27 abril, 2014
FAUNEN: la consumación final de un giro derechista
Por Ulises Bosia. Se lanzó el Frente Amplio UNEN (FAUNEN), con lo que quedó establecido un nuevo ladrillo de la […]

Por Ulises Bosia. Se lanzó el Frente Amplio UNEN (FAUNEN), con lo que quedó establecido un nuevo ladrillo de la situación política hacia el 2015. Ex progresistas, se afirman en una identidad republicana, anticorrupción y antiperonista, nada nuevo bajo el sol. Una explicación de la parábola final de la centroizquierda hacia la derecha en la década k.
De acuerdo a la tesis de Néstor Kirchner, la reconstrucción del sistema político tras la crisis de 2001 debía operarse mediante la construcción de un polo de centroizquierda y otro de centroderecha, independientemente de la historia y la fisonomía de los sellos partidarios que coyunturalmente pudieran ocupar cada uno de esos espacios.
Consecuentemente con esta lectura, el Frente para la Victoria se instaló con fuerza en la centroizquierda, si bien sus pies se asentaron siempre en la estructura del PJ, tan flexible esta década para adaptarse a esta política como lo había sido en los noventa para respaldarse sobre la centroderecha. Esto se logró a partir de la política de derechos humanos, el latinoamericanismo, las políticas sociales, el discurso productivista contra la especulación financiera, las leyes de matrimonio igualitario y de identidad de género, la generación de ciertos instrumentos económicos para el Estado tras el final de las AFJP o la recuperación del control de YPF.
Las distintas formaciones políticas de centroizquierda debieron reacomodarse ante este desafío inesperado: que su electorado y su base social de apoyo fueran disputados desde las entrañas del PJ. A medida que este giro operado por el Frente para la Victoria se fue llevando a cabo, tras desembarazarse de la tutela duhaldista, la centroizquierda que no se integraba al kirchnerismo vio reducido progresivamente cada vez más su espacio político, creciendo la tentación de ampliarse hacia la centroderecha. Carrió fue la dirigente que más rápidamente expresó ese movimiento, ayudada por su carácter de fenómeno mediático y su total falta de base social, pasando de referenciarse en la centroizquierda hacia la derecha sin solución de continuidad.
Pero fue “la crisis del campo”, la que terminó de consumar el giro kirchnerista estableciendo una nueva situación política marcada por una fuerte polarización social que obligó a los sectores de centroizquierda a definirse. O bien integrarse al Frente para la Victoria o bien pasar a ubicarse con claridad en la centroderecha. Viendo la situación desde ahora, es claro cómo esta tensión se manifestó en dos espacios independientes del kirchnerismo en las elecciones del 2009, como Nuevo Encuentro y Proyecto Sur. La formación liderada por Martín Sabbatella tomó el primer camino, mientras que los seguidores de Pino Solanas eligieron el segundo.
El Frente Amplio Progresista (FAP), en 2011, fue una estación intermedia en este recorrido. Ubicado ya en un discurso republicano propio de la centroderecha y con definiciones relevantes, como el alineamiento de Binner con Capriles, fue un primer reagrupamiento de la centroizquierda opositora. También la UCR selló en ese momento una alianza con De Narváez, orientándose hacia la centroderecha.
Finalmente ese largo camino hacia la centroderecha dio un salto cualitativo con la fundación del FAUNEN esta semana, dando por tierra con la crítica al bipartidismo que sostenía la existencia del FAP. Esta idea tradicional de distintos referentes de la centroizquierda fue superada por la tentación de construir una alianza en condiciones inmediatas de pelear la presidencia de la nación. No se ve por qué esta decisión, calcada de la experiencia del FREPASO a finales de los noventa, traería ahora un desenlace diferente al de la ALIANZA.
Por otra parte, también la apelación a la defensa de la república y las instituciones y el discurso moral contra la corrupción repiten la experiencia de Chacho Álvarez y De la Rúa, quienes pretendían cuestionar al gobierno menemista sin decir una palabra sobre la estructura económica neoliberal de aquel momento. Detrás del silencio del FAUNEN sobre las causas más profundas de los principales problemas económicos de nuestro pueblo, se agazapan los intereses del poder económico y las recetas ortodoxas de la economía, responsables de los peores años de nuestro pueblo trabajador.
Por eso, tras este recorrido, no resulta sorprendente que algunos de los referentes del FAUNEN coqueteen con el Pro de Mauricio Macri. Es un flirteo permitido, plenamente acorde con la ubicación construida. En todo caso, más allá de las diferenciaciones ideológicas, cualquier acuerdo dependerá de la conveniencia electoral de uno y otro espacio en los niveles nacionales, provinciales y municipales, algo que hace difícil prever un acercamiento anterior a las lógicas negociaciones de un eventual ballotage presidencial.
@ulibosia
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