Cultura

9 abril, 2014

La película herramienta

Desierto verde, la última película de Ulises de la Orden, cuestiona el uso de los agrotóxicos en nuestro país. Sin embargo cabe preguntarse: ¿El espectador llega a Desierto verde para ver una película o la película es una excusa para seguir debatiendo la contaminación de nuestros suelos?

Desierto verde, la última película de Ulises de la Orden, cuestiona el uso de los agrotóxicos en nuestro país. Sin embargo cabe preguntarse: ¿El espectador llega a Desierto verde para ver una película o la película es una excusa para seguir debatiendo la contaminación de nuestros suelos?

 

Desierto verde es la última película de Ulises de la Orden. El director de Tierra adentro hace un documental esta vez sobre el uso de agrotóxicos en Argentina y el mundo. Distintos especialistas a favor y en contra de la intervención química de las semillas van desarrollando sus ideas, a la vez que es mostrado el juicio que las Madres de Ituzaingó Anexo le hicieron a los que fumigaron su barrio en Córdoba.

Probablemente el registro del juicio sea lo más potente del documental. Haberle dado voz a todo un grupo de personas tan silenciado es algo muy valioso para el cine. Como la película expresa, hay muchísimos Ituzaingó en Argentina, y lo indignante es que se siga avanzando en esta forma de agricultura.

Hay muchas ideas alrededor de los beneficios de la producción transgénica, que la película, a partir de estos entrevistados a favor y en contra, va desmitificando. Porque justamente el objetivo de la película está clarísimo: se construye a sí como una herramienta para el debate, pero sin ser imparcial. La bandera por el no a Monsanto es levantada a lo largo de los noventa minutos que dura la película.

Esta idea de concientizar a los espectadores es un objetivo tradicional del documental clásico. Existen hoy nuevas formas documentales vinculados a la política, en constante mutación, que antes que levantar una bandera, intentan levantar una ambigüedad, una pregunta. El espectador es quien decidirá de qué lado posicionarse.

Pero estamos ante una urgencia. El uso del Round Up (el glifosato que Monsanto comercializa) está en auge en nuestro país y es necesario tomar una postura. Hay que valorarle eso a Ulises de la Orden: sabe cómo construir un relato y su película no deja de ser película. Sucede que muchos de los documentales que existen sobre Monsanto podrían no ser un texto audiovisual sino de otro tipo.

No obstante, la película al constituirse como herramienta para un debate (en cierta forma todas las películas lo son) cobra un objetivo didáctico. De hecho las películas de Ulises de la Orden suelen circular por las escuelas. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente es una de las tantísimas formas que puede adquirir un documental.

Desde aquí no queremos dejar de señalar que también es una de las formas más peligrosas que puede adquirir un documental. Si bien el relato está construido de manera inteligente, ese didactismo que va adquiriendo la película lo alejan de lo que podemos llamar “la instancia película”, la película como texto fílmico.

Lo cierto es que, finalmente, esto son sólo especulaciones sobre cómo puede ser abordada o interpretada la película. Desierto verde es un documental clásico pero no por ello menor. La construcción narrativa es sólida. En días en que el no a Monsanto se empieza a hacer más grande, Desierto verde cumple bien su rol de herramienta para un debate. La discusión se va haciendo cada vez más amplia, y ya sabemos que si el presente es de lucha…

Matías L. Marra – @wturbio

 

Desierto Verde estuvo proyectándose entre el 3 y el 9 de abril en el Espacio INCAA La Banda (Santiago del Estero). El 10 de abril se verá en Radio Nacional Córdoba y entre el 12 y el 26 de abril en el Buenos Aires Market.

 

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