24 abril, 2014

Kiev avanza sobre el este y Rusia prepara sus fuerzas militares

Desde hace dos semanas que el gobierno central de Ucrania decidió lanzar una ofensiva contra los rebeldes del este del país que se oponen al gobierno impuesto por el golpe de Estado de febrero. Este avance generó la respuesta de Rusia que inició operaciones militares en la frontera.

Desde hace dos semanas que el gobierno central de Ucrania decidió lanzar una ofensiva contra los rebeldes del este del país que se oponen al gobierno impuesto por el golpe de Estado de febrero. Este avance generó la respuesta de Rusia que inició operaciones militares en la frontera.

Slaviansk, una ciudad de la región de Donetsk que se ha proclamado como “República Popular” independiente de las autoridades de Kiev, es el centro del operativo del gobierno central contra los rebeldes. Este jueves se llevan a cabo enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad ucranianas y las milicias populares.

Hasta el momento se han registrado cinco muertos luego de un enfrentamiento en un puesto de control donde los milicianos intercambiaron disparos con las fuerzas de seguridad. Los tanques y blindados de Kiev intentan avanzar sobre las barricadas para ingresar a la ciudad y recuperar el control.

Mapa Ucrania Slaviansk

Una guerra civil cada vez más evidente

Luego del golpe de Estado que derrocó al presidente Victor Yanukovich en febrero de 2014, varias regiones del este de Ucrania se alzaron en contra del nuevo gobierno. Estos territorios, con mayoría de la población rusoparlante, exigen una mayor federalización del país con autonomía para las regiones y la declaración del ruso como idioma co-oficial.

Las regiones de Lugansk y Donetsk son las más avanzadas en este sentido ya que se han proclamado como repúblicas populares y han conformado su cuerpo de milicianos. En Donetsk, además, está previsto un referéndum para el 11 de mayo donde se defina el carácter de la región.

Járkov, segunda ciudad del país y cabeza de la región del mismo nombre, también ha sido un importante foco de resistencia que se mantiene hasta el día de hoy.

Este panorama llevó al gobierno central a enviar al ejército y la recientemente creada Guardia Nacional (integrada por miembros de la organización fascista Sector Derecho) a reprimir los levantamientos. Ofensiva que se había visto interrumpida por el acuerdo realizado en Ginebra entre Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea.

Sin embargo, ese consenso quedó rápidamente en letra muerta cuando el gobierno ucraniano consideró que, tal como estipulaba el acuerdo, no debía desarmar a los grupos irregulares armados que lo apoyan. Es así como la organización neonazi Sector Derecho y las denominadas Autodefensas del Maidan mantienen sus armas mientras se les exige a los milicianos del este que se desarmen.

Video difundido por Russia Today donde se ve la ciudad de Slaviansk desde un puesto de control de las milicias:

Un conflicto que ya tiene dimensiones internacionales

Si bien desde el comienzo, con la anexión de Crimea por parte de Rusia, la situación política y social ucraniana había adquirido un carácter internacional, parecía que la situación había quedado ahí. Pero los acontecimientos recientes han dado un nuevo giro.

La visita del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Ucrania el fin de semana pasado que derivó, tras su partida, en la reanudación de la ofensiva sobre el este, fue el nuevo puntapié. El político estadounidense anunció que Washington asignará una ayuda de 20 millones de dólares para los servicios de seguridad ucranianos.

“Brindaremos ayuda de carácter no letal a los servicios de seguridad ucranianos. Suministraremos equipos de comunicación, desminado, transporte e ingeniería”, subrayó Biden. “De este modo nuestra asistencia financiera para garantizar la seguridad en Ucrania alcanzará unos 20 millones de dólares”, concluyó el vicepresidente de Barack Obama.

La respuesta no se hizo esperar y este jueves 24 de abril el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, anunció que Moscú inició ejercicios militares en las zonas fronterizas con Ucrania en respuesta a la situación que se desarrolla en el país vecino.

«Las fuerzas son claramente desiguales», señaló el ministro. «El visto bueno para el uso de las armas contra la población civil del país ya se ha dado. Si no es detenida hoy esta máquina de guerra, se dará lugar a un gran número de muertos y heridos».

«Otro factor que no promueve la normalización de la situación en torno a Ucrania es el anuncio de la OTAN de realizar ejercicios de sus tropas en territorio de Polonia y los países bálticos», agregó Shoigú. «Tenemos que reaccionar ante tal desarrollo de la situación», señaló el ministro. «A partir de hoy [por el jueves], en las zonas fronterizas con Ucrania los grupos de batallones tácticos de los distritos militares occidentales y meridionales iniciaron maniobras».

El miércoles el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, había declarado que “si nos atacan, ciertamente responderemos. Si nuestros intereses, nuestros legítimos intereses, los intereses de los rusos son atacados directamente, como pasó en Osetia del Sur, por ejemplo, no veo ninguna otra manera que responder de conformidad con el derecho internacional”.

 

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