Mundo Gremial

13 mayo, 2014

“Lo que define a un dirigente sindical hoy es como se para frente al ajuste”

De cara a la movilización contra la inflación y la inseguridad convocada por la CGT de Hugo Moyano para este miércoles 14 de mayo, Notas dialogó con Federico Sánchez, secretario adjunto del Sindicato del Peaje

De cara a la movilización contra la inflación y la inseguridad convocada por la CGT de Hugo Moyano para este miércoles 14 de mayo, Notas dialogó con Federico Sánchez, secretario adjunto del Sindicato del Peaje.

Federico Sánchez es actualmente secretario Adjunto del Sindicato del Peaje que dirige el diputado nacional Facundo Moyano. Sánchez además es secretario General de la CGT Zona Norte y militante de la Juventud Sindical.

De cara a la movilización que la CGT opositora convocó para este miércoles 14 de mayo a la Plaza de Mayo, Notas entrevistó al dirigente sindical para profundizar y entender el análisis que se hace desde ese sector del movimiento obrero organizado. La discusión de la inseguridad como bandera de la derecha, el Congreso del Partido Justicialista y la nueva etapa de “resistencia” que se abre, fueron los ejes de la conversación.

– ¿Cómo se están preparando para la jornada del miércoles? ¿Cuáles son los ejes de la movilización?

– Lo que va a pasar el miércoles tiene que ver con la agenda que viene planteando la CGT desde hace tiempo. Sucede que la realidad se ha precipitado, hay cuestiones que no pueden esperar y requieren un urgente tratamiento de parte del Poder Ejecutivo.

Creemos que el tema de la inseguridad, de la inflación, son cuestiones que se han venido agudizando. Más allá de que se haya mandado a tal o cual organización político-militante a controlar góndolas la verdad es un fracaso y se siente todos los días.

Millones de trabajadores de Argentina están perdiendo poder adquisitivo y lamentablemente eso va de la mano de una inseguridad que no cesa. Es un coctel donde se está hipotecando a la juventud, los futuros trabajadores de la Argentina.

Todos hablan de cuestiones punitivas acerca de la inseguridad, que está bien porque es una arista que hay que plantear, pero hay una arista de contención y demanda social que a la hora de debatir la inseguridad ninguna fuerza política la plantea. O si la plantea lo hace como accesorio o muy de soslayo.

Desde el movimiento de la CGT que conduce Hugo Moyano planteamos que la cuestión de la pobreza, de la inflación, la devaluación, es todo un caldo de cultivo para que millones de trabajadores jóvenes o que están en el colegio secundario no tengan acceso al mercado formal de trabajo. Y es un caldo de cultivo importante para lo que se viene si de inseguridad hablamos.

– En general la bandera de la lucha contra la inseguridad la han tomado los sectores de la derecha, con aristas diferentes a las que planteaste vos que tienen que ver con la inseguridad en términos de lo social y del trabajo. En ese sentido ¿No es una movida difícil de afrontar? ¿No es hacerle el caldo a esa mirada conservadora de la sociedad que no es la que plantean ustedes?

– No lo creo. Esa mirada reaccionaria y conservadora con el tema de la inseguridad va a estar y se va a alimentar independientemente de que el movimiento obrero la levante o no.

Lo han usado de manera oportunista los sectores reaccionarios y ahí hay que meter al Frente para la Victoria (FPV). El año pasado el candidato del FPV, Martín Insaurralde, en plena campaña electoral planteó la discusión sobre bajar la edad de imputabilidad. En consonancia con la derecha más recalcitrante y reaccionaria que piensa que metiendo presos a los pibes se va a solucionar el problema de la inseguridad.

– Planteaste cuales son las propuestas y miradas de la derecha, ahora bien ¿qué es lo que la CGT pide para solucionar el problema de la inseguridad?

– Lo que pedimos es, en primer lugar, que se sinceren un montón de datos estadísticos sobre indigencia, pobreza, inflación. Cuestiones que hacen, nos guste o no, a la cuestión de la inseguridad.

Es una línea bastante delgada plantear el tema de la inseguridad desde un solo punto de vista, hay que tener perspectiva. Si nosotros hacemos hincapié solamente en que la inseguridad se va a terminar con más trabajo, más inclusión, más justicia social solamente, estoy viendo una parte importantísima pero que hoy en día no le soluciona a la mayoría de los trabajadores en lo cotidiano el problema.

No es un invento. Todos los días matan trabajadores en hechos delictivos. Cuando Hugo planteó hace más de un año y medio esto en el microestadio de Ferro se dijo “Hugo Moyano está levantando la agenda de la derecha”. Y ahí Hugo fue claro, quienes más padecen los hechos delictivos en los centros urbanos de nuestro país son los trabajadores.

Ahora, me decís ¿cómo se levanta la medida, la protesta? Nosotros queremos que se nos convoque al diálogo desde hace años. ¿Con qué tema? Con nuestra agenda. No ha habido voluntad de hacer esto para levantar ni paros nacionales, ni manifestaciones, ni protestas.

Lo que va a pasar el miércoles es una protesta social. Eso fortalece la democracia, la alimenta y está bien que haya gente que se manifieste por más que algunos sectores sigan con ese viejo discurso, que ya cansa, de descalificar y estigmatizar la protesta social calificándola de destituyente.

– Corriendo un poco el eje, hablemos del Congreso del Partido Justicialista (PJ) que se realizó recientemente y los reclamos que hacía la CGT de Hugo Moyano hace un tiempo sobre la escasa representatividad que tenían los trabajadores en la estructura del partido. ¿Cómo lees lo que pasó el domingo donde entre otras cosas se le asignó la presidencia y vicepresidencia en la Ciudad de Buenos Aires a la CGT conducida por Antonio Caló, vicepresidencia segunda en la Provincia de Buenos Aires, etcétera?

– Los dirigentes sindicales que han obtenido un cargo institucional en el PJ están en todo su derecho. Yo quiero recordar y dejar en claro que la CGT que conduce Hugo Moyano no se alejó del gobierno por un poroto más o un poroto menos.

La decisión y la diferencia de cómo nosotros pasamos a un polo opositor tienen que ver con causas más profundas. Seríamos necios si dijéramos que somos opositores porque la presidenta es soberbia. Ojalá fuera solamente eso y se le diera solución a la agenda de la CGT. Después los modos de conducir políticamente pueden variar y uno tiene que hacer política con eso.

Pero el tema es que acá se ha cambiado un rumbo. Se han cometido errores macroeconómicos garrafales que terminaron en la devaluación de enero. Muchos sectores dicen que acá devaluó el mercado y que había sectores financieros concentrados que querían una devaluación aun mayor. Bueno, acá se han mandado macanas que no se las mandaron sectores financieros concentrados, se las mandó el gobierno.

Y la devaluación, aunque se la llame con el nombre que se la llame, es empobrecimiento, es exclusión, es desigualdad.

En este contexto, si dirigentes sindicales han agarrado cargos en el PJ para arreglarle los problemas a algún afiliado, a la gente o evitar que sus representados pierdan poder adquisitivo, bueno me saco el sombrero. Pero lamentablemente parece que no es así.

– Vos planteabas esta situación entre inflación, estancamiento de la economía, a eso se suman las suspensiones y despidos en el sector automotriz ¿se plantea necesario un reacomodamiento en el sindicalismo y las organizaciones para pasar a una etapa de resistencia donde se viene un momento, corto o largo, de tensiones a favor de los recortes?

– Por supuesto que sí. La presidenta hace dos años, cuando echa por tierra el proyecto del movimiento obrero de participación en las ganancias de las empresas argumenta, para que no se discuta ese proyecto de ley, que estamos muy cerca del “fifty-fifty” en cuanto a la distribución del ingreso. Entonces que a partir de ahora la distribución del ingreso debía darse de manera endógena entre los asalariados.

Para nosotros es un error bastante evidente ya que subyace una lógica de decir que los grandes sectores económicos ya no tienen más nada para dar en este proceso. Ya lo han dado todo y ahora tenemos que discutir trabajador contra trabajador.

En ese sentido creo que los movimientos sociales como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), donde están compañeros del Movimiento Evita, no están en un rol opositor (porque muchos de ellos son funcionarios del Estado) pero están planteando ciertas disidencias.

En el 2015 tenemos la percepción que, independientemente de la fuerza política que pueda gobernar, hay cuestiones económicas y de inercia que nos indican que vamos a estar en la calle resistiendo. El tema es con que CGT, con qué movimiento sociales. Hay que ver si no hay ciertos dirigentes que van a ser funcionales a una continuidad de un ajuste económico que hoy está en marcha.

Uno ve la CGT nacional de Hugo Moyano y hay sindicalistas con diferentes proyectos políticos, pero hay una agenda sindical homogénea, compartida. Creo que lo que define a un dirigente sindical hoy en 2014 es como se para frente al ajuste y no quién quiere que sea presidente el año que viene.

 

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