Derechos Humanos

4 abril, 2014

«Siempre los platos rotos los pagan los jóvenes de los sectores populares»

A raíz del debate generado por los linchamientos sufridos por jóvenes de sectores populares acusados de haber cometido delitos, y la presencia nuevamente del cuestionamiento a las políticas de seguridad implementadas, desde Notas, retomamos las palabras de Enrique Font, profesor de Criminología de la Universidad Nacional de Rosario, sobre estas problemáticas.

A raíz del debate generado por los linchamientos sufridos por jóvenes de sectores populares acusados de haber cometido delitos, y la presencia nuevamente del cuestionamiento a las políticas de seguridad implementadas, desde Notas, retomamos las palabras de Enrique Font, profesor de Criminología de la Universidad Nacional de Rosario, sobre estas problemáticas.

Los últimos días hemos asistido nuevamente a la apertura del debate sobre la seguridad, el delito, y el rol de las fuerzas policiales y el sistema punitivo. Debate al cual se ha sumado una variable que hasta ahora no había aparecido y es la de los linchamientos producidos por vecinos y vecinas de diferentes ciudades a jóvenes sospechados de haber cometido algún delito.

No podía ser más oportuna la aparición de este debate cuando nos encontramos a las puertas del tratamiento parlamentario del proyecto de reforma de Código Penal, cuyo anteproyecto ha sido trabajado durante meses por una comisión integrada por diferentes fuerzas políticas.

Los linchamientos producidos en diferentes partes del país, y que llevaron en la ciudad de Rosario a la muerte del joven David Moreira, motivaron todo un coro de voces ya sea de condena desde el oficialismo como de cierta condescendencia con los actos producidos, particularmente desde el Frente Renovador, conducido por el actual diputado Sergio Massa.

Desde Notas, en este sentido queremos retomar las palabras de Enrique Font, profesor de Criminología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), al ser entrevistado por el programa LLevalo Puesto, FM La Tribu 88.7.

Al ser consultado sobre cuánto hay de real y cuanto de fogoneo por parte de los medios acerca de los linchamientos sufridos por jóvenes de sectores populares los últimos días, Font sostuvo que el “fenómeno cobra trascendencia luego del asesinato de un joven en Rosario, y se comienzan a cubrir mas estos hechos”. Esto genera según el docente de la UNR un pánico moral de izquierda, un pánico moral progresista.

Sin embargo, agrega Font, esto no seria desconocido para quienes trabajan este tipo de cuestiones o están abocados a la militancia barrial y territorial.

“En una sociedad tan polarizada sobre qué hacer con el delito, estos sectores sufren una victimización más o menos significativa desde las fuerzas policiales provinciales y desde la policía Federal. Primero porque participan en los delitos, segundo porque son tremendamente opresivas sobre los jóvenes de los sectores populares, y tercero porque hay toda una tradición de desprotección de los sectores populares”.

Estos mismos jóvenes suelen ser víctimas de las políticas de seguridad cuando estas no se desarrollaban bajo un marco democrático, lo que termina llevando a que no cuente lo mismo “una víctima de un homicidio de un barrio de clase media de una ciudad, que un joven o una mujer de sectores populares donde hay exclusión social”; y agrega: “la justicia no persigue de la misma manera o con el mismo rigor a alguien involucrado en una estafa, o hasta u violador u homicida de clase alta y con recursos. Van a tener un tratamiento muy distinto a alguien de los sectores populares”.

Un aspecto central para el profesor de criminología en la UNR, es la cuestión de clase que se juega en este tipo de hechos, como los linchamientos de días atrás. Font sostiene que la variable clase es muy significativa en todo lo que tenga que ver con el delito. En este sentido, a modo de ejemplo sostiene: “Es infrecuente ir a buscar a un delincuente económico y golpearlo en la cara. Hay un fuerte rencor de clase”.

Font advierte que se hace necesaria una condena sobre este tipo de ataques para tratar de frenarlos y evitar su repetición. “Lo más grave acá es que hasta que no haya una condena sobre estos ataques, que son tentativas de homicidio u homicidios a veces, y muy agravados por la alevosía de los hechos es probable que sigamos viendo la repetición de ataques de esta naturaleza”.

Por otra parte el criminólogo ubica las tensiones sociales que finalmente terminan generado este tipo de hechos, fuera de las esfera de lo que podemos denominar la agenda de la seguridad, para situarlo en lo que refiere a la políticas redistributiva que desde hace algunos años hasta esta parte se han venido llevando adelante. Según Font, las mismas pueden ser criticadas por mínimas insuficientes, “pero hay transferencia de riqueza de un sector a otro por ejemplo a través de planes sociales, y por primera vez hay algún nivel de presión tributaria sobre sectores medios, profesionales. Esto genera tensiones sociales”.

Por último Enrique Font lanza una advertencia sobre la forma en la cual deben ser tomadas y trabajadas este tipo de situaciones, tratando de evitar su viralización. “En nuestras intervenciones en los medios debemos tratar de no generar justamente esto, un pánico moral de seguridad democrática o progresista, porque el riesgo es muy significativo y siempre los platos rotos, y los errores en los proyectos de seguridad los pagan los jóvenes de los sectores populares”.

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