Para proteger y servir

Una fallida estrategia de relaciones públicas de la Policía de Nueva York proponía utilizar el hashtag #MyNYPD para subir fotos que cimenten la buena relación de la ciudadanía con la fuerza, pero Twitter se inundó de imágenes de agentes reprimiendo. Patético «fail» policial.

El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) está en campaña para mejorar su imagen pública y a uno de los cráneos que abundan en las reparticiones públicas de todo el mundo se le ocurrió proponer que la gente suba a Twitter su foto con un amigable policía de la ciudad bajo el hashtag #myNYPD. Pero, lógicamente, la idea fue resignificada en el aire y los usuarios en vez de postear fotos en las que abrazan a policías sonrientes y amistosos comenzaron a subir una catarata de fotos de casos de violencia policial, tanto de producción propia como de diversas agencias fotográficas que cubrieron algunos de los últimos conflictos ciudadanos, desde las manifestaciones de Ocuppy Wall Street como las protestas en Brooklyn por el asesinato policial del joven de 16 años Kimani Gray.

Frente a los inesperados y contraproducentes resultados de la iniciativa de relaciones públicas, donde la mayor parte de las imágenes muestran a ciudadanos siendo apaleados, policías amenazando a movilizaciones con sus porras, detenciones innecesariamente violentas, agentes desencajados y muy poco amistosos, la policía neoyorkina lanzó este martes 22 un comunicado donde planteaba: “El NYPD está creando nuevas formas de comunicarse de manera efectiva con la comunidad. Twitter proporciona un foro abierto para el intercambio sin censura y esto es un diálogo abierto que es bueno para nuestra ciudad”.

No está de más recordar que ésta fue la ciudad a la que hace unos pocos días se dirigió el máximo referente del Frente Renovador, Sergio Massa, para reunirse con el ideólogo de la «tolerancia cero» Rudolph Giuliani y para recabar experiencias sobre lo que sería una gestión exitosa en materia de seguridad. Así que tal vez podamos esperar un #MiQueridaBonaerense por estas tierras.

El patético error policial en la campaña de relaciones públicas modernas cuenta con varios antecedentes. Hace algún tiempo los publicitarios de McDonalds tuvieron la ocurrencia de inaugurar un hashtag para homenajear a sus agricultores que inmediatamente fue tomado por consumidores de la cadena de comida rápida que deseaban compartir sus malas experiencias.

En 2013 también la financiera JP Morgan sufrió el efecto “tiro por la culata” cuando sugirió a los usuarios de Twitter que le envíen preguntas a uno de sus ejecutivos bajo el hashtag #AskJPM y recibió más de 5 mil respuestas negativas y planteos críticos en un par de horas. Y a estos cracks de las relaciones públicas les pagan. En fin.