Mundo Gremial

22 mayo, 2014

Se aprobó el proyecto contra el trabajo no registrado

Este miércoles, tras casi 12 horas de debate, la Cámara de Diputados finalmente aprobó el proyecto impulsado por el Ejecutivo para combatir el trabajo no registrado.

Este miércoles, tras casi 12 horas de debate, la Cámara de Diputados finalmente aprobó el proyecto impulsado por el Ejecutivo para combatir el trabajo no registrado.

A la hora de la votación el resultado fueron 227 votos afirmativos, 3 negativos y 4 abstenciones. El bloque del Frente para la Victoria (FPV) votó de conjunto junto a la UCR, el Frente Renovador, la mayoría de los integrantes del PRO, el GEN, el Partido Socialista, Libres del Sur y la Coalición Cívica, además de otros partidos menores.

En contra votó el Frente de Izquierda y el diputado del PRO, Federico Sturzenegger. Ambos habían presentado dictámenes por la minoría al igual que el bloque de Unidad Popular, conducido por Claudio Lozano y Víctor De Gennaro, que finalmente decidió abstenerse.

Héctor Recalde, diputado del FPV y titular de la Comisión de Legislación Laboral, argumentó que este proyecto «propicia que se cumplan las leyes que existen» y dijo que se trata de «un salto cualitativo hacia el futuro» para evitar el fraude laboral.

Desde el radicalismo, Eduardo Santín dijo que “está bien que se genere un `veraz` de empresarios para los que creemos en un estado activo que controle a los que están afuera de la ley, que no premie a los que estafan a los ciudadanos”, aunque aclaró que “este mecanismo necesita de un fenomenal esfuerzo, de hombres y mujeres que puedan controlarlo, para lo que se necesita involucrar en ese proceso a la estructura sindical, como propusieron otros bloques”.

Su correligionario Miguel Giubergia, fue menos entusiasta al sostener que el proyecto «es una dosis de aspirina para una enfermedad grave». Sin embargo mantuvo la posición de su partido: «Acompañamos el proyecto en general, por considerar que deben tomarse las medidas necesarias para preservar el trabajo registrado, pero tenemos objeciones en el articulado».

Por su parte, Graciela Camaño del Frente Renovador justificó el acompañamiento en general al proyecto al sostener que “todo lo que se haga para resolver el problema de la precarización laboral lo apoyamos, aun cuando la expectativa que tengamos de que este proyecto de resultados sea baja». “No creemos que el problema de tomar o no empleados sea la contribución patronal; una empresa no se funde por pagar un aporte de 300 pesos”, remarcó.

«La intención del proyecto es buena, pero la contracara es que a los trabajadores que ya están registrados se los agobia con una carga impositiva excesiva, además de tener que pagar ganancias», señaló. A su turno, la líder del GEN, Margarita Stolbizer, también reclamó «bajar la presión fiscal» para los trabajadores y «en muchos casos la informalidad en las Pymes es una salida para subsistir frente a la presión fiscal más alta del mundo».

Por su parte, Sturzenegger, quien votó en contra pese a que el resto de su bloque lo hizo a favor, consideró que el proyecto del Gobierno es una «manzana envenenada». «Tiene algo atractivo: la baja de aportes. Y algo complicado: la creación de un registro laboral que tendrá poca efectividad y probablemente solo sirva para una mayor concentración de poder en el Ejecutivo», subrayó.

Desde Unidad Popular, Víctor De Gennaro anticipó la abstención de ese bloque a votar la iniciativa, y sostuvo que con el proyecto del Poder Ejecutivo «no se mejora la situación, no permite un salto cualitativo en la lucha contra el trabajo no registrado y sigue manteniendo los beneficios para los de arriba».

«Se sigue manteniendo el modelo para los de arriba y para los de afuera. Nuestra propuesta es animarse a cambiar. Por eso proponemos jerarquizar al inspector de trabajo, democratizar la vida sindical y la sociedad y, fundamentalmente, cambiar este modelo productivo que, en lugar de beneficiar a la pequeña y mediana empresa, sigue beneficiando a los grupos concentrados en nuestro país», explicó sobre su dictamen de minoría.

Por el Frente de Izquierda, Néstor Pitrola aseguró que la medida «desfinancia» a la Anses y cuestionó a las «grandes cúpulas sindicales», que -según dijo- hacen «la vista gorda con el trabajo en negro». «No hay ningún motivo para que esta ley vaya a mejorar la situación», añadió Pitrola.

Finalmente la presidenta del bloque del FPV, Juliana Di Tullio, dijo dirigiéndose a la oposición (que en su mayoría acompañó el proyecto): “Tienen que hacerse cargo de este presente, que es mucho mejor que el que había cuando nos hicimos cargo de este país en 2003. “tienen un discurso un poco contradictorio. Critican este proyecto pero en los últimos dos años no presentaron ningún proyecto sobre trabajo no registrado”.

El proyecto que se aprobó contempla la reducción de contribuciones patronales para microempresas, medidas de fortalecimiento en la fiscalización y capacidad de inspección del Estado nacional y la creación de un registro donde se incluirá a las empresas que violen la legislación laboral.

 

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