Derechos Humanos

30 abril, 2014

Fue detenido en Paraguay el ex capellán Vara

Este lunes fue detenido en Ciudad del Este el ex capellán militar Aldo Omar Vara, prófugo de la justicia argentina que lo requiere por crímenes durante la última dictadura militar. El religioso tenía pedido de captura de Interpol y la Justicia de Bahía Blanca enviará el pedido de extradición a la brevedad.

Este lunes fue detenido en Ciudad del Este el ex capellán militar Aldo Omar Vara, prófugo de la Justicia argentina que lo requiere por crímenes durante la última dictadura militar. El religioso tenía pedido de captura de Interpol y la Justicia de Bahía Blanca ya confirmó que enviará el pedido de extradición a la brevedad.

Aldo Omar Vara fue capellán del V Cuerpo de Ejército entre 1971 y 1979 y se encontraba prófugo de la Justicia argentina desde agosto de 2013. El pedido de captura ordenado por el Juzgado Federal Nº 1 de Bahía Blanca era por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por amenazas y violencia; homicidio agravado por alevosía en concurso de tres personas por lo menos y homicidio y desaparición forzada e imposición de tormentos.

Fabio Ramón Sanabria, comisario de la Ciudad del Este, confirmó que “Vera se encuentra en custodia de un juez, quien tendrá la responsabilidad de determinar si será extraditado o no a su país natal”. Por su parte, fuentes judiciales bahienses confirmaron que ya “el Ministerio de Relaciones Exteriores envió al juez federal ad hoc Álvaro Coleffi la solicitud para que libre el exhorto internacional para la extradición”.

El pedido de detención de Vara se desprende de los resultados del primer juicio a represores de Bahía Blanca, llevado adelante entre 2010 y 2012, en el que el Tribunal Oral Federal conformado por los jueces Jorge Ferro, Martín Bava y José Triputti condenó a prisión perpetua a 17 genocidas por su actuación en el V Cuerpo del Ejército durante la última dictadura militar. El fallo ordenaba también avanzar en la investigación de complicidades civiles, particularizando en los caso del titular del periódico La Nueva Provincia (quien en estas semanas está siendo indagado) y en el del ex capellán Vara.

Vara, de 80 años al momento de su detención, fue reconocido por varias víctimas de la tortura en el centro clandestino de detención bahiense conocido como “La escuelita”, entre ellos un grupo de estudiantes secundarios, conocidos como el caso de “Los chicos de la ENET”, que recuerdan que Vara “nos llevaba la palabra de Dios, pero cuando le contábamos lo que nos estaban haciendo se quedaba en silencio”.

Ya en democracia el religioso (que siempre fue amparado por la institución católica, que apenas consintió a trasladarlo fuera de la ciudad de Bahía Blanca cuando comenzaron a hacerse públicas sus complicidades activas con el genocidio) continuó con su prédica violentista, recomendando ejecutar al ex canciller Dante Caputo por su rol durante la disputa de soberanía sobre el Canal de Beagle. Entonces afirmó que Caputo debía ser “colgado en la Pirámide de Plaza de Mayo, por su desidia e incapacidad”. Estos llamados a la justicia sumarísima era complementados con declaraciones que convocaban a “una lucha titánica en favor de la familia tradicional y no la de los travestis”. Una línea de conducta.

Tanto la imputación de Vicente Massot como la reciente detención de Aldo Omar Vera constituyen pasos positivos en el sentido de comenzar a desarmar aquel terrible “entramado social corporativo”, denunciado por el fiscal Abel Córdoba en el cierre del primer juicio contra los represores de Bahía Blanca, que hasta el momento había logrado impedir que se avanzara efectivamente en la investigación de las violaciones de los derechos humanos en la ciudad portuaria.

 

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