16 abril, 2014
¿Más policías es igual a menos narcotráfico?
La ministra de Seguridad Maria Cecilia Rodríguez y el secretario Sergio Berni supervisaron los operativos que fuerzas federales llevan adelante en Rosario para luchar contra el narcotráfico y reducir los índices de violencia.
La ministra de Seguridad Maria Cecilia Rodríguez y el secretario Sergio Berni supervisaron los operativos que fuerzas federales llevan adelante en Rosario para luchar contra el narcotráfico y reducir los índices de violencia.
Las medidas contra el narcotráfico continúan en la ciudad santafesina luego del despliegue de 3 mil efectivos durante la semana pasada en un operativo que buscó allanar 89 lugares señalados por jueces federales como “bunkers” desde donde se comercializaba droga, operación que dejó como saldo 25 detenidos. Los funcionarios llegaron a la ciudad en un avión de Prefectura y recorrieron las zonas donde se encuentran los efectivos de Gendarmería.
Rodríguez señaló a los medios durante la supervisión de los operativos que no se trata de una “intervención” a la ciudad sino de una “respuesta” a un pedido del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonffati. Luego la ministra mantuvo una reunión con la intendenta de Rosario, Monica Fein, y otras autoridades municipales.
Esta aclaración responde a la magnitud del operativo montado, que contó con 1500 gendarmes, 500 prefectos, siete helicópteros que sobrevolaron la ciudad y un avión equipado con un sistema de comunicación que permitió que Berni manejara todo desde el aire sin que nadie pudiese interferir las conversaciones. Todo esto dotó a la medida de una espectacularidad similar a la que tendría una ocupación militar.
Por otro lado, con estadísticas de un homicidio diario en lo que va del año y con una Policía cuestionada por sus niveles de corrupción y connivencia con el negocio del narcotráfico, prueba de lo cual se encuentra en el caso del ex jefe de policía Hugo Tognoli, detenido durante 2012, la llegada de los federales podía entenderse como una respuesta ante la situación de “abandono” de la ciudad.
Berni, por su parte reconoció que aún “no están descabezados los grupos narcos” y manifestó que el trabajo de las fuerzas federales “recién empieza” ya que es una tarea que requiere “responsabilidad, templanza y paciencia”. «Hay que ir centímetro por centímetro. Esto es como un hormiguero, uno patea un hormiguero y aparecen dos, el tema del narcotráfico lamentablemente es así, hay que tener paciencia, perseverancia y estar en el lugar y trabajar, no solo con la pata policial, sino con la presencia activa de los demás actores, tanto de la municipalidad como de las provincias y a través de diferentes acciones», afirmó Berni.
El Secretario de seguridad hizo referencia al “efecto globo” y, en ese sentido, aseguró: “cuando uno aplasta el globo por un lado revienta por el otro y lo que no queremos es justamente eso, hay que trabajar con mucha perseverancia y tratar de mantener focalizado en el lugar el conflicto y que no se extienda para otro lado».
Bonffati agradeció nuevamente el despliegue de las fuerzas de seguridad y aclaró que la presencia de los gendarmes no es una intervención a la provincia sino “la necesidad y la normalidad de que las fuerzas federales se instalen en lugares donde competen delitos federales”, mientras que Hermes Binner consideró que si bien el operativo “llego tarde” fue “satisfactorio”, y aseguró que se está a tiempo de “empezar una nueva etapa”.
La doctrina de seguridad ciudadana
El operativo de fuerzas de seguridad más grande en la historia del combate contra el narcotrafico no se da en un contexto aislado, sino que viene a sumarse a una serie de situaciones que incluyen linchamientos y justicia por mano propia, así como también la decisión de Scioli de declarar la emergencia en seguridad en la provincia de Buenos Aires, poniendo sobre la mesa nuevamente discusiones como la necesidad de convocar a policías exonerados o el debate acerca de la baja de la edad de imputabilidad.
El periodista santafecino Carlos Del Frade afirma en una nota para Pelota de Trapo que tanto Bonfatti como el ministro de seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, recibieron a principios de año instrucciones de la agencia norteamericana contra el narcotráfico (DEA) y del FBI para implementar políticas en contra del avance del narcotráfico en la región, mientras que asesores de dichas fuerzas dictaron cursos a la policía santafecina. Lo mismo han hecho Sergio Berni, Daniel Scioli y funcionarios cordobeses y mendocinos.
Las medidas tomadas luego, que incluyen policía de proximidad, policías municipales, convocatorias a ex policías y pedido de envio de tropas de Gendarmería y Prefectura a las periferias de las grandes ciudades, responden a la llamada doctrina de seguridad ciudadana, implementada por el gobierno de Ronald Reagan en el año 1988 como dispositivo de control social.
Esta doctrina fue replicada en el Plan Colombia, entre 1996 y 2002, en el Plan Mérida mexicano, desde 2003, y en Brasil, con la creación de la Unidad de Policías de Pacificación que se desplegaron en las favelas de Rio de Janeiro y San Pablo.
Del Frade cita un informe de las Naciones Unidas realizado en junio de 2013 según el cual los tres principales exportadores de cocaína a Europa son Brasil, Colombia y Argentina, poniendo en cuestión la efectividad de este tipo de medidas en la lucha contra el narcotráfico.
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