Educación y Ciencia

28 abril, 2014

¿Qué nos dejó el Congreso de la FUBA?

Por Adrián Lutvak. El Congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires dejó varias conclusiones acerca del escenario político de la Universidad y el rol de las fuerzas que intervienen en la misma. La Franja Morada – Nuevo Espacio se jugó a vaciar el Congreso, teniendo como cómplices a La Cámpora y Libres del Sur.

Por Adrián Lutvak. El reciente Congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires dejó varias conclusiones acerca del escenario político de la Universidad y el rol de las distintas fuerzas que intervienen en la misma. La Franja Morada – Nuevo Espacio, fuerza que representa al rector Barbieri, tuvo un gran protagonismo montando una operación mediática contra la Federación y se jugaron a vaciar el Congreso, teniendo como cómplices a La Cámpora y Libres del Sur.

A pesar de los intentos de paralelizar la Federación o desplazar a la izquierda de la conducción, el Frente 1918 compuesto por La Mella, UJS-PO, La Corriente, Izquierda Socialista y CAUCE continúa al frente de la presidencia de la Federación. De todas maneras la maniobra orquestada por el rectorado logró dejar sin quórum el Congreso, llegando a 59 de los 66 delegados necesarios.

Un síntoma de una nueva etapa

Desde que Alberto Barbieri asumió como rector de la UBA a final del año pasado venimos diciendo que una nueva etapa comenzaba en nuestra Universidad. Empezó afirmando que nuestra institución era «la más democrática del mundo», que había que profundizar el círculo virtuoso que nos unía con las grandes empresas y finalmente tuvo el gesto sutil de nombrar a un ex jefe de la SIDE, Darío Richarte, como vicerrector.

La designación de Richarte provocó un amplio rechazo de la comunidad académica de la UBA y de distintos sectores políticos. El Consejo Directivo de la Facultad de Sociales, el de Exactas e incluso figuras como Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas públicamente cuestionaron este nombramiento. La FUBA fue la primera en encabezar esta denuncia con movilización, petitorios y una fuerte campaña pública.

La ofensiva de las agrupaciones que defienden al rector (Nuevo Espacio-Franja Morada) que ahora se hacen llamar «Frente Reformista» es una respuesta concreta a la política de la FUBA. Barbieri vino a transformar la universidad, representa al reciclado de los cuadros radicales que vienen gobernando la UBA desde la vuelta de la democracia. La mayor traba que tienen estos sectores para avanzar en reformas regresivas y mercantilizadoras es el movimiento estudiantil organizado y por eso quieren quedarse con la Federación.

Con el rectorado

El espacio de Unidos y Organizados dejo expuesta toda su debilidad y nivel de fractura en este Congreso. La Cámpora jugó abiertamente para Franja Morada-Nuevo Espacio y fue la que hizo todo lo posible para avalar el boicot del rectorado. El escenario político nacional que nos muestra al gobierno buscando un «pacto de gobernabilidad» con los sectores más concentrados, tuvo su correlato en la política que se dio La Cámpora reproduciendo el guion preparado por Barbieri, rector al que supuestamente se oponen.

Pero la maniobra no salió tan bien para esta agrupación ya que su decisión dejo expuesta la fractura de su espacio, llevando a una fuerza como el Movimiento Evita a denunciar la situación y presentarse por su cuenta acreditando al Congreso.

El desafío más grande que nunca

El movimiento estudiantil de la UBA tiene un desafío muy grande y tiene que demostrar que está a la altura de dar la pelea en este contexto. Los que representan el modelo antagónico a la Universidad popular, crítica y democrática que queremos tienen más poder que nunca y están decididos a avanzar. El escenario nacional de ajuste tiene a la educación como uno de las aéreas más afectadas por un presupuesto que lejos esta de ser suficiente.

Los últimos 13 años desde la recuperación de la FUBA fueron años de acumulación para la izquierda, de un crecimiento importante en la cantidad de militancia y hubo muchas peleas defensivas que se pudieron ganar, también algunas conquistas. La realidad es que este nuevo escenario nos plantea la necesidad de un salto cualitativo, no alcanza con lo hecho hasta ahora sino queremos retroceder en lo que se ha avanzado, si queremos poner el pecho a esta situación, tenemos que transformar la inserción que tiene la izquierda en la Universidad en una masificación de la participación, en una irrupción del movimiento estudiantil como actor de peso por su capacidad política pero también por su capacidad de movilización.

Somos conscientes que la única forma de avanzar en esos objetivos es con la unidad, porque esa unidad ya esta gestada por arriba, ya la Franja Morada y La Cámpora demostraron lo poco que les cuesta juntarse. Nuestra arma de destrucción masiva es el convencimiento, la entrega y la dignidad de miles de militantes que defienden una perspectiva política y no un negocio o un sello de goma que sirva de guardaespaldas de un rector.

 

@adrianltvk

Presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires y militante de La Mella

 

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