Derechos Humanos

31 marzo, 2014

Se cumplieron cuatro años del asesinato de Silvia Suppo

Era testigo en el juicio contra el ex juez federal Víctor Brusa por delitos de lesa humanidad. Un repaso por su vida y las mirada de su hija, Marina Destéfani, sobre la causa que investiga su muerte.

Era testigo en el juicio contra el ex juez federal Víctor Brusa por delitos de lesa humanidad. Un repaso por su vida y la mirada de su hija, Marina Destéfani, sobre la causa que investiga su muerte.

El sábado se realizó una movilización desde el Cine Belgrano de Rafaela, hasta la plaza 25 de mayo de la ciudad santafesina. Al cierre, realizaron un festival musical y se presentó el trailer del documental sobre la vida de Silvia Suppo.

En diciembre de 2009 el ex juez federal Víctor Brusa se convirtió en el primer magistrado condenado por crímenes de lesa humanidad. Suppo fue una de las testigos clave en la causa que lo envió a prisión por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, vejaciones, apremios ilegales, coacción y tormentos cometidos contra ella y otros tantos detenidos ilegales en el centro clandestino de detención conocido como “La Casita”, en las cercanías de Santo Tomé, Santa Fe, durante la última dictadura militar. El ex juez había sido destituído en el año 2000 pero por causas ajenas a su violación de los derechos humanos durante el golpe. En su momento, Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, había dicho: “Me hace acordar a Al Capone, condenado por evasión impositiva”.

Suppo vio al ex juez y a varios integrantes del grupo de tareas que la había secuestrado y torturado, ir a prisión. Pero apenas unos meses después, el 29 de marzo de 2010, fue asesinada en su comercio en la ciudad de Rafaela. Si bien la policía en un primer momento lo asoció a un robo, las organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales, relacionaron desde el primer momento el asesinato con su declaración en el juicio. Al momento, hay dos detenidos en la causa que se autoimplicaron.

Al momento de su secuestro, en marzo de 1977, Silvia tenía 17 años. La llevaron junto con Rogelio, su hermano, y Jorge Destéfani, un amigo que luego sería su esposo. Apenas unos meses antes un grupo de tareas había secuestrado a su pareja de entonces, Reinaldo Hattemer que aún hoy continúa desaparecido. Suppo también fue querellante en la causa por su detención ilegal y posterior desaparición.

En “La Casita”, Suppo fue violada en diversas ocasiones y quedó embarazada. Luego la entonces carcelera policial, María Eva Aebi, le practicó un aborto. Juan Perizotti fue identificado como cabecilla de la Guardia de Infantería Reforzada, que llevaban adelante el centro de detención. Antes de estar detenida allí, pasó también por la Comisaría Cuarta de Santa Fe, donde pudo identificar a Mario Fancini como jefe.

El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó, gracias a distintos testigos, entre ellos Silvia Suppo, a 23 años de prisión a Héctor Colombini y Eduardo Ramos, jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas y policía respectivamente; dispuso 22 años para Perizotti, 21 a Brusa, 20 a Mario Fascino, ex jefe del Comando Radioeléctrico de Santa Fe y de la comisaría cuarta; y 19 años a la carcelera María Eva Aebi.

La causa por el asesinato

El juez de la causa por el asesinato de la testigo Silvia Suppo cambió tres veces en los últimos cuatro años. “Tenemos la esperanza de que dejen de acumular fojas y empiecen la investigación en serio”, afirmó Marina Destéfani, hija de Silvia Suppo, en diálogo con  Quemar Las Naves en Radio Sur 88.3.

“El asesinato fue a la mañana y lo quisieron hacer ver como un robo”, explicó Destéfani, “pero no se llevaron nada del negocio”. Afirmó que en los primeros momentos después del crímen, la policía arruinó “un montón de pruebas” y no cercó la escena. Según narró, además, ocultaron evidencia, como un video. “Todavía no sabemos como dieron con los dos autoimplicados en el asesinato”, dijo. Y agregó que la policía también arruinó “las pocas huellas que se pudieron rescatar”.

“Venimos denunciando la complicidad policial”, declaró y explicó que en la ciudad de Rafaela, de 100 mil habitantes, nunca había existido un delito de la magnitud del asesinato de Suppo. “Estamos convencidos de que Silvia sufrió un atentado por su condición de querellante”, concluyó Destéfani.

Trailer del documental sobre Silvia Suppo dirigido por Paula Kuschnir:

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