2014

“Uribe quiere seguir siendo el líder de la extrema derecha latinoamericana”

Notas dialogó con el senador electo Iván Cepeda, acerca del futuro del país tras la jornada electoral en Colombia. Diálogos de paz, Tratados de Libre Comercio e integración regional, son las apuestas que se juegan en estos comicios.

Notas dialogó con el senador electo Iván Cepeda, acerca del futuro del país tras la jornada electoral en Colombia. Diálogos de paz, Tratados de Libre Comercio e integración regional, son las apuestas que se juegan en estos comicios.

Las elecciones colombianas que determinarán el nuevo presidente por el mandato 2014-2018 llaman hoy a más de 32 millones de personas a sufragar. Unos comicios que en la previa estuvieron fuertemente teñidos por los escándalos que salpicaron a los principales candidatos, la influencia que puedan tener los resultados sobre el proceso de paz de La Habana, y la indiferencia de la mayor parte de la población. En las calles de Bogotá el clima estuvo muy distante de la efervescencia típica de una contienda electoral, con calles sin carteles ni militantes distribuyendo panfletos. Un sopor debido al ya histórico descreimiento que los votantes han demostrado hacia la clase política, envuelta en todo tipo de escándalo de corrupción, relaciones con el paramilitarismo y promesas incumplidas. Sin embargo, la esperanza ligada a la celebración de los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se lleva el protagonismo de los debates pre electorales, y terminó marcando la agenda de la mayor parte de los candidatos a la presidencia. En este sentido, Santos se posicionó como el favorito en la previa, presentandose como la única posibilidad para la continuidad de los diálogos de La Habana.

Sin embargo, otras fuerzas políticas aseguran que se trata de una postura hipócrita, vistos los antecedentes del candidato-presidente y la falta de solidez de sus propuestas en torno a la paz. “Santos ha dicho que va a cumplir con las reformas que se requieren pero cuatro años de políticas neoliberales muestran otra cosa”, aseguró el senador electo por el Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda. “Nosotros le reconocemos que ha sido el primer presidente que ha llevado las cosas hasta un punto tan importante con las FARC. Pero si no hay reforma agraria y no hay reforma política ningún papel firmado va a servir”.

Cepeda, quien debió vivir exiliado en varios países de Europa a causa de las amenazas en contra de su familia por parte de grupos paramilitares -que en 1994 asesinaron a su padre, el dirigente comunista Manuel Cepeda Vargas-, fue elegido senador en las elecciones legislativas del pasado 9 de marzo. Su partido, el PDA de centro-izquierda, emprendió luego una coalición para la fórmula presidencial con la Unión Patriótica, histórico partido de izquierda que sufrió el asesinato de 5000 de sus militantes por parte de los paramilitares entre los años ’80 y ’90. Las candidatas para estos comicios son Clara López Obregón, quien ejerció como Alcaldesa Mayor de Bogotá entre 2011 y 2012, y Aída Avella, histórica militante de la UP que volvió a su país tras 17 años de exilio en Suiza tras un atentado sufrido con un misil del cual salió ilesa.

“Tenemos dos excelentes candidatas que han hecho una campaña muy coherente con propuestas de gobierno. Es evidente que Clara y Aida tienen la talla de estadistas”, aseguró Cepeda. “No son simplemente gente contestataria. Clara ya tiene una amplia experiencia en la administración pública y ha demostrado que sabe cómo se gobierna. Además de tener una propuesta de gobierno, están exentas de cualquier mancha, lo que no pueden decir ni el candidato de la extrema derecha Zuluaga, que fue sorprendido in fraganti haciendo espionaje, ni el candidato Santos que ya tienen un escándalo con relación con dineros que supuestamente fueron utilizados desde el narcotráfico para una solicitud de negociación. Entonces si las cosas funcionan en sana lógica, deberían ser Clara y Aida las que ganen las elecciones”.

En una campaña hegemonizada por el tema de los diálogos de paz, Cepeda se distanció de la posición de los dos principales candidatos a la presidencia, Santos y Oscar Zuluaga. Éste último es reconocido por la mayoría del espectro político como una amenaza a la continuidad del proceso, por ser el candidato que el ex presidente Álvaro Uribe eligió para representarlo en estos comicios, visto que la constitución colombiana le impide postularse por un tercer mandato. El uribismo se ha caracterizado por una fuerte difidencia hacia lo diálogos de La Habana -que ha demido amorigerar en los últimos días-, prefiriendo el militarismo para acabar con la guerra que vive el país desde hace ya más de 50 años.

“Colombia tiene hoy la posibilidad inmensa de llegar a un acuerdo de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno y la guerrilla del ELN y el gobierno”, que aseguró que para la izquierda que entrará al congreso tras las elecciones de marzo, el papel fundamental será “ser guardianes de la paz. Pero también por supuesto hacer la oposición, si es que no es nuestro el gobierno, al gobierno neoliberal y sus políticas”.

Pero la contienda de hoy también tiene una gran relevancia de carácter geopolítico para América Latina. Colombia, con Santos a la cabeza, es uno de los principales países en adoptar Tratados de Libre Comercio (TLC) con potencias occidentales como Estados Unidos o la Unión Europea, acuerdos que comenzaron justo después que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos se alinearon detrás del presidente Hugo Chávez y su consigna No al ALCA. Hoy, el gobierno de Bogotá está a la cabeza de la Alianza del Pacífico, una iniciativa que reúne a los gobiernos neoliberales de América Latina en contraposición a los bloques del ALBA y el Mercosur. En ese sentido, Cepeda destacó la posición de los dos principales candidatos en el ámbito regional. “Por una parte Uribe quiere seguir siendo, y esta vez desde el gobierno colombiano, el líder de la extrema derecha latinoamericana. Esto es atentar contra el proceso venezolano, intervenir en Ecuador, intervenir en Nicaragua. Incluso intentar desatar un conflicto armado con estos países. Eso está dentro de los cálculos y las ambiciones de ese sector. Santos por su parte quiere relaciones de buen vecindario hasta donde lo ha dicho. Pero lo de él es efectivamente generar una dinámica distinta al proceso de integración de Unasur, Celac, el bloque del Mercosur, para poner nuestras economías al servicio de los grandes bloques internacionales de poder. El hecho de que Santos haya sido el más eficiente en hacer aprobar Tratados de Libre Comercio de Colombia con otros países, muestra esa orientación”.

A partir del rol protagónico que cumple hoy Colombia en el ámbito internacional, y los procesos en acto en este país, queda claro que el resultado de las elecciones de hoy será de fuerte relevancia a nivel regional. Sin embargo, la difidencia reinante en la población dificulta que este proceso pueda tener un acompañamiento masivo. Es muy probable que al final de la jornada se deba preparar un ballotage entre el candidato-presidente y el del uribismo, algo que quizás, forzaría a las grandes mayoría a tomar una posición acerca de un desempate de enorme relevancia para el país y el continente.

 

Federico Larsen, desde Colombia – @larsenfede

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